Rolando Graña debe ser uno de los peores periodistas de la Argentina. A la cabeza entre los que cobraban dinero de la AFI (exSIDE), supo hacer las operaciones más insólitas que alguien pueda imaginar.
Todo a cambio de suculentos sobres que le pagaba el entonces hombre fuerte del espionaje vernáculo, Fernando Pocino. Ello fue expuesto aquí, con gran precisión y sin una sola desmentida por parte de Graña. Todas y cada una de sus “operetas” fueron mostradas, como cuando intentó desmentir las denuncias de Jorge Lanata contra Lázaro Báez. Fue su mayor papelón.
Ahora, en una suerte de remake de los días del kirchnerismo, el “periodista” ha salido a relativizar las presentaciones judiciales que se hicieron contra Néstor y Cristina… y sus principales funcionarios (Ver al pie).
Para Rolando Graña —conocido en el medio como “Largando Roña”— todo fue un invento mediático de Clarín y otros grupos supuestamente monopólicos. O sea, Amado Boudou, Aníbal Fernández, Ricardo Echegaray y toda la runfla que gobernó y saqueó la Argentina durante 12 años son más buenos que la madre Teresa de Calcuta.
Es obvio que la defensa del periodista-operador no ha sido gratis. Como tampoco es gratuito lo que hace el canal América en los últimos tiempos.
El rating empieza a abandonar al canal de los siempre oscuros Vila y Manzano, según las últimas mediciones de Ibope. Hasta Canal 9 lo desplazó en preferencia popular y lo arrojó al 4º puesto (de un total de 5 canales), venciendo sólo a la TV Pública.
La gente no come vidrio, y ya no tolera a operadores como Graña, Viale, Fantino y demás. Ya ha debido tolerar demasiado. No más.