El dramaturgo y doctor en medicina ruso Ánton Chéjov (1860 1904) sostenía: “el arte de escribir consiste en decir mucho con pocas palabras”. Precisamente este postulado, es el que separa a los buenos autores de los otros. La metáfora de la escritura como síntesis superadora ─ en clave humorística ─, es el anclaje de nuestro artista invitado: Proyecto W. Un polifacético músico y realizador a tiempo completo, que prefiere se lo reconozca con dicho nombre de fantasía; no es más que un argentino que de pequeño imaginó “un país donde los sueños fueran posibles”. Así resguarda su máscara, la magia y el proceso creativo, al mejor estilo de un “justiciero” de la palabra.

Nació en Buenos Aires pero está radicado en el Valle de Punilla, Córdoba, provincia de ensueño que se enamoró en un viaje de estudiante en el pasado. “Escribí mi primera canción a los 7 años y a los 15 ya había instalado un primer y humilde estudio de grabación. Eran los años ’90 y había mucho por experimentar en el campo de la grabación musical”. Autor, cantante, técnico de sonido, compositor de cine, editor de video, publicitario, perose define con una simplificación: “soy un creativo”. El juglar de la realidad cantada, gentilmente dialogó con Tribuna de Periodistas.

-¿Cuándo, cómo y por qué, inició su canal de comunicación You Tube?

-Proyecto W nació hace mucho tiempo, pero estaba guardado. Amontonando ideas y buscando el estilo, la forma y el momento.Y la vida, que de ironías sabe y mucho, me lo presentó cuando menos lo esperaba.Un día me levanté y todos hablaban de la nota de Alfredo Casero con Fantino y su parodia del flan, una metáfora que aún muchos no entendieron. Busqué el video en You Tube y lo aplaudí parado en el medio del estudio. ¡Qué genialidad! Qué capacidad maravillosa para resumir la idiosincrasia de nuestra sociedad, o una buena parte de ella, al menos. Y fue instantáneo. La idea apareció y las estrofas se amontonaban en mi mente. Tanto que, en vez de escribir, usé el grabador del celular. Después vino la idea de la imagen y del “look”. Tenía que ser algo simple de ver, de escuchar y de entender. Y al otro día, “Vos sólo querés flan”, aparecía en el recién creado canal de You Tube, en la página de Facebook y explotaba.

-En horas, había superado el millón de reproducciones. Listo. Ese era el camino. Finalmente había encontrado la manera de que un argentino, sólo con su alma, sin un equipo de producción detrás ni miles de pesos en publicidad, pudiera hacer ver y escuchar su mensaje, expresar lo que pensaba y a la vez, llegar a miles de argentinos que pensaban igual. ¡Si hubiesen existido las redes sociales cuando comencé con la música…!

-El análisis de la realidad social y política anclado al humor potencia la narrativa al ser una fuerza transformadora del mensaje y el texto. ¿Su pensamiento crítico / histrionismo / poder de síntesis, lo transforma en un verdadero comediante del espacio escénico?

-Ahora había que seguir. La inspiración estaba. La realidad argentina da para escribir 10 canciones por día, aunque en la práctica sea imposible. Así que es fundamental elegir el mensaje oportuno, el más sensible, el más necesario. Crear y grabar las canciones no me es difícil. Lo hago desde hace muchos años. Y ahora cuento con un público seguro en todas las redes sociales y un importantísimo número de seguidores (sobre todo en la página de Facebook) que están pendientes de lo que “Proyecto W” publica. Proyecto W tiene que ver con dos cosas: la letra de mi nombre y una palabra que encierra una de las razones fundamentales de la existencia: un proyecto. Mientras haya un proyecto, un sueño, una meta, estamos vivos.

-Mi viejo falleció en 2011, a los 76 años, mientras repartía diarios con su bicicleta. Acá hay gente que lo suspende del laburo y sale a cortar una calle. ¡No, viejo! ¡Reinventate! ¡Actualizate! ¡Levantá el pecho y salí a hacerle frente a la vida! Por suerte en el interior todavía se ve eso. Es una cuestión de orgullo personal. Las cosas no están del todo bien, es cierto. Pero no podés esperar que un gobierno te mantenga o te solucione la vida. Una cosa es pedir que haya mejores oportunidades para todos y otra, pretender que los que laburamos te mantengamos a vos.

-¿Cómo observa este tiempo de crisis, los cambios en Argentina y en la región?

-Ya había establecido una postura política y eso era bueno, no tenía que estar explicando demasiado. Y los seguidores serían aquellos que coincidieran en esa postura y algún que otro infiltrado con ganas de criticar (risas). Como dije, soy un argentino cansado de vivir en un país permanentemente en crisis, donde cada vez era más difícil poder apostar a un proyecto personal, a un trabajo independiente, a una profesión distinta. Ser independiente y autónomo en Argentina, es más que un desafío. Nunca sabés si vas a cubrir las cuentas del mes, no calificás para créditos pero pagás impuestos. Los independientes en este país somos como un híbrido social.

