Las charlas mañaneras en nuestro pequeño pueblo, mate por medio, quizá sean muy similares a las de cualquier rincón de nuestro hermoso territorio interior, ese que en las grandes ciudades, por la vorágine de la vida que se lleva resulta imposible saber que existen. Así las cosas, también gracias a los medios de comunicación, participamos activamente de la actualidad porque somos parte de la misma gente que trabaja y lucha por ver algún día un país mejor. ¿Qué hicimos mal los argentinos para vivir así?
Desde un sector, algunos nos dicen que este es el resultado de épocas “neoliberales” y de la otra vereda acusan a los "populistas". Lo cierto es que ambos nos dejaron al país en la miseria, con drogas, corrupción, robos , asesinatos, violaciones, jubilados al borde de la desnutrición y ni hablar de los niños, jóvenes madres que recurren a un embarazo para recibir algún subsidio, chicas y chicos que como no estudian ni trabajan les regalan unos pesos para hacer mas placenteros sus días de ocio y así no molestan a los modelos de turno y después el día de las elecciones les ponen la boleta del Partido político en el boilsillo, funcionarios en el banquillo de los acusados todos los días desfilando por los Tribunales, subsidios multimillonarios a los amigos del poder que fueron a parar a sus bolsillos y no para los que fueron destinados, rutas destruidas, falta de luz, gas, aumentos desmedidos en los medicamentos, aumentos en los combustibles cada 15 días, la canasta familiar por las nubes cuando nos dicen que está al alcance de todos y la realidad ya la conocemos.
Mi vecino, que es un hombre de “pocas pulgas”, me dijo que está “repodrido” de tanta mentira porque con tantos años de gobiernos de todas las ideologías y con todo el dinero que han recibido para solucionar los graves problemas que tenemos, es imposible creer que la culpa es de los otros, esos otros que no sabemos quiénes son porque a la vista del ciudadano común, son todos iguales. Al final de cuentas, los dos coincidimos en que la culpa es de nosotros por no saber elegir a la gente que nos va a administrar los bienes y capitales del Estado y le firmamos un contrato con los ojos cerrados a dirigentes que en algunos casos después nos enteramos, no tienen los estudios finalizados para ocupar cargos de responsabilidad.
Los Caudillos nunca se fueron de la escena nacional, pues si bien es cierto no hay rostros visibles en la Televisión o los Diarios, cada pueblo por más pequeño que sea tiene el suyo y es el que decide quién será candidato a Concejal, Diputado o Senador y aún están frescas en mis oídos las palabras de quien en vida fuera una de las damas más poderosas de la industria argentina como fue Amalita Fortabat cuando dijo …”A Palito Ortega lo hice Gobernador y si quiero lo hago Presidente”…y la verdad es que mucho no faltó para cumplir sus intenciones.
Todavía falta un año para las elecciones de 2019 y en cada provincia, los medios oficiales muestran las fórmulas con los candidatos que se van a presentar para "la consideración del votante", cuando todos sabemos que desde el poder se arreglaron todos los números. A los nobeles candidatos, se los muestra en un torneo de truco, la inauguración de un grifo en un lugar alejado, llevando "curitas" para la sala de primeros auxilios, entregando un subsidio que debería retirarse de alguna oficina contable estatal, en una carrera de embolsados y todas actividades sin trascendencia social como para darle mérito al aspirante a un cargo.
Nadie duda que Argentina ha caído en las garras de la anarquía institucional, pero los ciudadanos de a pie, los que pagamos los impuestos, consumimos y vivimos el día a día, lamentablemente no podemos hacer nada porque ya no tenemos voz y mucho menos votos.
La Democracia bien entendida se ejerce con honestidad, sin oscuridad ni trampas para diferenciarla de la dictadura.
Ahora se han juntado como fósforos en cajita, los residuales de un PJ inexistente con gremialistas devaluados que, uno a uno, irán desfilando por la justicia para explicar como hicieron para hacerse millonarios con el sueldo de un trabajador (al que dicen defender)
Leemos en la web ECD confidencial "Malos políticos, no es lo mismo que políticos malos”.
Entre nuestros políticos hay de todo y, en ese todo, estamos acostumbrados a ver falsos, mentirosos, corruptos, cínicos, ‘trepas’… pero eso, con ser deleznable, a veces, se queda solamente en el ámbito político y esos tales hasta pueden –por raro que parezca- ser medianamente buenos como personas.
Pero como esa bondad es difícilmente compatible con las ‘virtudes’ que atesoran en su vida pública, al final, todo aflora y nos encontramos ante políticos que son malos, que son malas personas. Hay malas personas que, por venganza, por odios personales, por rencores, por ambiciones de poder o por salvar el propio pellejo, no dudan en cruzar fronteras que una buena persona, aún dedicada a la política, nunca traspasaría. Y esa maldad, ya sea por quienes ejercen el poder, quienes están en la oposición o quienes se pasean por los juzgados o por los patios de las prisiones, debería hacer reflexionar a los ciudadanos sobre la catadura de algunas personas que ostentan, han ostentado o aspiran a ostentar, responsabilidades en la gestión de los intereses comunes.
"La política es el arte de impedir que la gente se meta en lo que sí le importa". Marco Aurelio Almazán, escritor.
Ricardo Bustos
Locutor Nacional – Comunicador, Capioví – Misiones
bustosparrados@yahoo.com.ar
Bala y fuego para todos los funcionarios y ex funcionarios públicos, para jueces, senadores, diputados, etc. Es la única forma de que sientan algo, sino se seguirán cagando en todo y en todos. Hace cientos de años que pasa lo mismo, no importa el discurso oportunista, genero, bandera que tengan....son un cáncer para el país.