Nosotros hemos vivido como propio el desarrollo de la democracia en España.

Desde que murió Francisco Franco, muy enfermo, inconsciente, salió el médico y les dijo a los políticos presentes y profesionales de la salud: “Franco a muerto”. Y ahora, ¿quién se los dice?

De esa dictadura de 40 años había que salir. El Partido Socialista tenía personas de prestigio ya muy mayores, y dos potencias políticas y doctrinarias jóvenes: Felipe González y Alfonso Guerra.

Recuerdo una reunión de la Internacional Socialista un dirigente del PSOE me dijo yo no soy socialista soy “alfonso guerrista”.

Desde que Alberto Fernández se fue a visitar a Milagro Sala, detenida sin causa, yo recordé que Sergio Massa había apoyado la candidatura de Gerardo Morales.

Se suponía que Alberto apoyaba al líder de Frente Renovador, pero tenía un razonamiento autónomo, lógico. Cuando trascendió la molestia de Massa, de que una persona de su espacio visitara a Sala, Alberto contesto: “Vi la causa y los hechos y tomé una decisión”.

Son dos grandes políticos argentinos con pensamiento autónomo, coinciden en muchas cosas y tienen diferencias en otras. Eso me trajo a la memoria los “alfonso guerristas”. En otras palabras: no pasa nada.

Alberto y Sergio son una fotocopia de los políticos españoles. Tienen un proyecto parecido, y tienen un pasado parecido.

Lo ideal seria que se potencien entre sí, en distintas funciones y va a ser inevitable que haya diferencias. ¿Alguien cree que Alfonso Guerra no quiso ser presidente? Lo importante es que se ayuden por el bien del país.