-Eso cansa y tiene que cambiar. De la política no me sorprenden demasiadas cosas. Excepto la designación de (Miguel Ángel) Pichetto (risas). Mi viejo, uruguayo él como el resto de mi familia, laburó en uno de los bares más grandes de Montevideo en los años ’50 y siempre contaba que los diputados y senadores que se mataban en el Congreso de Montevideo, después se juntaban ahí en el bar y eran todos amigos. No importaba el partido político ni la discusión que habían tenido 10 minutos antes. Lo que sí me duele es la pérdida de valores en la gente. El respeto, sobre todo, algo que me parece fundamental. La dignidad de ganarte la vida por tus propios medios no debería ser negociable.

-¿Quién es su referente en el arte que representa? ¿Con qué modelo de país y sociedad sueña para Argentina?

-No tengo referentes musicales o artísticos para Proyecto W. Es algo muy distinto a lo que había hecho hasta el momento. Y no sé si suena parecido a algo, pero es todo creación pura. Invento. Juego. Mezclo sonidos e instrumentos que luego quizá pierden protagonismo por la contundencia de la letra y más aún, de la imagen, pero si no estuvieran la canción quedaría incompleta. Mi modelo de país se resume en lo que dije antes: quiero un país donde los sueños sean posibles. Con todas las fallas, me quedo con el capitalismo justamente porque establece algunas reglas básicas, pero depende de cada uno conseguir lo que quiere. Eso de que venga un loco y grite “exprópiese” y te saque lo que construiste durante 30 años, no me va (risas).

-Hoy en día, después de haber vivido a (Raúl) Alfonsín, (Carlos) Menem, (Fernando) De La Rúa, (Eduardo) Duhalde y los K, obviamente me encolumno detrás del proyecto de país de Cambiemos porque, aún con todos los errores, va en esa línea de República que muchos queremos. Y creo que hay muchas cosas que quisieron hacer y no pudieron porque tuvieron todo el aparato en contra: “Kongreso” (risas), empresarios, gremialistas, punteros políticos, periodismo y hasta el Papa… Me gustaría ver qué hacen en un nuevo mandato con las cosas más a favor. De todas maneras, celebro y aplaudo las tremendas obras de infraestructura, energía y demás. Que este gobierno que a veces apodan “gobierno para ricos” venga y te haga las cloacas después de 70 años, ya dice todo. Aún falta mucho, sobre todo en la justicia que es un mamarracho donde el delincuente tiene más derechos que el ciudadano de bien. Eso se tiene que terminar.

Proyecto W: «Una realidad cantada». El juglar del Valle de Punilla y el hecho creativo para neuronas exigentes: “quiero un país donde cada argentino pueda cumplir sus sueños con el fruto de su esfuerzo”.

-¿Hábleme de sus proyectos, su entelequia?

-Mi meta siempre fue hacer música para cine. Lo logré en 2007 y actualmente trabajo para un estudio de cine de la India como compositor y como ingeniero de mezcla 5.1 y como arreglador para cualquier artista de cualquier país que necesite producción de música. La música para cine es un mercado muy competitivo y bastante cerrado, pero espero poder integrarme en algún proyecto grande muy pronto.

-El escritor internacional (Premio Nobel de Literatura) Mario Vargas Llosa sostiene: “el peronismo es la tragedia de los argentinos” (sic). ¿Hay alguna tragedia madre en nuestra historia que nos hace ser militantes de nuestros fracasos?

-Sin dudas en algún momento de nuestra temprana historia, los políticos descubrieron que el negocio de la política era sumamente rentable y que una población culturalmente pobre, era muy fácil de dominar. De ahí en más, creo que lo que hoy vivimos es la consecuencia de décadas donde al pueblo se lo mantuvo en la pobreza y la ignorancia a propósito. De otra manera no se explica que, en algunas partes del país, haya personas que voten a quien les da un bolsón de mercadería que les puede llegar a durar un mes (con suerte) mientras con su voto anclan a un funcionario por 4 años más en su cargo. El mismo funcionario que (seguramente) vive como un rey y que no solucionó los problemas de esa gente. Es como la metáfora de la gallina: por más que le arranques las plumas y grite de dolor, siempre volverá a comer el maíz de tu mano.

-Vivir en sociedad implica seguir y respetar ciertas normas. Hablando de respeto… En educación falta muchísimo, se nos está yendo de las manos con la injerencia del pseudo socialismo progresista que es una de las mentiras más grandes porque hablan como socialistas y viven como capitalistas: putean al gobierno o reivindican a Fidel desde su iPhone… (risas). Pero también te meten en la cabeza la necesidad de luchar por derechos que no existen y que responden a intereses económicos enormes.

-Ud. es una persona que transmite valores universales con su arte. ¿Lo veo preocupado por una ideología totalitaria que adoctrina con sus lobbies a nuestra población: el constructivismo / relativismo contracultura. Montajes de correctismo político, el mito de la igualdad, etc. ¿Cómo debemos enfrentarlo?

