Al principio de esta semana, tanto en la radio como en la tele, hice una columna advirtiendo que hay en marcha un plan para derrocar a Mauricio Macri.
Este es un párrafo textual: “Cada vez que en reuniones de balance kirchnerista aparece la autocrítica sobre los motivos por los que perdieron la elección con un gato como Macri, lo primero que dicen es que fueron demasiado tibios. Eso es lo que creen. Que si vuelven al poder tienen que ser revolucionarios de verdad y no meros reformistas. Eso implica expropiar a los grandes medios de comunicación, encarcelar disidentes, quitarles las empresas a los oligarcas y millonarios (menos a Cristina y sus amigos, por supuesto) y al que asome la cabeza Fidel/duro con él”. Luis D’Elía ya lo dijo en forma explícita: “Nicolás Maduro tendría que fusilar a los opositores para que no le pase lo que le pasó a Perón”.
Es decir que Luis D’Elía ya había propuesto el mecanismo fascista del fusilamiento para zanjar debates políticos.
Ayer, entrevistado por otro nazi que fue expulsado de Cronica TV por nazi, Luis D’Elía alentó a “fusilar a Mauricio Macri en la Plaza de Mayo y delante de todo el pueblo”. Justificó semejante locura criminal porque según él, “Macri es un mafioso, un ladrón y un hijo de mil putas”. Esta incitación pública al asesinato y a la violencia colectiva debería hacerse porque “tanto San Martin como Belgrano fusilaron a los traidores”. El delirio también incluyó un insulto a los argentinos a los que calificó de “Pueblo pelotudo”, tal como Oscar Parrilli fue bautizado por Cristina, la comandante en jefe de los golpistas y ladrones. En la cumbre de su delirio dijo que Macri quiere “un planeta gobernado por las corporaciones y sin democracia”
Y finalmente abrió el paraguas asegurando que Macri tiene el camino de la represión y el fraude porque manejan el correo y el sistema de votos.
Algunas reflexiones frente a tanta basura y resentimiento.
¿Quién decide a quien hay que fusilar? ¿Es solo a Macri o también a su gabinete? ¿La amenaza de asesinato también incluye a los votantes de Macri? ¿Cómo es que el kirchnerismo ganó 3 elecciones seguidas si hay una posibilidad de fraude?
A esta altura hay que decir que los compañeros de ruta de Luis D’Elía deberán salir urgente a repudiarlo. De lo contrario vamos a pensar que todos piensan como él y que esa es su propuesta electoral: fusilar a los que no piensan como ellos.
Le recuerdo que este energúmeno ya estuvo preso y salió por las garantías constitucionales que ál prefiere no respetar. Falta simplemente un trámite para que quede firme la condena a cuatro años de prisión con la que fue castigado por haber cometido cinco delitos durante la violenta toma de la comisaría 24 de La Boca.
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal número 6 también lo inhabilitó por 8 años para ejercer cargos públicos y le prohibió salir del país sin autorización porque lo encontró culpable de atentado a la autoridad agravado, lesiones leves a un policía, incitación a cometer delitos, privación ilegal de la libertad y usurpación, todos delitos cometidos en concurso ideal.
Para que D’Elía quede encerrado en una celda falta que la Cámara Federal de Casación resuelva las apelaciones que hicieron sus abogados. Uno de ellos es Juan Grabois, el amigo del Papa Francisco y asesor del Consejo Pontificio del Vaticano.
El soldado defensor de Chávez y Maduro, de Cristina y de Irán, aseguró que es un perseguido político por Macri que utiliza al poder judicial como una fuerza de choque de su gobierno.
D’Elía tiene muchos problemas para interpretar la realidad. Pero el más grave es que se ve a sí mismo como un líder carismático de los humildes y es un muchacho rechazado una y otra vez por sus propios compañeros.
Su imagen es tan negativa. Está tan asociada a la violencia patotera y al stalinismo jurásico que solamente consiguió 15 mil votos en las elecciones y quedó afuera de todo. Ni siquiera pudo superar la barrera de las primarias.
Pero eso no es todo. Su propia jefa Cristina lo discrimina una y otra vez. Primero, no dejó que su partido llamado MILES se sumara a Unidad Ciudadana. Cristina no autorizó que se colgara de sus polleras. Después ocurrió algo más grave y denigrante. El mismo D’Elía confesó, a través de Twitter que Oscar Parrilli le pidió que no fuera al acto en la cancha de Racing porque era “piantavotos”.
