Esta semana decidimos postear una vieja tapa de la revista “El periodista de Buenos Aires” en nuestra cuenta de Pinterest. Allí se veía la foto de Roberto Lavagna con un título rimbombante: “El golpe de Lavagna”.
Rápidamente la imagen se viralizó por diversas redes sociales (ver al pie), al tiempo que muchos comenzaron a preguntarnos cuál era el contexto de lo que entonces se publicó.
Primero debe mencionarse que se trata de los días de 1987, cuando el Gobierno argentino decidio abandonar en botes de emergencia la barca del Plan Austral, que se hundía velozmente.
La inflación durante el mes de junio de ese año llegó al 8%, según estimación oficial, aunque se cree que superó el 10% en la realidad.
En seis meses se alcanzó el promedio previsto para todo el año en el acuerdo que Argentina firmó con el Fondo Monetario Internacional (FMI). A su regreso de Estados Unidos, el entonces ministro de Economía, Juan Sourrouille, admitió que se había comprometido a reducir de forma "drástica" el déficit fiscal.
Y allí, en medio del caos, el exsecretario de Industria y Comercio Exterior, Roberto Lavagna, uno de los ideólogos del riguroso plan de ajuste Austral, abandonó la nave.
Primero, el hoy posible candidato a presidente reunió a los periodistas para atacar públicamente la política económica, de la cual él mismo fue parte fundamental.
Dos días más tarde de sus críticas fue recibido por el entonces presidente Raúl Alfonsín y una semana después presentó su renuncia luego de encontrarse a solas, durante una hora, con el ministro Sourrouille.
Sin saber qué decir oficialmente, la denuncia de Lavagna fue explicada por el Ministerio de Economía como "necesaria para homogeneizar el pensamiento del equipo económico", cuando se anuncia un nuevo "paquete de medidas".
Lo que vino después es historia ya conocida: más crisis, más desaciertos a nivel económico y, en 1989, una hiperinflación que obligó a Alfonsín a entregar el poder antes de tiempo.