“La dictadura del futuro no necesitara de bayonetas y de métodos del terror…seducción, drogas y publicidad bastarán”. (Aldous Huxley).
Son tiempos de “Poder blando” y esto lo anuncia Huxley y todos los estudiosos del actual momento cultural. No hay más poderes coactivos estalinianos o nazis que se fundaban en el No y la presión como dominio. Ahora el dominio se da con el Sí. “Todo lo puedes hacer”. En el campo de los estupefacientes esto se da tal cual. “Tú puedes hacer lo que quieras” e incluso drogarte. Tú decides. Ya no hay más un Amo explotador; “sos el Amo de vos mismo”. Luego ese Amo de sí mismo se va transformando en el esclavo de sí mismo. El dominio adquiere otras formas más suaves y seductoras. La marihuana ya está ahí en las “góndolas de las post-modernidad”. Todo se puede, “ahí la tenés”. Sos libre pareciese decírsele al “futuro esclavo”.
Canadá está de fiesta. La “nueva feligresía” post-moderna hacía colas donde cientos de canadienses el viernes pasado en Montreal esperaban la apertura de los negocios de venta de marihuana. Yerba, tortas, lápiz de labios, ungüentos, cremas , sales de baño ; todo esto para pertrecharse en la casa con los nuevos productos que asegurarían la “luna de miel” de un relajamiento inicial. Esta “feligresía” no iba a un sagrario como se puede ver en los que van a Lujan o a San Cayetano sino que la cola anunciaba que miles buscaban la pócima diaria que ya no era la comunión sino la común-unión con aquello necesario para vivir. Las peregrinaciones de hoy son diferentes. Tiempos profanos los actuales y también tiempos químicos.
Canadá como miembro de la OCDE (libre comercio) y miembro del G7 tiene un impacto que no lo tiene Uruguay (legalizó su uso) ya que como país parte de un tratado de libre comercio con U.S.A. Además tiene 36 millones de habitantes con 5 millones de consumidores de marihuana y con un alto índice de adictos a estupefacientes.
Al ver el video me asombré ya que mostraba el efecto social de este cambio de paradigma. El Estado está asociado a la venta de alucinógenos libremente. J.Trudeau, primer ministro de Canadá, quizás el más presuntuosamente y desafiante post-moderno de los gobernantes de hoy logró esto y grandes capitales se asocian así como los que forman la matriz progresista en el ámbito político (desde los liberales y hasta lo hasta ayer marxistas). Los narcos aplauden porque aumentan la cantidad de clientes como está demostrado en Holanda y Uruguay.
Desde esta columna semanal vengo alertando de los avances de “colonización” social de empresas de grandes grupos farmacéuticos aprovechando la clientela incipiente de estupefacientes. La primera tarea confesada por estos grupos fue cambiar la percepción de la marihuana. El “Caballo de Troya” fue el cannabis medicinal bien trabajada por equipos de marketing y aprovechando el mercado americano en donde 30 Estados permiten su venta. La confusión entre cannabis medicinal y el “porro” de marihuana sirve a estos fines. En la consulta diaria para iniciar un tratamiento se ve esto. Las familias consideraban que el “porro” era inocuo o incluso medicinal mientras los hijos se iban poniendo abúlicos, apáticos y se desmotivaban.. La batalla se había ganado. La marihuana estaba en la calle.
Tiempos de marketing y negocios
Cronos Group, empresa que cotiza con grandes réditos en W. Street asegura la provisión de todo, desde el cannabis medicinal hasta los distintos productos de la marihuana desde la yerba habitual hasta los más diversos productos alimenticios y cosméticos. Los colombianos como nunca y bajo la “bendición” de los acuerdos de paz producen droga (marihuana, cocaína y opiáceos) y gran parte de esa producción de cannabis irá a las multinacionales farmacéuticas. El negocio ya se está desarrollando en 10 Estados americanos que permiten la venta de marihuana recreativa y de productos ligados a lo alimenticio y cosmético.
