Veinte minutos seguidos agachándose y parándose con una barra sobre la cabeza. Las flexiones que uno sea capaz de hacer en solo dos minutos. Voltear ruedas de tractor. Son algunas de las cosas que hacen los aficionados a CrossFit, una especie de entrenamiento militar colectivo muy intenso al que se apuntan desde las amas de casa hasta los ejecutivos estresados. Vomitar durante las sesiones no es algo extraño.
Según explica el portal Transformer, Crossfit es una marca registrada de la empresa CrossFit Inc. Bajo este nombre se ofrece un programa que se centra en la fuerza muscular, la resistencia cardiorespiratoria y la flexibilidad. Todo a la vez.
La teoría es esta: correr te da resistencia, pero no fuerza ni flexibilidad. Las pesas te dan fuerza, pero no resistencia ni flexibilidad. El yoga te da flexibilidad, pero no resistencia ni fuerza. Conseguir las tres cosas a la vez requiere una rutina más propia de los soldados, gimnastas olímpicos o acróbatas de circo, y eso precisamente es lo que promete CrossFit.
El entrenamiento se basa en ejercicios funcionales, como levantar o arrastrar pesos, con movimientos que se pueden encontrar en la vida cotidiana. La máquina de bíceps en el gimnasio es un movimiento que no se hace en ningún otro sitio, pero seguro que muchas veces hay que levantar una caja del suelo. Esa es la base.
El entrenamiento típico consiste en tres partes:
Calentamiento, 15 min
WOD (Workout Of the Day): entrenamiento del día, la parte principal, basado en un circuito de varios ejercicios básicos
Enfriamiento, 15 min
Estos son algunos de los ejercicios básicos de CrossFit:
Sentadillas
Saltos del suelo a un cajón
Burpees
Saltar a la comba
Zancada
Fondos en paralelas o en anillas
Flexiones en el suelo
Dominadas en barra
Subir la cuerda
Correr
Peso muerto
Arrancada con barra
Balanceos con kettlebell
Voltear un neumático (enorme, de tractor)
Lanzar balón medicinal contra la pared
Los ejercicios se ejecutan con mucha intensidad, intentando hacer el mayor número de repeticiones en un tiempo determinado. El ambiente suele estar entre la instrucción del sargento de hierro y el patio del colegio, donde los monitores gritan para azuzar a los deportistas y todo el mundo intenta superar las marcas de los demás. Puede ser adictivo.
Según sus críticos, el CrossFit también puede ser peligroso. Circula por la red el mito de que puede causar rabdomiolisis, o necrosis de las células musculares, que en casos graves produce un fallo renal. Esto es probablemente una exageración. La rabdomiolisis existe, y puede darse en condiciones de esfuerzos extenuantes con poca hidratación. Pero es un caso extremo, es poco probable que alguien sea tan inconsciente como para llevar su cuerpo a ese punto en un gimnasio.
Algunos médicos avisan de un riesgo mucho mayor de sufrir lesiones de espalda o rodilla si se practica CrossFit. Conviene interpretar estos resultados con cierta prevención: son ejercicios simples, pero que requieren un aprendizaje y cierta forma física.
Si una persona desentrenada sale de su sillón después de meses de vagancia y televisión, y se mete en una clase de CrossFit a intentar batir el récord de sentadillas de la clase, las posibilidades de lesionarse son altas.
Colofón: cualquier disciplina atlética requiere un aprendizaje. El problema no es el CrossFit, sino el sentido común, o la falta de él.
Equipo de Actualidad de TDP