Adelantándose al resto de las agrupaciones políticas, el Partido Narco (PN) presentó oficialmente su plataforma electoral para las elecciones presidenciales de 2015 (*). Según su jefe y fundador, “no es tiempo para hablar de candidaturas”, aunque desde el auditorio todos coreaban su nombre al unísono y el lugar estaba plagado de imágenes suyas colocadas estratégicamente para ser captadas por las cámaras.
El ambiente fue jovial. Los barrabravas ligados al negocio tuvieron un espacio demarcado en las primeras filas para evitar enfrentamientos con militantes de la línea dura del partido. Al ser preguntado por el significado político del evento, un intelectual vinculado al espacio respondió: “Este es un hecho muy importante porque importa inyectarle frescura a una política atosigada por la derecha conservadora y los agentes del imperialismo, que persiguen al narcotráfico desde una óptica juzgadora contraria a los derechos humanos”. Lo que sigue es un resumen del extenso texto presentado:
Plataforma electoral 2015 del Partido Narco (PN)
· Oposición irrestricta a la reglamentación de la ley de precursores químicos y posterior derogación de la misma, al efecto de brindar seguridad jurídica a los inversores.
· Des-radarización del espacio aéreo a fin de garantizar el libre tránsito de mercaderías prohibidas sin ser detectadas.
· Periódicos y recurrentes programas de “blanqueo de capitales” orientados a atraer más inversiones a la industria del narcotráfico, que es hoy una de las mayores fuentes de empleo e ingresos para jóvenes en situación de pobreza.
· Reconversión de la Sedronar en un organismo de asistencia para adictos, transfiriéndose sus facultades de lucha contra el narcotráfico a un órgano político que responda directamente al Ejecutivo y carezca de la capacidad técnica suficiente.
· Cese de la colaboración y expulsión del país de la DEA, agencia imperialista perseguidora de reconocidos empresarios del narcotráfico.
· Intervención del Poder Judicial, volviéndolo dependiente del Poder Ejecutivo, con miras a aumentar los niveles de seguridad jurídica para los empresarios del narcotráfico.
· Política exterior orientada a los Estados narcos, con fuertes lazos con las FARC y los cárteles de México y Colombia, posicionando a la Argentina como proveedora internacional de precursores químicos y productora de drogas sintéticas.
· Acuerdo bilateral de libre comercio con el cártel de Sinaloa.
· Embajadas paralelas informales, de manera tal de poder llevar a cabo nuestra política exterior en forma secreta.
· A largo plazo, legalización irrestricta de toda la cadena de producción, distribución y consumo de estupefacientes. No pretendemos crear un mercado paralelo de drogas livianas (al estilo holandés o uruguayo) que represente una competencia y amenaza para la actual industria del narcotráfico, sino legalizar e institucionalizar dicha industria tal cual está conformada en la actualidad, protegiendo las fuentes de trabajo.
A la salida del evento, un grupo de periodistas llamó la atención de la cúpula del PN sobre el hecho de que su plataforma electoral estaría desactualizada, ya que habría sido llevada a cabo a pie juntillas por otro espacio político de la Argentina. Ante esto, el malestar fue evidente. El comentario los incomodó y generó un mal humor que se respiró inmediatamente en el ambiente. “No puede ser”, decían algunos mientras las miradas de sorpresa se cruzaban y repasaban los documentos entregados por los periodistas. “No es posible que un partido distinto al nuestro haya hecho todo esto”. Se armó cierto alboroto. Los equipos técnicos y comunicadores caminaban apresurados de un lado al otro, mientras la gente se retiraba del lugar sin percatarse de que su partido estaba cayéndose a pedazos en ese mismo instante.
Rafael Micheletti
Seguir a @rafaemicheletti
*Aclaración: la presente ironía fue escrita con mucho dolor, y tiene por objetivo hacer un llamado de atención sobre el terrible problema del narcotráfico y su vinculación con la política, que está llevando a nuestro país a un baño de sangre absolutamente evitable.