Como puede verse no fue el imperialismo yanky ni el grupo Clarín o la oligarquía de La Nación los que lo ningunearon. Es el votante bonaerense y sus propios ídolos políticos. De hecho, terminó su discurso de barricada gritando viva Néstor, viva Cristina.
Es tragicómico como D’Elía pone la otra mejilla. Cristina le pega un cachetazo y el agacha la cabeza y acepta. Una vez se cansó y dijo que, ante la detención de dos patriotas y héroes como Julio de Vido y Amado Boudou, Cristina no podía hacerse la pelotuda.
El fracaso más grande de alguien que aspira a ser dirigente político o social es que no lo quiera nadie. O muy poca gente. Y sobre todo que lo desprecien sus conductores. D’Elía tiene la peor condición de kirchnerista. La que quiere ser y no lo dejan. Los muchachos de La Cámpora huyen de su lado y el sigue llamando a la resistencia a este gobierno “dictatorial conducido por un mal parido como Macri”. Quiero creer que no va a pretender entrar a la Casa Rosada o al Congreso con 40 muchachos a las patadas como lo hizo en la comisaría de La Boca. Quiero creer que no va a empezar a los golpes de puño como hizo contra un manifestante, productor agropecuario, que protestaba contra la 125 durante la guerra que Cristina le declaró al campo.
La ideologitis y el odio de clase que exhibe con orgullo no le han permitido a Luis D’Elía erigirse en un referente de nadie. Y eso que dinero no le faltó nunca. Hubo un momento en que él era diputado y tanto su esposa como sus cuatro hijos tenían cargos en el estado. Un país bancando la militancia de una familia entera. Disvalores del autoritarismo cleptocrático que nos gobernó más de 12 años. Incluso alguno de sus hijos tuvo que renunciar acusado de haber ingresado al ANSES sin los requisitos correspondientes.
Luis D’Elía está en problemas. No solo porque en cualquier momento será detenido y llevado nuevamente con chaleco antibalas y casco al penal de Ezeiza o de Marcos Paz. También porque tiene que dar explicaciones por el rol que jugó, según la denuncia de Alberto Nisman, en el encubrimiento de los terroristas de estado que volaron la AMIA.
Se lo puede ver en fotos con líderes extremistas iraníes y prófugos de la Justicia como Moshen Rabbani y personajes que apuestan o apostaron a la violencia como partera de la historia como Fernando Esteche (el ex comandante de Quebracho acuchillado por sus propios ex compañeros) o Roberto Perdía (el ex integrante del estado mayor de Montoneros). Antisemita fanático, permite que su amigo Jorge Khalil, trate al canciller Héctor Timerman de “ruso de mierda”. En esa conversación puede escucharse cómo su amigo Yussuf Khalil le cuenta que él había presentado un texto parecido redactado por Esteche y ambos ríen como burlándose de las víctimas y los familiares de la AMIA. Ese tramo de la escucha es directamente vomitivo. Es la expresión más cruda de un régimen homofóbico que niega el holocausto y la democracia. Horacio Verbitsky, el titiritero de Timerman, dijo que D’Elía es un vende humo y que exagera su llegada a la Casa Rosada para subirse el precio y fanfarronear. En varios audios D’Elía aparece asegurando que habla con frecuencia con Oscar Parrilli, Julio de Vido y hay más información que lo vincula con el jefe de La Cámpora, Andrés “El Cuervo” Larroque´, como nexo con la presidenta de la Nación. Y como si esto fuera poco, sabemos que alquiló a un grupito de la barra brava de All Boys para un acto a favor de Palestina y donde la consigna principal era “basta de sionismo nazi”. Se puede escuchar con nitidez la voz llorona de D’Elía decir que le tuvo que tirar unos “manguetes” a los muchachos que se portaron bien. Les dí 25 lucas, dice en un momento. Pregunta al paso: ¿Cuál es el gesto emancipador del hombre nuevo que paga peaje a unos salvajes para que vayan a hacer número y despelote en un acto? ¿De dónde sacó los 25 mil pesos que en ese momento eran casi diez jubilaciones? ¿Era dinero de sus ahorros y se trata de una donación generosa? ¿Es plata que le dio Parrilli, De Vido, Larroque o unos riales que es la moneda de Irán? ¿A cuánto estará el Rial en el blue?
Lo digo porque el propio Sergio Szpolski, el empresario que más pauta publicitaria recibió del gobierno para que vaciara sus medios K, puso en twitter que Luis D’Elía era “un ladrón que recibía cheques de Irán”. Hoy los fantasmas se le acumulan a D’Elía. La impunidad se termina en la Argentina. Y está a un paso de volver a la cárcel aunque quiera fusilar a todo el mundo.