Un anónimo fue la mecha que condujo hacia Héctor Luis Ponce, líder de ATILRA, también autoridad en la Confederación de Asociaciones de la Industria Lechera, en la Obra Social del Personal de la Industria Lechera y en una fundación vinculada a la primera de ellas, para ser investigado por presunto lavado de dinero junto a su familia.

El anónimo en cuestión -que eran papeles e información entregada en un pen drive- cayó en manos del fiscal federal Eduardo Taiano: en él se informaba que en ATILRA se estaba manejando una "caja millonaria" a partir de los aportes de los trabajadores y que ese dinero era mal administrado.

Concretamente, se refería a que Ponce utilizaba el dinero para sponsorear clubes de fútbol, obras de teatro y espectáculos musicales e, incluso, a boxeadores: pero no sólo eso, sino que con dinero del sindicato contrataba servicios a empresas de sus familiares o bien compraba bienes que previamente habían sido comprados por ellos.

Una sospecha está vinculada con la clínica Diez de Septiembre de ATILRA, donde se instalarían prótesis de manera indiscriminada y el costo de atención de cada paciente se duplicaba o triplicaba en comparación con cualquier otro prestador.

Incluso, ya el Juzgado de Luis Rodríguez avanzó en ese sentido citando a declaración testimonial a algunas personas.

El crecimiento patrimonial del propio Ponce ya es llamativo: de tener 761.656,78 pesos en 2010 pasó a tener 3.051.597,16 pesos cinco años después.

Incluso mejor le fue a su hija, Natalia Ponce, quien tiene registrada como actividad la venta al por menor de libros mediante su empresa "Paloma Libros", ubicada en 1 de Mayo y Avenida de las Américas 45.

Tal cual informó AFIP en 2010 ella tenía un patrimonio de 279.100 pesos y en 2015 ya unos 6.269.799,73 pesos.

También es investigado el yerno de Ponce y esposo de Natalia, Walter Antonio Zurrian, quien tiene declarada como actividad la venta al por menor de prendas y artículos de vestir.

Fueron buenas cosechas para él, ya que en 2010 contaba con un patrimonio de 13.143,73 pesos y cinco años más tarde 1.054.179,36 pesos.

Natalia Ponce incluso es titular de seis inmuebles en la provincia de Santa Fe y tiene participación junto a su esposo en Aerosun S.A y Fundación ATILRA: incluso consta que en 2012 el gremio le pagó a ella 2.675.400 pesos por la compra de un inmueble.

A partir de allanamientos pedidos por el fiscal y ordenados por el juez federal Luis Rodríguez se bloquearon cuentas bancarias de Héctor Ponce, su hija y el esposo de ésta por un total de 9.002.993,67 pesos y 444.621 dólares.

También se observan los consumos de tarjeta de crédito a nombre de ATILRA hechos entre agosto de 2015 y el mismo mes de 2017 y llegan a los 920.051 pesos: los de tarjetas de crédito a nombre de la obra social durante 22 meses a su vez trepan a sumas que van desde los 170.012 a los 823.615 pesos.