Aerolíneas Argentinas hace tiempo que se encuentra envuelta en una dura polémica, sin el faltante de las disputas gremiales y los atrasos, cancelaciones y reprogramaciones de sus vuelos.
Sin embargo hay más dentro de este atolladero aeronáutico y casi nadie reparó en algunas de las palabras mencionadas por Luis Malvido, quien fuera el presidente de la empresa en cuestión.
Malvido se manifestó respecto de la situación que atraviesa la compañía en medio de una tensa puja por paritarias y sostuvo que “hay ñoquis” trabajando, es decir que hay gente que cobra sin trabajar en ese lugar, sin embargo, fue él mismo quien pronunció que no haría nada al respecto: “es secundario, no los busco” declaró el flamante empresario.
Incluso hizo referencia a la retahíla de paros disfrazados de asambleas que se tornan cada vez más complicados: “Los paros no son ilegales, pero las asambleas que son paros si”. En ese contexto dejo al descubierto casi indiscutiblemente que las medidas gremiales no son lo que aparentan.
Con todo lo antedicho, y en contramano a las declaraciones del ministro de Transporte Guillermo Dietrich quien manifestó no querer ni cerrar ni quebrar Aerolíneas Argentinas, Malvido aseguró que la empresa “está virtualmente quebrada”. Esto quiere decir que no poseen los recursos propios necesarios para solventar los onerosos sueldos que cobran los empleados y que por dicha razón la compañía se ve supeditada al dinero del Estado.
Está claro que el Estado, a través de la cartera de Transporte, aseguró que este año la compañía aeronáutica va a recibir 200 millones de dólares para evitar su derrumbe monetario. Sin embargo es dable cuestionar: ¿Alcanzará para mantener a la empresa de pie?
Según el mismo Malvido, al realizar declaraciones respecto de la situación financiera de Aerolíneas mencionó que “este año (las cuentas) se nos dieron vuelta por el dólar y por el combustible. Por factores externos de la compañía”. Asimismo apuntó la mira contra el kirchnerismo: “La situación era algo irreal. El dólar tan bajo y el combustible tan bajo es algo que ocurre cada tantos años, con lo cual la compañía se vio muy vulnerable a estas fluctuaciones” en obvia alusión a los movimientos de la divisa estadounidense.
Aunque no es la única responsabilidad financiera a la que se refirió el presidente de dicha empresa. Malvido sostuvo que los dirigentes gremiales de los Sindicatos Aeronáuticos Unidos (la alianza donde convergen cinco de los seis gremios del sector), están “muy agresivos”.
En ese sentido destacó que para los gremios la empresa “tiene los problemas que tiene porque los 60 gerentes técnicos que, según dicen ellos, no hacen bien su trabajo”. Sin embargo Malvido argumento en contraposición que ha “revisado la capacidad técnica que tienen los gerentes” que se encuentras por afuera del convenio, “porque dentro hay más de mil”.
Si se observa más de cerca, la empresa estatal tiene una profunda crisis con serios problemas de fondo, empleados que cobran sin trabajar, otros que piden un ajuste en las paritarias, gremios que aprietan a Aerolíneas Argentinas con la excusa de una asamblea y todo ello sin contar la cantidad de asalariados que posee, que según el mismo Dietrich, es de un 30% o un 40% mayor cantidad por avión o por pasajero que en las empresas de Brasil, Colombia, Chile, etc…
Si a todo lo antedicho se le suma la profunda recesión que golpea con inusitada fuerza la caja de la compañía, se puede deducir que Aerolíneas se encuentra en una situación tan delicada que requiere de una profunda política monetaria e institucional con vista, ni siquiera al crecimiento, sino, más bien, a la permanencia.