Este fin de semana revista Noticias se mete en un tema tan complejo como interesante: la vida de la viuda y los hijos del fallecido narco Pablo Escobar en la Argentina. Anonimato, empresas misteriosas y mudanzas.
Este es un anticipo de lo que saldrá publicado esta misma noche:
Sí, vivieron acá, pero se mudaron hace un año y medio”, dicen en una dirección. “Sí, son ellos, pero hace al menos siete meses que el departamento está vacío”, repiten en otro lado. “De acá se fueron el mismo día que llegaron periodistas preguntando”, explica un hombre de seguridad en un tercer edificio. El espíritu nómade no es vocación sino necesidad: la familia del narcotraficante colombiano Pablo Emilio Escobar Gaviria aprendió a la fuerza a pasar desapercibida.
Después de la muerte del capo en 1993, la viuda y sus dos hijos se refugiaron en Argentina con nuevas identidades: Victoria Henao Vallejos se transformó en María Isabel Santos Caballero y los chicos adoptaron el apellido Marroquín. El varón cambió Juan Pablo por Juan Sebastián y la nena agregó Juana a su nombre original, Manuela. “El interés en hablar es nulo. No desperdicien su tiempo”, respondió él a las consultas de NOTICIAS. Es algo gordo, tiene el pelo ondulado y la misma nariz de su padre.
El parecido se ha vuelto un problema en una ciudad que todas las noches lleva a ocho puntos el rating de Canal 9 durante la emisión de “El patrón del mal”, la novela basada en la vida del delincuente más famoso de Colombia. Sus herederos caminan por las calles de Buenos Aires preocupados por perder el anonimato.
Redacción de TDP
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