En las últimas horas, se confirmó el procesamiento de Luis Omar Chocobar, el policía que mató a un delincuente luego de que éste apuñalara, el 8 de diciembre del 2017, a un turista en la boca que estuvo al borde de la muerte.
El delito por el cual está siendo acusado el uniformado, esta caratulado como “Homicidio agravado por uso de arma de fuego en exceso en el cumplimiento de un deber”, y lo último que trascendió, es que la Cámara Nacional de Casación Penal rechazó una apelación presentada por el abogado del policía con la cual pretendía revertir el procesamiento.
Por tanto, la acusación queda firme, incluso, el Tribunal de Casación, quiere que la causa se remita a primera instancia y que el trámite continúe, es decir, que se eleve a juicio oral y público, lo que está próximo a suceder.
Vale destacar que el delito, por el cual esta siento procesado Chocobar, es sumamente grave, lo que mayor complejidad le genera es la filmación, y en una reconstrucción de lo acontecido, los jueces entendieron que tuvo una primera intervención adecuada, pero que luego se excedió de los límites impuestos tanto por el Código Penal, como por la normativa de la policía, realizando cuatro disparos en plena vía pública y matando por la espalda al delincuente.
Si bien el procesamiento continúa, la Cámara del Crimen desestimó el embargo de 400 mil pesos que en un principio pretendía efectuar el juez Enrique Gustavo Velázquez, aunque todo se encaminaría hacía el juicio oral y público, acrecentándose la polémica a raíz de la politización de la discusión, ya que Chocobar fue recibido y atendido en la Casa Rosada por el presidente, Mauricio Macri, y por la titular de la cartera de Seguridad, Patricia Bullrich.
Es dable recordar que el pasado 16 de febrero de este corriente 2018, la sala 6º de la Cámara del Crimen confirmó este procesamiento e introdujo el cambio de caratula, ya que hasta ese momento se utilizó la figura de “legítima defensa”, lo que generó una nueva discusión por su aplicabilidad para las fuerzas de seguridad.
En ese momento, el cambio de caratula desembocó en la que hoy complica al uniformado, haciendo un detalle pormenorizado de lo que acaba de confirmar la Cámara de casación, por lo que se fue conociendo del actuar contra el agresor.
Los hechos ocurrieron más o menos así: una vez cometido el delito, el delincuente quiso darse a la fuga y se encontró con un Chocobar dando la voz de alto, tras la continuidad de la fuga del ladrón, el policía dio un aviso con un disparo al aire, hasta ese momento, la Cámara del Crimen, ahora confirmado por la Cámara de Casación, declararon que todo estaba bien, pero luego cuando apuntó y tiró a matar, estando el delincuente de espalda, dicen que es un exceso en su deber.
“Concluyó en un acto excesivo que merece ser juzgado”, esa es la frase que usaron los jueces como conclusión de una acusación que queda firme, en un caso controvertido y altamente politizado.
Según el artículo 34 del Código Penal, la situación ya conocida entre el delincuente y el oficial no sería punible si Chocobar hubiese actuado en legítima defensa, lo cual, se ve en el video, no sucedió.
En diálogo con Tribuna de Periodistas, el abogado penalista Maximiliano Legrand, explicó que “cuando una causa es elevada a juicio oral significa que hay muchas pruebas en su contra y que hay una alta probabilidad de que sea condenado” además supo mencionar que “hay que ver cuál es la hipótesis defensiva que se basa en un cambio de calificación y tiene que ver con decir que lo hizo en defensa personal o que de alguna manera lo hizo en exceso de legítima defensa” aunque hay que destacar que “la Cámara Nacional de Apelaciones modificó la calificación y le puso homicidio agravado, lo cual le daría una pena alta”.
El letrado también agregó que “es grave que se considere que un homicidio puede estar justificado en la opinión pública, pero en el ámbito jurídico no hay dudas de que es un homicidio agravado. Por lo menos es lo que se ha dicho, porque Chocobar lo persigue, le dispara y lo ejecuta por la espalda” sin mencionar que “hay una filmación, hay testigos, entonces casi no hay dudas al respecto. Evidentemente hay un alto pronóstico de condena y creo que le van a imponer la pena. La calificación depende del criterio y depende de los jueces. Depende también del criterio de muchos temas complejos como es el tema de la culpabilidad, el grado de reprochabilidad que se le pueda dar”.
