Existe la propuesta de que la ciudadanía pueda elegir en las próximas elecciones presidenciales diputados para el parlamento del Mercado Común del Sur. Estoy en desacuerdo con seguir agregando aparatos burocráticos onerosos, que le quitan recursos al pueblo ciudadano.
Las negociaciones del Mercosur se resuelven entre los jefes de estado, ministros de economía y cancilleres. Crear un parlamneto es crear un foco de corrupción más. Aumentan los gastos de nuestra privilegiada clase política a costa de perder recursos para nuestros sistemas de salud, educación, seguridad, ciencia y tecnología.
El proyecto del parlamento del Mercosur nos ilustra el carácter parasitario de la clase política argentina, nuestros políticos quieren vivir en el lujo saqueando a los ciudadanos a través de pesados impuestos. También desalientan el desarrollo de microemprendimientos, de actividades comerciales, de creación de empresas, porque nuestro Estado es impositivamente asfixiante.
Ya existe un Poder Legislativo nacional inútil, las últimas leyes que se dictaron en ese ámbito tienen que ver con las reformas de los códigos civil y del procesal penal.
¿Cuál es el objetivo de estas reformas? Garantizar la impunidad de los miembros del gobierno actual una vez que ellos pierdan el poder en 2015.
El pueblo no debe seguir pagando impuestos a los señores feudales de nuestra clase política. Sólo sirve para abastecer sus lujos y su buen vivir. Mientras tanto, el INDEC no declara las cifras de pobreza en indigencia.
Habría que pensar en la alternativa de una gran rebelión ciudadana a nivel fiscal. No pagar los impuestos hasta que nuestros representantes cumplan con sus verdaderos deberes que son los de garantizar una vida digna a cada argentino.