Este martes, la Organización de Naciones Unidas aprobó por 124 votos a favor, sólo 11 en contra y 41 abstenciones, el marco legal para regular las reestructuraciones de deuda, proyecto impulsado por la Argentina y presentado por el G-77 más China, en medio de la dura batalla legal que el país mantiene con los fondos buitre.
En lo que constituye un claro respaldo a nivel internacional, votaron entre otros a favor del proyecto Brasil, China, Rusia y Cuba, mientras que lo hicieron en contra Estados Unidos, Inglaterra, Japón, Alemania, Israel, Australia, República Checa y Finlandia, y se abstuvieron México -único país latinoamericano-, Francia, España, Italia y Grecia.
Al salir del Congreso, luego de que se le diera dictamen al proyecto del oficialismo sobre el canje de deuda, el ministro de Economía, Axel Kicillof, sostuvo sobre la votación en la ONU que fue "avasallador el apoyo" que tuvo la Argentina, de acuerdo a lo publicado por agencia Noticias Argentinas.
"Fue avasallador el apoyo que tuvimos. Realmente preocupa que un grupo minúsculo (por los fondos buitre) ponga en riesgo la reestructuración de la deuda y la tranquilidad del pueblo", afirmó el ministro, en breves declaraciones a la prensa.
Claramente, la noticia es esperanzadora y fructífera de cara al futuro, sobre todo para aquellos países que quieran reestructurar sus deudas soberanas. Sin embargo, poco y nada le sirve a la Argentina, ya que el fallo que complica al país no variará por lo que resolvió hoy la ONU. Como se dice en derecho, “es cosa juzgada”.
Creer que lo sucedido en seno de las Naciones Unidas hará que la justicia de Estados Unidos revea lo ya juzgado sobre el tema holdouts, es pueril. Luego de lo que votó la ONU, a pesar de la importancia que tiene y nadie le quita, no cambia en nada la situación del país. La situación hoy es idéntica a ayer.
Un debate con amplio respaldo
El debate en la ONU no deja de ser trascendente y se realizó en el seno del organismo internacional y el encargado de presentar el proyecto fue el presidente del G-77, Sacha Llorenti Soliz. El funcionario defendió la iniciativa promovida por la Argentina y señaló que el proyecto está dirigida a "buscar una solución oportuna, eficaz y duradera" en las reestructuraciones de deuda.
"Es prioridad crear un marco jurídico, con miras a aumentar la eficiencia, la estabilidad y previsibilidad del sistema financiero internacional, y el logro es un crecimiento equitativo e inclusivo", agregó.
Por su parte, el canciller Héctor Timerman expresó: "Debemos prevenir que más pueblos paguen con hambre y miseria por especulación de estos siniestros señores de la opulencia: los fondos buitres".
"La situación de mi país refleja la necesidad de un marco para protegernos de un juez (Thomas Griesa) que le dio la razón al 1% de tenedores de bonos", sostuvo. Agregó que "el vacío legal permite que los buitre llenen sus bolsillos" y remarcó que "muchos países han incurrido en default y es necesaria la creación de un sistema previsible, justo y sustentable".