"¡Qué lindo es dar buenas noticias!", decía Fernando de La Rúa en un spot publicitario cuando era presidente. Frase que quedó, entre tantas, en la memoria colectiva de los argentinos. Pero claro, lo que para muchos son buenas noticias, para otros, pueden ser malas, y muy malas.

Argentina es un país donde los hechos —y en especial, en los últimos tiempos— generan noticias de manera tan vertiginosa que en cuestión de horas pasan a ser viejas.

Hoy ya nos parece algo desactualizado, por ejemplo, que Milagro Sala, o Ricardo Jaime, solo por citar algunos ejemplos, estén presos por actos de corrupción.

Pero sin ir tan atrás en el tiempo, y remitiéndonos a esta última semana, hoy ya parece desactualizada la noticia que causó conmoción en estos últimos días, la detención del prófugo más buscado por la Justicia argentina, Ibar Pérez Corradi.

Y como dijimos al principio, lo que para muchos son buenas noticias, para otros son malas, muy malas, especialmente para los ex funcionarios kirchneristas. Citemos algunas.

Diputados aprobaron los allanamientos contra De Vido. Esto, que de por si es una muy mala noticia para el hoy diputado del FPV y ex Ministro K, derivó en otra mala noticia para el kirchnerismo, que engrosó el éxodo en el Frente para la Victoria: el Movimiento Evita dejó el bloque de diputados K.

Pero hay más. También procesaron a los jefes de Gabinete del kirchnerismo, Jorge Capitanich, Juan Manuel Abal Medina y Aníbal Fernández  y al presidente de la AFA por irregularidades con los dineros destinados a clubes a través del "Fútbol Para Todos". Y siguen. El juez Julián Ercolini citó a indagatoria a Cristóbal López —el mayor empresario del juego del país—, su socio Fabián De Sousa y el ex titular de la AFIP, Ricardo Echegaray.

Sin embargo, hubo otras que desnudan hechos gravísimos, pero que en nuestro país pasan casi como desapercibidas, por emplo:  Tras 8 años, procesan a ex funcionarios y empresarios por aportes a Cristina. Es por la campaña de 2007. Para el juez, se puso en circulación dinero de origen ilícito. O esta otra: El juez Bonadio citó a indagatoria a 70 personas por los subsidios del kirchnerismo para el fomento del cine. Incluso esta: Denuncian al kirchnerismo por un fraude millonario en el alquiler de depósitos de combustibles. La maniobra, efectuada por la estatal Enarsa, ocurrió en los últimos años del gobierno anterior. Se firmaron tres contratos con empresas, pero nunca se utilizaron.

Y de pronto, aparece una noticia ya un tanto más impactante, que involucra a la mismísima Cristina Fernández y su familia: piden levantar el secreto fiscal de Cristina Kirchner y sus dos hijos. Aunque, no iba a ser esa la última buena noticia —para los que no somos kirchneristas, obviamente— y aparece la que es, sin dudas, la más importante: Pidieron la detención de los 4 hijos de Báez.

Entendamos que esta última no tiene nada que ver con las causas pendientes de Cristina, ni con los desfalcos de Cristóbal lópez, ni con el triple crimen y Perez Corradi, ni con lo de Jaime, ni con lo de De Vido, ni con lo de Milagro Sala, ni con lo de Amado  Boudou... a propósito, y Boudou? No nos olvidemos de Boudou, que a esta altura de las circunstancias parece un pobre ladrón de gallinas.

Para tener algo de conciencia de lo que estamos hablando, y tratar de entender un poco, la real dimensión de los hechos, pensemos que solo Cristobal López, con una sola maniobra, de un solo negocio que tenía, la petrolera, produjo un desfalco 8 mil millones de pesos.

De todas maneras, estimado lector, usted podrá pensar que en realidad no son buenas noticias, sino todo lo contrario. Y si, porque en el fondo son noticias que desnudan y demuestran lo que en realidad fue el kirchnerismo, una banda de forajidos que tomaron por asalto el Estado y solo lo utilizaron para fabricar una estructura mafiosa para su propio beneficio.

Claro que no son buenas noticias, pero miremos el lado positivo, el lado bueno, el que todo esto está saliendo a la luz. Esas son las buenas noticias que nos puede ofrecer el kirchnerismo.

Pero falta algo, que es la segunda parte de esta película kirchenrista que no sabemos bien en qué género encuadrarla, si tragicomedia, terror, ficción o “neo realismo” italiano, que es lo que anhela la inmensa mayoría de los argentinos, verlos presos.

Es cierto que estamos todos muy ansiosos y los queremos ver a todos tras las rejas, pero no nos olvidemos de dónde veníamos, de un Estado en el que no pasaba nada de nada. Donde todas las denuncias de estos, y otros hechos de corrupción, como por ejemplo el enriquecimiento ilícito de los Kirchner terminaban en un cajón de algún juzgado. 

Tengamos en cuenta que la justicia argentina, en cierta manera, recién está dando sus primeros pasos, y no nos olvidemos de que hasta el otro día gateaban, y en muchos casos, hasta lo hacían para atrás.