La polémica por Smartmatic, la firma que hará la transmisión de datos de las elecciones primarias del próximo domingo, sigue in crescendo.

De hecho, este miércoles el precandidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, subrayó que "la preocupación es muy grande".

"El software debieron haberlo entregado hace 30 días. ¿Hay que pedírselo por una jueza para que la empresa cumpla con lo que tiene que cumplir? En el medio, todas las pruebas que se han hecho arrojaron fallas”, sostuvo el postulante opositor.

En ese contexto, el Gobierno le presentó a los apoderados partidarios y especialistas en informática los software que se utilizarán en la transmisión y el recuento de votos, antes de entregarlo a la Justicia.

En la sede central del Correo Argentino, en el barrio porteño de Barracas, se llevó a cabo "el proceso de firma digital de las copias de resguardo del software", que luego será entregado a la Cámara Nacional Electoral (CEN).

Al salir de la reunión, Patricia García Blanco, una de las apoderadas del Frente de Todos, sostuvo que para su espacio "no están dadas las condiciones de seguridad" para los próximos comicios.

"Nos citaron para mostrarnos un Powerpoint que no es realmente lo que tenían que presentar", cuestionó la dirigente, quien, no obstante, aclaró que la realización de las PASO "no está en duda".

Para meter más ruido en la polémica, el director del Instituto de Investigación en Ciencias de la Computación de UBA/Conicet, Sebastián Uchitel, aseguró que el software de la empresa Smartmatic "no está terminado, tiene errores" y "deben estar arreglándolo todavía".

El ingeniero de software señaló que durante los simulacros del escrutinio provisorio que se realizaron y en algunas escuelas de distintos puntos del país "hubo transmisiones que no llegaron a destino".

Por su parte, el Gobierno remarcó que la votación del domingo "va a ser la más transparente de la historia" y cargó contra la oposición que rechaza el nuevo sistema de transmisión digital de telegramas, al señalar que busca "enturbiar el proceso, pero con cero rigor técnico".