Otras grandes empresas además de Canopy Growth son Tilray, Aurora Cannabis y Aphria con valor en bolsa de 45.mil millones de dólares. Van a explotar un mercado y acrecentarlo enormemente. Esperan a México y a España próximamente con lo cual todo el mundo Hispano se conseguiría rápidamente.
El negocio se expande y tres actores son centrales: las multinacionales (hoy las de cannabis con sede en Canadá e Israel) farmacéuticas, “la matriz progre” que va desde las posiciones liberales en lo económico y el marxismo cultural y político que ve en las drogas el escalón final de la liberación del hombre y la caída de un orden burgués-clerical y por último los grupos de venta ilegal que ven subir sus ventas gradualmente. Ninguno de estos grupos quiere tener que ver con el otro pero todos actúan de consuno sobre la opinión pública debilitada y anémica con falta de educación preventiva, de alertas tempranas en los menores y de detección precoz. En Canadá vale 10 dólares el gramo. Los narcos lo venderán más barato, está un 25 % por debajo del precio oficial. Aumentará la oferta y la demanda.
El marketing de venta de cannabis (tanto medicinal como del “porro” y sus derivados) va acompañado de una crítica a todo movimiento preventivo escolar y familiar así como a todos sistemas asistenciales salvo la desintoxicación pasajera en una sala hospitalaria. Solo “lavado” en una “tintorería médica” y nada más. Así se compromete cada vez más la Salud Publica de las comunidades pero eso parece importar poco. Se habla del derecho a drogarse, pero nadie habla del derecho a la salud y del Bien común de la sociedad y las familias. Mientras tanto aumentan los daños neurológicos del consumo de drogas, las patologías psiquiátricas y la cantidad de pacientes que demandan asistencia en lugares cada vez más escasos.
En esta sociedad dineraria importan los impuestos a pagar, incluso a costa del deterioro social. En Canadá se recaudará 1 dólar por gramo y las provincias del 13 al 15 %. En España bajo la ofensiva del espacio político “Podemos” ante el débil gobierno socialista y un partido Popular devastado ofrecen la alternativa de un país líder en Europa en estos temas y se preparan para la legalización total. El marxismo de Podemos se congratula con esta liberación del cannabis y hablan de la cantidad de puestos de trabajo que se crearían y también de los impuestos que se recaudarían. Hablan ellos de los detractores del libre mercado que, precisamente, este libre mercado del cannabis recreativo, junto al auto-cultivo y los clubes cannabicos dejarían a España 8.000 millones de euros al año. “Business are business” aún en lenguaje marxista.
¿Importa la salud social?
Mientras tanto los órganos sanitarios parecen gritar en “el desierto” verdades pero no son escuchadas. Los negocios son más importantes y los manejos políticos también. En España mientras “Podemos” se despliega junto a otros actores políticos las salas de guardia hablan y nos dicen que el cannabis está presente en el 42.2 % de las urgencias hospitalarias relacionadas con drogas (Plan Nacional de Drogas-informe Octubre /18).La presencia del cannabis se ha duplicado en los últimos 10 años y en forma vertiginosa en los últimos 20 años. Pero esto parece importar poco.
Los datos de la relación entre la eclosión mayor de la esquizofrenia en consumidores de cannabis no se tiene en cuenta. Las fases de la marihuana que progresa desde una relajación inicial hasta una falta de motivación (síndrome a-motivacional), la depresión consecuente y la emergencia posterior de síntomas psicóticos no son tenidas en cuenta. La marcha hacia otras drogas tampoco ya que el cerebro y sus sistemas neuroquímicos no conocen de drogas determinadas y así vemos como el consumidor de marihuana rápida o lentamente va a hacia otras drogas.
Son tiempos de “poder blando”. Las drogas aseguran un cierto dominio social por derecha o por izquierda. Lo sanitario es inaudible.
Gracias por el artículo, dos observaciones igual: no hay ninguna eclosión de esquizofrenia, su prevalecía sigue siendo de 1% a pesar del aumento inicial del consumo en cantidad de usuarios que se ve al legalizar. Si esta demostrada la conexión con psicosis. Segunda, y más bien pregunta: Q sugieren los que les desagrada esta evolución? Hasta ahora no resultó la política del escarmiento y castigo