La imagen sorprende: los músicos de la orquesta sinfónica de Canal 7, fundada en 2005, tocaban solos en la inauguración de la feria navideña de la televisión pública ante la incomodidad de las autoridades. Es que desde su despido, que dejó sin trabajo a los 50 músicos que la componían, la orquesta lucha por mantener sus fuentes laborales reclamando ante la nula respuesta por parte de los directivos principales de la emisora pública y el Gobierno Nacional.
Tras 9 años de existencia y bajo el persistente discurso que viene de las altas esferas de apoyar a la cultura, nunca se regularizó su situación y se cumplió en este caso lo que es muy conocido: el Estado genera trabajadores en negro y tercerizados.
La feria navideña de la tv pública fue convocada por el Ministerio de Desarrollo Social y ofrece productos de emprendedores y artesanos, además de shows en vivo. Aunque su alcance se limite a los empleados del canal, está abierta a todo el público. El merchandising K no podía faltar, hay artículos ilustrados con la figura de Cristina y Simón (el perro bolivariano) y Néstor Kirchner abrazado al revolucionario Ernesto Che Guevara. Claro que la epopeya de imágenes del peronismo queda muy lejana a veces con la realidad. El viernes 13 de diciembre, la ministra de Desarrollo Social tenía que abrir la 5ta edición de la Feria pero brilló por su ausencia.
Alicia Kirchner se escondió, ante la posibilidad de un duro reclamo de los músicos. En su lugar arribó el número 2 del Ministerio, Carlos Castagneto, que recorrió los stands y se sacó fotos con los responsables de la señal. “La ministra tenía otros compromisos”, aclaró el Vice – Ministro para explicar el motivo del faltazo de Alicia.
Mientras tanto, los músicos de la Orquesta Sinfónica de la Radio y Televisión Pública amenazaban con arruinar la fiesta a las nerviosas autoridades del medio “público” que preguntaban a cada periodista en qué medio trabajaba con la intención de ejercer la censura previa.
Silvia Lanzón, delegada de la Orquesta, sentada en el comedor del 7, recordaba aquellos buenos y mejores tiempos en que tocaron en el Konex.
En aquella ocasión, el periodista Víctor Hugo Morales, que oficiaba de presentador de los músicos, decía que se sentía parte de ellos. Poco y nada hizo el prestigioso relator del “barrilete cósmico” para ayudar a sus supuestos ex compañeros. Es más, recientemente, en su programa diario en Radio Continental, el relator del relato aseguró que el conflicto gremial estaba solucionado pues “así me lo dijeron en el Gobierno”. Para los periodistas oficialistas, la única fuente válida de información es la oficial. Si alguien tiene el currículum exacto para ponerse al frente del reclamo por la reincorporación de los puestos de trabajo es Víctor Hugo, que tuvo un programa de música clásica y es un férreo defensor de la cultura. Pero el periodista uruguayo no cumplió las expectativas y Silvia Lanzón se siente decepcionada. Es más, la artista, denuncia que en los últimos reclamos, personal cercano al Presidente de RTA, Tristán Bauer, pidió “sacarle fotos a los músicos” como forma de escarmiento público. Una práctica digna de tiempos de botas, uniformes y obediencia debida que el cineasta suele repudiar en sus discursos.
Es sintomático que una funcionaria de primera línea no pueda ni siquiera caminar en público, más allá de sus militantes rentados. El director de Canal 7, Tristan Bauer, sigue el mismo camino, cada vez más alejado de los pasillos de su propia casa y cada vez menos en contacto con los empleados. En el filme ¨Perfume de mujer”, Al Pacino (en el personaje del Teniente Slade) dice: “Hay dos clases de personas en el mundo: los que dan la cara a los problemas y los que huyen. Es mejor huir”. No quedan dudas que muchos funcionarios del Gobierno Nacional suscriben a esta frase para abandonar el barco antes de que se empiece a hundir.
Mientras tantos, 50 músicos todavía esperan respuestas concretas y aseguran que continuarán sus reclamos hasta las últimas consecuencias.
Sebastián Turtora
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