-Es difícil responder eso porque en los tiempos que vivimos, aparentemente no hay una manera de defender una postura o enfrentar un colectivismo de ideas sin ser tildado de “anti esto” o “pro aquello”. Vuelvo obligadamente al punto de la educación porque las mentes frescas y jóvenes son las primeras en ser cooptadas por los grandes grupos socioeconómicos que fácilmente los transforman en “militantes” de una supuesta causa que no hace más que esconder los verdaderos intereses que hay detrás. Lo preocupante es que, aun mostrando pruebas y testimonios, haya quienes defiendan ciegamente esas ideas, aferrados a una supuesta lucha en favor de derechos que ni siquiera existen. Creo que solamente la educación puede enfrentar eso. Pero se necesita un compromiso enorme y la decisión de hacerlo.

-No soy autorreferente pero ayuda al concepto: por mi trabajo de periodista y docente universitario, he entrevistado a personalidades de la ciencia, literatura, arte, política, intelectuales de distintos planos del saber y la cultura. La única persona que me quebró emocionalmente fue el inolvidable “comediante de los teléfonos”, el Dr. Tangalanga. Lo fui a ver varias veces al Paseo La Plaza de Calle Corrientes. ¿Qué magia tiene el discurso inteligente con humor que nos marca y conmueve sirviéndonos de mensajes para la vida?

-Yo he descubierto con los años que el sentido del humor es fundamental para sobrellevar ciertas situaciones, o la vida misma. Siempre he tenido mucho sentido del humor. Me divierto fácilmente con cualquier tontería y permanentemente busco lo positivo y lo bueno de cada situación. ¡La vida misma es un chiste, así que no hay que andar preocupándose tanto por nada! (Risas) Por otro lado, creo que hablar de un tema serio encarándolo desde el humor permite alinear las posiciones de quienes no se animan a expresar su postura de otra manera. Para ser más claro: hay mucha gente que opina que (Sergio) Massa es un panqueque (por ejemplo). Pero no todos se atreven a defender esta postura en una conversación formal. A veces tiene que ver con el carácter. En cambio, hacerse eco de un meme, de una canción, de un chiste, es aceptar eso mismo desde una posición más relajada.

- El humor es una forma de comunicación muy efectiva, porque distribuye el mensaje en un ámbito de confianza y cordialidad que acerca a las partes: emisor y receptor. Genera un espacio común para ambos, conectándolos, eliminando diferencias, aunque solo sea por un rato. Si al humor le sumás música, estás valiéndote de un lenguaje universal para propagar de manera exponencial ese mensaje. Una vez un gran productor de música y querido amigo, me dijo algo que recordaré siempre. Yo debo tener más de 300 canciones escritas desde que comencé a los 7 años, hasta ahora. Y siempre he buscado la manera de sacarlas del cajón y darlas a conocer. He intentado que distintos artistas grandes las escuchen, las graben. Pero no es fácil.

-Entonces un día, en una charla de café, este productor amigo me dijo que yo tenía que ser un juglar. En ese momento no tomé conciencia de lo que significaba esa frase. Deduje que se refería a que me ocupara yo mismo de cantar mis canciones. Pero ahora que lo veo desde la distancia, era mucho más. El juglar, entre otras cosas, era un medio de comunicación en la edad media. Contaba las noticias con música.Cantaba la realidad. Y eso es lo que hago a través de Proyecto W, incluso con el agregado del divertimento que los juglares solían emplear en sus presentaciones. Por eso, el nuevo slogan de Proyecto W es: «Una realidad cantada».

-¿Sobre qué tema le gustaría conceptualizar y que no hemos hablado?

-Para terminar, quisiera pedirles a los argentinos que piensen más allá de su propia realidad. Yo sé que no es fácil. A todos nos cuesta despegarnos de nuestro día a día y pensar a futuro. Pero creo que, como sociedad, nos merecemos de una vez por todas dar el largo paso hacia adelante que nos deposite en la otra orilla de la grieta, que ya es más un abismo. Hay que dar el salto e ir a la orilla que mire hacia el futuro, que planifique a largo plazo, que nos permita imaginar un país donde cada argentino pueda cumplir sus sueños con el fruto de su esfuerzo. Desde el nacimiento de la patria, Argentina tiene todas las condiciones para ser una gran nación. Necesitamos nosotros, el pueblo, convertirnos en grandes personas que contribuyan a ese objetivo porque, de otra forma, vamos a vivir eternamente en crisis, eternamente sumergidos en el barro del pasado y manoteando para salir, sin darnos cuenta que nosotros mismos nos hundimos cada vez más solamente por no atrevernos a mirar más allá de nuestro propio pozo.   

 Sus videos superan el millón de reproducciones. Tema: «Humoman». Sergio Massa, anatomía visceral del político posmoderno argentino y sus contradicciones. El poder de repentización de Proyecto W para celebrar el lugar de encuentro (rendezvous) entre el autor y su público. ¡Touché!

Fotografías: gentileza Proyecto W

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