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La importancia de leer el etiquetado nutricional de los alimentos

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El etiquetado de alimentos es el medio de comunicación más importante y directo entre los fabricantes y los consumidores. Provee no sólo información básica del alimento sino también información nutricional, lo que permite al consumidor tomar decisiones en cuanto a su salud.

 

En el Código Alimentario Argentino (Capítulo V, "Normas para la Rotulación y Publicidad de los Alimentos"), se encuentra la información que debe aparecer obligatoriamente en los rótulos y la forma en que debe presentarse. Comprende: denominación de venta del alimento, lista de ingredientes, información nutricional, contenidos netos, identificación del origen, identificación del lote, fecha de duración y además preparación e instrucciones de uso del alimento, si corresponde.

El hecho de que figuren esos datos es fundamental, ya que nos asegura que los alimentos envasados que consumimos han sido aprobados por las autoridades regulatorias para su comercialización.

Pero además esta información es muy útil. Por ejemplo, en la lista de ingredientes figuran todos los componentes del alimento con su nombre común, por orden descendente de predominio en peso (es decir, los ingredientes al final de la lista están presentes en cantidades más pequeñas). Su lectura nos permitirá tener una idea de cuál o cuáles son los componentes mayoritarios, o saber si un alimento contiene azúcar o sal añadidos, granos enteros o harinas, aceite vegetal o grasas sólidas.

Si nos focalizamos en la información nutricional, es aquélla que nos habla del contenido de nutrientes, siendo éstos todas las sustancias que debemos obtener a través de la dieta y que son indispensables para que podamos vivir ya que, o nos proporcionan energía, o son necesarios para nuestro crecimiento, desarrollo y mantenimiento.

Los nutrientes se dividen en macronutrientes, que son los que debemos ingerir en cantidades apreciables, a saber: proteínas, carbohidratos y grasas; y micronutrientes, como las vitaminas y los minerales que son necesarios en muy pequeñas cantidades, pero que también cumplen importantes funciones en nuestro organismo.

La información nutricional nos sirve, por lo tanto, no sólo para limitar el consumo de determinados nutrientes que, ingeridos en exceso pueden ser perjudiciales para nuestra salud, sino también para consumir mayores cantidades de aquéllos que la favorecen.

Lo primero que debemos saber es que toda la información está referida a una porción del alimento en cuestión, siendo ésta la cantidad de alimento que comúnmente se ingiere de una sola vez. Los nutrientes que deben aparecer obligatoriamente dentro de esta información nutricional son las proteínas, los carbohidratos asimilables, las grasas totales, saturadas y trans, la fibra dietaria ó alimentaria y el sodio. Debe informarse además el valor calórico de dicha porción.

Los consumidores podemos sacar provecho de toda esta información nutricional que aparece en los envases de los alimentos. En primer lugar, debemos fijarnos en el tamaño de la porción teniendo en cuenta que tanto nutrientes como calorías están referidos específicamente a esa cantidad. En segundo lugar, debemos mirar la cantidad de calorías que nos aporta, sabiendo que éstas nos dan una medida de cuanta energía obtenemos del alimento y que las calorías diarias totales recomendadas varían según la edad, el sexo el estado de salud y la actividad particular de las personas.

En el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) llevamos a cabo desde hace muchos años una tarea de apoyo a la industria alimentaria en el tema de etiquetado, en general, y de etiquetado nutricional, en particular. Dictamos cursos presenciales y a distancia, asesoramos a los productores de alimentos envasados -tanto para el mercado interno como externo- en cuanto a los requerimientos de distintos países sobre lo que debe figurar en los rótulos de los mismos y se realizan además todos los análisis químicos y nutricionales necesarios para poder confeccionarlos.

Ahora bien, cabe preguntarnos si los consumidores leen realmente, y entienden, toda esta información tan valiosa sobre los alimentos que consumen, particularmente la información nutricional. Si bien en nuestro país no existen datos al respecto, resultados de investigaciones llevadas a cabo en otros países indican, en términos generales, que gran parte de los consumidores considera que la información nutricional es difícil de entender y utilizar; por ejemplo, existe confusión entre calorías y energía, o entre sal y sodio.

Por otra parte, las personas que padecen alguna enfermedad, que siguen una dieta, o están interesadas en su salud o la de sus hijos son las que más leen las etiquetas.

Podemos concluir que el uso del etiquetado nutricional como una herramienta en la salud pública es aún limitado. Para aprovechar más su valor informativo, sería de suma utilidad impulsar acciones de sensibilización destinadas a los consumidores, e incorporar el hábito de leer etiquetas desde la edad escolar. 

 

2 comentarios Dejá tu comentario

  1. Lo que tenemos es una epidemia de diabetes. La gente ignora lo que consume y cuanta es la cantidad de azucares que ingiere. Eso del etiquetado debiera estar clarisimo cuando el diabetico quiere tomarse un yogurt y no sabe si viene con azucar o con edulcorantes. Muchos no saben diferenciar si sacarosa es azucar o edulcorante y asi. Mucha es la confusion. Lo mismo con las sodas. Cuando se lee light no siempre la palabra light quiere decir que el producto venga sin azucar. Debiera existir una dieta al alcance de todos en forma popular, de que es lo que puede y no puede comer un diabetico. Un diabetico que diga que se comio una buena porcion de pizza o se mando un buen plato de ñoquis....esta en problemas. Un familiar que tenga a diabeticos en casa y que diga que ellos estan de lo mejor, y que comen lo mismo que come uno....estan en problemas. Rige ahi un espanto de ignorancia referente a dietas y a lo que no debe comer un diabetico. Que si para eso ACASO no esta la medicina ?y chau, o uno va y se inyecta y chau....no. Nada de eso esta bien. La dieta es necesaria para poder controlar mejor la enfermedad. Y si, las etiquetas debieran de ser mas explicitas en lo que va de azucares y proteinas....pero seria fabuloso que venga todo escrito en buen español.

  2. Si te tomas el tiempo en mirar aunque sea con una lupa, las letras chiquitas veras por ejemplo que los cubitos para darles sabor a las sopas tienen 994mg de sal por cubito. Lo que es bastante sal. Claro que acrecienta el sabor de las sopas y de las comidas, pero ojo que es mucha sal. Conviene cortar el cubito por la mitad y asi darle igual sabor pero con menos sal. Otra que se las trae es el glutamato monosodico, que es el verdadero asunto de darle sabor a las comidas. El glutamato es bueno para eso pero luego no tan bueno para la salud , que puede dar hasta dolores de cabeza. Pero bueno, algo hay que comer y la comida hay que confeccionarla con la ayudita de los acentuadores del sabor, pero combinando con productos naturales tambien. Si compras yogur mira que diga que tenga probioticos, que son buenos para la flora intestinal. Y ya que estamos, con intestinos felices, hay una mente feliz. Feliz año que se avecina, y a mirar bien que nos metemos a la boca, principalmente para estos dias....

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