Brutal ofensiva de la policía en San Pablo
SAN PABLO.- Al menos 22 sospechosos fueron abatidos ayer por la noche y esta madrugada en San Pablo, elevando a 137 la cifra de muertos desde que bandas armadas iniciaron una ola de ataques hace cinco días, según cifras divulgadas por las autoridades.
El comandante de la Policía Militar, coronel Elizeu Eclair, dijo a la prensa que desde el sábado último murieron en choques con la policía 93 sospechosos. Hasta ayer se había informado de la muerte de 71 supuestos delincuentes.
Las cifras oficiales también habían indicado hasta ayer la muerte de 32 policías, 8 guardias penitenciarios y 4 ciudadanos.
El comandante policial Elizeu Teixera Borges había asegurado ayer: "La policía está matando a quien osa enfrentarnos".
Otro integrante de la cúpula policial paulista, Marco Antonio Desgualdo, recordó que "primero la Policía trató de parar la violencia" y prometió que ahora van a partir "para el campo represivo propiamente dicho" (...)
La policía tiene suerte
El día 17 de mayo en La Nación se puede leer una nota referida a los acontecimientos ocurridos en San Pablo. Podríamos decir, sin tener demasiado conocimiento del caso, que hubo un enfrentamiento entre policías y supuestos delincuentes.
El objetivo de esta nota es dar cuenta de cómo el artículo esconde los actos negativos o violentos de la policía para dar paso o mostrar un accionar positivo.
Comienza con el título “Brutal ofensiva de la policía en San Pablo” Oración unimembre, sin sujeto. Nadie hace nada. Un verbo transformado en sustantivo (una nominalización). Ofender se vuelve “ofensiva”. Al menos nombra a la policía! Sigamos. La nota continúa: “Al menos 22 sospechosos fueron abatidos ayer por la noche y esta madrugada en San Pablo” ¿Quién los habrá abatido? La pasivación de la oración hace, una vez más, desaparecer al sujeto que realiza la acción (ni siquiera aparece como complemento). Sin embargo, después aparece una subordinada que dice que “bandas armadas iniciaron una ola de ataques”. Finalmente encontramos a alguien que realiza las acciones, pero ¿quiénes son las bandas armadas?
En el párrafo siguiente escuchamos la voz del comandante de la Policía Militar, coronel Elizeu Eclair. Una voz transmitida indirectamente quien, según el diario, admite que los sospechosos “murieron en choques con la policía”. El término “murieron” no tiene connotaciones violentas, morir es lo natural en esta terrestre y fugaz vida. La policía no mata, los otros mueren como consecuencia de lo que hacen. Aunque sí admiten que matan, lo hace el comandante Texeira Borges, dice que matan sólo a “quien osa enfrentarnos”. “Osa”, subjetivo término, quien se les atreve encuentra su merecido. Y... si se lo buscan...
Otra voz surgida del seno del cuerpo policial habla, Marco Antonio Desgualdo, y aquí vemos cómo sí la policía se convierte en sujeto que actúa: “Primero la policía trató de parar la violencia”. Claro, actúa bien.
No es muy difícil, no hay que dedicarse ni a la semiología, ni al análisis del discurso para darse cuenta de que la imagen de la policía sale limpia de actos violentos, de actos repudiables, pero aparece en primer plano cuando de situaciones positivas se trata.
Lo que es el poder...