El botón antipánico que utilizan 3260 mujeres en situación de violencia en la ciudad de Buenos Aires es un teléfono táctil adaptado para emergencias, en tanto que las tobilleras electrónicas que portan 63 hombres son dispositivos de geolocalización que permiten monitorear el cumplimiento de órdenes judiciales que establecen perímetros de protección.
El primer dispositivo tiene una función de SOS, otra de consulta al Centro de Monitoreo de Alarmas Fijas y Móviles de la Policía de la Ciudad y un chat que se despliega si la víctima no puede hablar.
También permite sacar fotos, filmar y grabar "lo que es muy importante, ya que esta función y la comunicación que se mantiene con la victima queda grabada por si la justicia la necesita", detalló a la agencia de noticias Télam Mariana Urtasun, responsable del Centro de Monitoreo.
El circuito para que una mujer obtenga el dispositivo comienza con la denuncia en una comisaría donde "personal de violencia de género de la policía la acompaña a la Oficina de Violencia Domestica de la Corte Suprema donde se hace una evaluación de riesgo, y el juzgado o la fiscalía decide si está en condiciones de tener el botón", agregó la funcionaria.
Obtenida la orden judicial, la mujer debe retirar el aparato en el Centro de Monitoreo o en la Superintendencia de Violencia de Género de la Policía.
En esos lugares "se le explica cómo funciona, que debe estar encendido las 24 horas -si eso no sucede una patrulla tiene que ir a verificar- y cuándo activarlo. Se le da el alta en el Centro del Monitoreo y ella está monitoreada las 24 horas", explicó Urtasun.
Cuando la mujer presiona el SOS "nos comunicamos al 911, tenga o no peligro la víctima, ya que el protocolo indica que el móvil policial tiene que ir, corroborar su integridad física y mientras tanto, estamos en comunicación por teléfono con la víctima, hasta que llega el oficial y nos informa la situación", añadió.
Las tobilleras que se colocan a los violentos también son monitoreadas desde el Centro policial las 24 horas, y la víctima tiene un dispositivo que la alerta si el agresor se acerca.
"Cuando eso sucede, le avisamos a la víctima, nos comunicamos con él y lo alertamos que será detenido, mientras llega el móvil policial", precisó.
La tobillera "tiene un sistema dual, ya que la monitoreamos nosotros y también la mujer, por eso es más efectiva", consideró la titular del Centro.