Miriam Quiroga no dudó en traicionar a sus ex compañeros kirchneristas. La secretaria privada de Néstor Kirchner demoró siete años, pero finalmente habló sobre la recaudación de coimas que se produjo entre los años 2003 y el 2011.

La mujer aseguró que el ex presidente “anotaba los (nombres) de quienes le debían” plata y le confirmó al fiscal Carlos Stornelli que fue amante del ex presidente “durante diez años”.

En su declaración, Quiroga salpicó al ex secretario privado de Néstor Kirchner, Daniel Muñoz, y lo señaló como el hombre que le comentó cómo funcionaba la ruta del dinero de las coimas K.

Tras la muerte del ex presidente en octubre de 2010, la ex secretaria del ex Jefe de Estado recordó que escuchó que la ex presidenta Cristina Kirchner, convocó a altos funcionarios a la residencia de Olivos para que le explicaran sobre los negocios del ex presidente.

Entre su declaración, Quiroga afirmó que Muñoz “estaba por encima” de todos y era “cínico, burlista, sobrador y bocasucia y tenía una relación de amor-odio con Néstor porque lo maltrataba”.

La mujer ocupó el despacho “verde” hasta el 2001, ubicado frente al de Kirchner y Muñoz, por lo que prácticamente convivía casi todo el día con los funcionarios. En este sentido dibujó un mapa del área presidencial ubicada en el primer piso de la Casa Rosada por aquel entonces, donde había una habitación y un baño.

En otra parte de su testimonial, Quiroga sostuvo que conocía a Hilda Horovitz, la ex mujer del chofer de Roberto Baratta, Oscar Centeno, de Yacimientos Carboníferos Fiscales, y que la contactó para darle “documentación comprometedora de De Vido, Baratta y Centenorelacionada con la compra de autos”. Pero que Horovitz no quiso tomar contacto con periodistas y luego ella tiró las fotocopias.