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La historia es repetida, y podría explicarse por el comportamiento de algunas variables macroeconómicas. Una lectura de manual, sin dudas.
La inflación, precios que se elevan más allá de lo estimado en los modelos, incremento sustancial del interés por financiamiento, adquisición a largo plazo de diversos bienes a modo de cobertura frente a la suba de su valor, políticas monetarias de estímulo y el ingreso de nuevos actores al mercado, son los indicadores de una nueva crisis traducida en burbuja y recesión que podría manifestarse entre mediados de 2019 e inicios de 2020.
Sin embargo, muy pocos parecen advertir que el mayor peligro hoy es un factor exógeno al conjunto tradicional de fenómenos observables que clásicamente definieron los llamados ciclos económicos.
En esta nueva realidad, si bien la volatilidad de los mercados es muy alta, a lo que se suma el Brexit (salida de Gran Bretaña de la Unión Europea), y otros hechos no menos relevantes, el sistema financiero global cuenta con más liquidez, más transparencia y un volumen superior de capitales.
Sin embargo, la guerra en el Quinto Dominio recién empieza. Los ciberataques, cada vez más potentes, más sofisticados, orientados a estructuras críticas, constituyen hoy la primera amenaza, dejando los puestos restantes a las variables tradicionales.
Se adjudica a países como Irán, China, Rusia y Corea del Norte, gran parte de los hackeos, robos de datos, las serias alteraciones producidas a sistemas informáticos en los últimos años.
Paradójicamente, a pocos días de la denuncia formal y embargo que el Gobierno de los Estados Unidos trabara sobre las cuentas bancarias del hacker norcoreano acusado del ataque mundial del ransomware Wannacry, el nivel de riesgo del sistema financiero global, en lugar de atenuarse se ha elevado.
Esta nueva forma de terrorismo, desarrollándose a una velocidad abrumadora, digitada desde las más altas esferas del poder internacional y que cuenta con verdaderos ejércitos ocultos, pero plenamente activos en el ciberespacio, es lo primero que puede desencadenar una nueva crisis económica mundial que, dada su atipicidad, puede resultar mucho más compleja de resolver, demandando mayores tiempos de ajuste, y consecuentemente, mayores pérdidas, muchas de las cuales podrían ser irreversibles, haciendo sentir sus peores efectos sobre la población más vulnerable.
Las crisis cíclicas del capitalismo son una parte intrinseca de éste, pero a pesar de eso y merced al desarrollo tecnológico, que se inició con el motor a vapor en la Inglaterra de comienzos del siglo XIX, que ha aumentado exponencialmente la capacidad del ser humano en producir bienes y servicios, especialmente post 2da. GM, cuando los yankis impusieron su modelo de la democratización del consumo en el mundo y el desarrollo tecnológico se aceleró. Éste tiene también consecuencias negativas e impredecibles en cuanto al daño que puedan causar, como las que señala el artículo, pero tenemos que esperar que sean superadas. El accionar del ser humano dotado del poder que les confiere la ciencia y su hija putativa: la tecnología, puede bien llevarnos al fin de la especie, como se sabe que puede ocurrir por el desarrollo de las armas atómicas, por ejemplo. Yo espero que si ocurre, no lo sea pronto, así para mi ya se habrá terminado el mundo y no me va a afectar.
Este tipo de ataques digitales, hace tiempo son la AMENAZA sistémica. Se han apoderado de fondos de Estados como el de Malasia. Han ingresado a dominios de agencias secretas de paises de 1er orden. Se supone que alertados de esta amenaza, en beneficio de SUS propios intereses, las grandes corporaciones han tomado las medidas correspondientes. Es dificil pensar que empresas como SAP y ORACLE no hayan reforzado sus habilitaciones para evitar intrusos, que podrìan significar el fin de dichas empresas, ya que sostienen con sus modelos a grandes grupos empresariales de rubros diversos e inclusos reparticiones u organismos Estatales. En todo caso, como toda crisis, esto puede significar para muchos profesionales de sistemas mayor ocupaciòn para desarrollar software específicos para CADA contratante y asimismo generar alertas protectivas de conocimiento restringido.
NO PASA NADA, CALMATE Y TOMATE UN GANCIA CON SODA Y LIMON.