El presidente está desmedidamente preocupado, con un radicalismo que empuja hacia atrás, con una economía que no presenta atisbos de mejorar y con las encuestas que denotan que la corrupción pasó a un segundo lugar dejando a la política monetaria por delante.
Respecto del tópico económico ya lo aseveró la consultora Economía y Regiones, que en su último informe cuestionó el panorama monetario al mencionar que el Banco Central está quebrado y el dólar, la tasa de interés y la inflación volverán a acrecentarse.
Esto le preocupa sobremanera al presidente que muestra intenciones de ser reelecto en este nuevo año electoral y sobre todo por las últimas encuestas que aseguran que a la población argentina le interesa más el bolsillo que la ética.
Gran muestra de la corrosión del oficialismo se pudo notar en las últimas elecciones a la gobernación en la provincia de Neuquén, donde el candidato de Cambiemos, Horacio “Pechi” Quiroga quedó más de 10 puntos porcentuales por debajo del candidato de Unidad Ciudadana Ramón Rioseco, algo que no parecía probable para finales de 2017.
Ahora, el presidente debe luchar con la ruptura del Cambiemos en la provincia de Córdoba, tras la oficialización de la Justicia Electoral de la provincia que resolvió favorablemente la petición del Pro de desvincularse del oficialismo.
Sin embargo, en el día de ayer, la Mesa Nacional de Cambiemos hacía un último esfuerzo para intentar resolver el conflicto y reconsignar la unidad de los candidatos Mario Negri y Ramón Mestre.
Esta situación es quizá el peor golpe bajo para Cambiemos en general y para Macri en particular, ya que la construcción de alianzas funciona con la unión de dos o más partidos, por tanto, de cumplirse la separación Negri-Mestre, Cambiemos quedaría sin efecto en Córdoba.
Otro que decidió alejarse del Gobierno fue el ex vicepresidente del Banco Nación y otrora titular de la Aduana Juan José Gómez Centurión, quien quiere formar su propio espacio político denominado NOS para pelear en las presidenciales.
Por último, como bien se dijo, la economía esta trayéndole estragos al presidente, por lo que basa su campaña proselitista en materia de seguridad y obra pública, donde aseguran haber hecho grandes cambios y, justamente, es lo que peor publicidad le da al anterior Gobierno.
Sin embargo ello no basta, en su mayoría la ciudadanía se queja de las billeteras paupérrimas y si bien, muchos de ellos están al tanto de las causas por las que está siendo afectada judicialmente la ex presidenta Cristina Fernández, el argumento que utilizan es el famoso “antes alcanzaba”.
Como último jaque, el conductor televisivo Marcelo Tinelli, con la repercusión que sus palabras tienen, manifestó que “Macri y Cristina son dos caras de la misma moneda. Los dos tienen picado el boleto”.
Se la ve venir complicada el actual presidente a la hora de disputar la reelección, va a ser un año muy complicado por donde se lo mire y Macri lo sabe.
Si quiere continuar con sus sueños reeleccionistas va a tener que medir muy bien las estrategias que pretende llevar a cabo.