El Gobierno de Cambiemos se encamina a cerrar el peor año desde su llegada a la Casa Rosada en medio de un marcada incertidumbre por la recesión, el creciente Riesgo País y las bajas expectativas de una posible recuperación.
El INDEC difundió días atrás los datos que confirmaron la grave situación por la que atraviesa la Argentina e incluso los informes que reflejan algún signo positivo, representan de manera indirecta una señal de alerta.
Es que si bien la balanza comercial arrojó en noviembre un superávit de US$ 979 millones, ello se debió en gran parte a un desplome en importaciones como consecuencia del proceso de devaluación que empujó a miles de argentinos a la pobreza.
Por otro lado, preocupa al Gobierno el retroceso en el mercado interno como respuesta a la aceleración de la inflación y la pérdida de poder adquisitivo.
Sondeos oficiales indicaron que, en la medición interanual, las ventas en los shoppings se desplomaron un 18,6% en octubre; al tiempo que en los supermercados bajaron 10%, con lo que acumularon cuatro meses consecutivos de tendencia negativa.
Los malos datos económicos, la continuidad de tasas de interés en niveles muy elevados y un Riesgo País que no frena su escalada y se posiciona en rangos históricos, conforma un escenario deplorable que desmotiva a los empresarios.
Este año será recordado como el peor para el sector industrial, según sostuvo el propio presidente de la UIA, Miguel Acevedo, quien cuestionó las políticas económicas de la gestión de Cambiemos en reiteradas oportunidades e incluso reclamó medidas para poner paños fríos a la crisis.
Lo preocupante es que tras cerrar un 2018 en rojo, no hay buenos pronósticos para 2019 y mucho menos en lo que respecta a 2020, cuando el país deberá comenzar a afrontar las obligaciones de deuda.
La incertidumbre respecto de qué ocurrirá no se encuentra solamente dentro de la Argentina país, sino que se refleja en el exterior y es expuesta por los inversores que no confían y el precio de los bonos.
Economistas cercanos al Gobierno reconocen que la suba del Riesgo País se debe, en gran parte, a las dudas relacionadas con la economía y no tanto con la proximidad electoral, como algunos analistas consideran.
En medio de la ola de críticas y pese a la necesidad de revertir los indicadores negativos económicos que cada día hacen más ruido, el presidente Mauricio Macri decidió comenzar un nuevo período vacacional y retomará su actividad el año próximo, con el eje puesto en la campaña presidencial.
Para ese entonces, deberá medir el ajuste que pretende llevar a cabo y, a su vez, lograr que aparezcan, aunque sea sobre el final del mandato, los prometidos brotes verdes para fortalecerse y recuperar credibilidad en la opinión pública. Belén Escobar
Si la Argentina fuera una empresa, el mismo Macri debería considerarse despedido por no haber alcanzado los objetivos. El como empresario, sabe que ese es el detino forzoso por el fracaso que afecta a los intereses del conjunto. En el caso de Presidente de una Naciòn, la situación se agrava, porque no se trata de "rentabilidad", sino de CALIDAD DE VIDA DE MILLONES DE PERSONAS. A lo sumo, el "empresario", debería dar un paso al costado y dejar que otro/a mas capaz de su espacio lleve adelante las acciones que alcanzen los objetivos que el no pudo ni siquiera acercarse. Otro "ejecutor" con otra "metodología", debería ocupar su lugar a partir de Dic de 2019. Tranquilamente, Macri, puede seguir respaldando, desde afuera, acciones que faciliten la gestiòn de los nuevos gobernantes, incluido el uso de su influencia para renegociar la deuda con el FMI. ¡Pragmatismo puro!
2019 sera peor porque viene con default