Conforme se informó oportunamente en este portal, el Dr. Hernán Ricardo Goncalves Figueiredo, quien ocupa el tercer lugar en la terna resultante del concurso llevado a cabo por el Consejo de la Magistratura, sería el preferido de Mauricio Macri para ocupar la vacante de Juez generada en la Cámara Nacional Electoral.
Las oposiciones a esta designación transitan, fundamentalmente, por dos carriles.
El primero de ellos, alude a cuestiones políticas. En efecto, sectores de la Unión Cívica Radical y algunos juristas afines a Cambiemos, entienden que debiera designarse a la Dra. Alejandra Lazzaro, primera de la terna. Destacan su “condición de mujer” y el lugar obtenido en el orden de mérito. Argumentos claramente políticos (y en algún punto, discriminatorios), ya que el Presidente de la Nación tiene la facultad de elegir a cualquiera de los tres ternados y no tiene ninguna obligación de elegir a una dama, por el solo hecho de serlo.
El segundo de ellos, alude a la cuestión institucional, a través de un argumento vinculado a la idoneidad moral del candidato de Macri. En efecto, le cuestionan a Goncalves Figueiredo que haya “inflado” el curriculum que presentó ante el Consejo de la Magistratura, con antecedentes que no posee. En esta postura se inscriben varios letrados, la Diputada Margarita Stolbizer y la ONG Ciudadanos Libres por la Calidad Institucional.
¿Por qué el radicalismo no va a fondo con la segunda corriente de oposición? ¿Será exceso de protección a la imagen presidencial o se tratará de una estrategia planteada de menor a mayor, al compás de las definiciones de listas para las elecciones de este año?
Lo cierto es que el candidato de Macri, que al menos en un comienzo contaba con el aval del Senador Pichetto, ya acumula un sumario iniciado por la Facultad de Derecho por atribuirse una “jerarquía académica como Profesor Titular”, en tanto que las normas de esa casa de estudios, contemplan, para los docentes “la obligación de poner de manifiesto de modo correcto su jerarquía estatutaria en cualquier circunstancia”.
Pero Goncalves Figueiredo, no sólo se habría atribuido cargos docentes superiores a los que detenta en la UBA, sino que también lo habría hecho respecto de los que detenta en la Universidad Nacional de San Martín. En este último caso, lo habría hecho en connivencia con la propia universidad.
En efecto, el pasado viernes, la ONG Ciudadanos Libres por la Calidad Institucional, solicitó la apertura de un sumario administrativo para investigar la expedición de un certificado, entregado al candidato a juez Goncalves Figueiredo, en el que se deja constancia de que es “Profesor Titular”, mientras que el aspirante a la Cámara Nacional Electoral no reviste esa condición, sino que es un simple docente contratado para el área de posgrado.
¿Se animará el Presidente a enviar el pliego de Goncalves Figueiredo al Senado? ¿Se animará Pichetto a impulsar la aprobación de ese pliego por parte de sus pares peronistas del Senado? Si bien no hay definiciones al respecto, cierto es que las objeciones planteadas respecto del tercero de la terna han frenado una decisión que, en otras circunstancias, ya se habría tomado.