Por más que les pese, los peronistas “no kirchneristas” saben perfectamente que es Cristina Kirchner quien no sólo más votos justicialistas cosecha en una elección, sino que además es, quien más gente moviliza en un acto.
Y también saben que, paradójicamente, con la expresidenta como candidata perderían cualquier elección, especialmente a nivel nacional.
Ninguna encuesta medianamente seria da ganadora a CFK en un eventual balotage frente a Mauricio Macri, máxime después de la aparición de los "cuadernos de Centeno".
Es más que evidente que la aparición de las tristemente anotaciones son un certero golpe al corazón de las aspiraciones de Cristina a un posible —y soñado— tercer mandato.
Un párrafo aparte merece la única explicación que esgrimen los kichneristas sobre los cuadernos, y es que los originales no aparecen.
Y en este sentido debemos decir que en realidad no hace falta que aparezcan. Ya están digitalizados fehacientemente, prueba de que existen o existieron, que no son fantasmas, que lo que importa es lo que dicen, su veracidad, y que ello se comprueba hora a hora.
Pero hay más: ni hacen falta los cuadernos. Con solo hablar y contar es suficiente. Lo verdaderamente importante de los cuadernos fue que Centeno —y otros— especialmente empresarios, se arrepintieran y hablaran.
Incluso podrían ser hasta anónimos, como el Mio Cid. Lo único que importa es la verosimilitud, que su contenido sea comprobable, como está ocurriendo, con arrepentidos, fotos y filmaciones.
Pero volviendo al dilema del peronismo en general, y el de Cristina en particular, el punto en cuestión es el desafuero de la ex presidenta.
Los peronistas están divididos. Por un lado, José Luis Gioja y Miguel Pichetto —entre otros— han decidido inmolarse para defender a CFK y no dar el desafuero. Luego están los "Urtubey boys" que están haciendo arenga para lo contrario.
A su vez, desde el Peronismo Federal dejaron en claro que un posible frente electoral entre Cristina Kirchner y Hugo Moyano los aleja aún más.
Entretanto, Urtubey y Massa están convencidos de que sólo conformando un frente con otras fuerzas como el socialismo santafesino, el radicalismo no alineado con Cambiemos, Libres del Sur, el GEN y otras fuerzas provinciales, pueden llegar al gobierno sin Cristina.
Por estas razones, ni más ni menos, los peronistas analizan en detalle el posible desafuero, o no, de la senadora Fernández de Kirchner. Por lo que pudo saber Tribuna de Periodistas, los votos darían para lograrlo, al menos hasta ahora.
Las negociaciones son furiosas en estas horas, y no cesan un segundo. Por eso mismo, en el seno del peronismo hoy no se encuentran en un laberinto: están transitando por un callejón sin salida que tiene nombre y apellido: Cristina Fernández.