Al ser consultado sobre como ayudaría a Chocobar que la caratula pase a ser “exceso en legítima defensa”, Legrand supo responder que la condena “se reduce considerablemente y podría incluso quedar en libertad condicional. Hay una diferencia importantísima. El exceso en legítima defensa es totalmente excarcelable. El tema es que los jueces tienen que ver cuáles son las circunstancias del actuar. Aparte yo creo que también va a haber una gran presión política, porque yo creo que puede haber alguna incidencia del Estado que tiene una opinión con respecto a este tipo de hechos”.
Tras lo antes dicho, se le consultó sobre la posibilidad de un indulto (poder que posee un presidente para excarcelar a una persona), a lo que respondió: “es posible jurídicamente, ahora no necesariamente lo va a hacer, no sé cuál sería el criterio. Evidentemente el presidente ya formó una opinión con respecto a esto y hay que ver si sigue con esa opinión o la cambia luego de las pruebas que se han visto en la causa. Capaz el presidente creía que Chocobar había actuado realmente en legítima defensa, eso lo sabe solo él. Sería algo escandaloso que fuera indultado, es decir, podría estar legitimándose la ejecución por parte del personal policial hacía una persona que roba, yo creo que sería bastante complicado un indulto a nivel status quo” agregando: “Hasta incluso se podría hablar de responsabilidad internacional del Estado, porque legitimar esa conducta implicaría una legitimación de una ejecución sumaria de una persona. Es peligroso a nivel comunicación de la ley hacia la sociedad”.
También le confió a este cronista una explicación sobre la formación policial: “El personal policial, por lo general, no está capacitado para hacer un simple procedimiento. Imagínate que nosotros en las actas de procedimiento vemos horrores de ortografía. No hay preparación ni siquiera intelectual, hasta por ejemplo los mismos policías han eliminado en algunos casos el requisito de tener el secundario completo. Entonces, evidentemente, darle el poder para ejecutar, a una persona presuntamente culpable, a personas que no están capacitadas, a veces, no en todos los casos obviamente, para ejercer bien una función que es tan delicada y tan importante como la seguridad, podría ser algo escandaloso”. Y se explayó diciendo: “convertís en juez y parte a una persona que ni siquiera está capacitada para un procedimiento, en la mayoría de las ocasiones. Legitimar eso es peligroso para mí. Nadie está exento de una posible arbitrariedad policial, hoy es esta situación y mañana puede ser que en algún momento algo salga mal en un procedimiento y te conviertan en delincuente, en presunto infractor y te hagan acreedor de un disparo”.
Esto último desembocó en otra pregunta, ¿Quién tiene mayor responsabilidad, el policía que disparó o aquellos que no supieron educarlo?
Lo que explica Maximiliano Legrand es que existen dos tipos de responsabilidad: la política y la penal. La responsabilidad política es la que se encarga de educar buenos oficiales, si esta falla, van a seguir aconteciendo casos como este.
El comienzo del fin
Hace ya unos años que se viene peticionando desde la sociedad hacia las autoridades una mayor cantidad de policías en las calles, el problema es que no se toma el tiempo necesario de preparación, sino que se busca enviar mayor cantidad de oficiales a la vía publica en el menor período temporal posible, entonces la formación en muchos casos es insuficiente.
Sobre la base de la mala formación, el abogado contó que “hay un montón de problemas, que ocurren por esta poca formación por parte de policías. Desde nulidades en los procedimientos, hasta inocentes que terminan siendo enjuiciados y condenados porque un policía no actúa profesionalmente y lo que hacen es cumplir con ciertos cupos, armar causas, de esos hay un montón”
“Entonces el gatillo fácil es un homicidio tan grave como el homicidio que puede realzar un ladrón y hasta incluso tiene cierta gravedad extra, porque todo lo que realiza un policía, por lo general, tiene una presunción de legitimidad, es decir, se presume que actuó dentro de la ley. Aparte Chocobar salió diciendo, ‘lo volvería a hacer’ como si hubiera hecho algo bueno. Lo que dijo básicamente es: ‘lo mate a sangre fría y lo volvería a matar a sangre fría’, porque aplica la ley como si fuera una especie de ley del talión” finalizó el letrado.
Conclusión
Como ya se ha mencionado con anterioridad en este portal, no se necesita una mayor cantidad de policías en la calle, esa es solo una salida fácil que, como ya se ha demostrado, no es viable. A su vez, para terminar con la delincuencia, hace falta una política de Estado a largo plazo. La vehemencia de la sociedad y a inoperancia del Gobierno no nos van a llevar mas lejos.