¿De qué habla, cuando habla, el candidato Alberto Fernández? Más allá de que su eventual presidencia es una incógnita gigantesca, ya que nadie, absolutamente nadie puede afirmar a ciencia cierta si su gobierno va a ser según sus ideas o si será un títere de Cristina, la segunda gran incógnita es que, sea quien sea quien gobierne, ¿cómo serán esas políticas? ¿Qué rumbo tomará su economía?
Dejando de lado las barbaridades que dice Juan Grabois, como la de expropiar tierras o las que dijo Felipe Solá, de volver a poner un cepo -sin decir la palabra cepo- para que la gente no "amarroque" en dólares o volver a la Junta Nacional de Granos, Alberto, que es Cristina, en su afán de mostrarse moderado o hacer ver que si vuelven vas a ser más buenos, dice cosas que son realmente muy difíciles de entender.
Vayamos a cuatro declaraciones suyas en su visita a España que son, por lo menos, contradictorias. La más importante es: "No tiene sentido tener petróleo si para extraerlo hay que dejar que las multinacionales vengan y se lo lleven", dijo después de su discurso en el parlamento español, y agregó: "No tengo problemas con las multinacionales, pero mi principal preocupación es generar riquezas para la Argentina y los argentinos".
No es ninguna novedad que el bien más escaso que tiene la Argentina, son dólares, y el petróleo y el gas serían una excelente fuente para conseguirlos.
La Argentina posee una de las reservas de gas y petróleo más importantes del mundo, que es Vaca Muerta, pero no cuenta con los recursos económicos para extraerlos. Entonces, ¿qué hacemos, dejamos eso ahí enterrado para que nadie lo extraiga? Si no lo hace una multinacional, ¿quién va a generar las riquezas para los argentinos que tanto reclama?
Encima, lo dice en España, donde todavía recuerdan la expropiación que realizó el gobierno de Cristina Fernández de YPF cuando era controlada por la petrolera española Repsol. Medida que tiró por la borda cualquier intención de inversión energética en la Argentina.
Pero además, parece ser que Alberto no recuerda que el 28 de agosto de 2013 la Legislatura neuquina sancionó la Ley 2867, que sellaba un acuerdo entre la provincia y la multinacional Chevron para extender la concesión de esta área de Vaca Muerta, pero con serios cuestionamientos sobre las “cláusulas secretas” del convenio.
De esta declaración se desprende otra, no menos inentendible: "Queremos recomponer las relaciones con España". Parece que Alberto se olvidó de que precisamente fueron los gobiernos de Néstor y especialmente el de Cristina los que destruyeron nuestras relaciones con España, y que las recompuso Mauricio Macri.
De hecho, todavía hoy el Estado argentino enfrenta un juicio llevado adelante por el bufete británico Burford Capital Limited, que compró la posibilidad de demandar a las compañías Petersen Energía Inversora y Petersen Energía, creadas en España por la familia Eskenazi.
Vayamos a la tercera: "El país debe volver a integrarse al mundo". En realidad, esto no merece mucho análisis más que preguntarse: ¿Cuál sería el mundo, para los kirchneristas, la Venezuela de Maduro, la Cuba de los Castro, Irán?
Y por último, la cuarta: “Hay que dejar de valerse de jueces para perseguir a los que no se les puede ganar en las elecciones”. Aquí debemos señalar que no es nada nuevo decir que el kirchnerismo, desde sus inicios, manipuló y manejó la Justicia. Tampoco es nada nuevo decir que el candidato de Cristina, y otros integrantes del kirchnerismo sugirieron que muchos Jueces deberán rendir cuentas sobre los supuestos "presos políticos K".
Con esta declaración, Alberto, lo único que está haciendo es denunciar lo que ellos mismos representan, lección uno del manual populista.
Realmente es muy difícil entender o tratar de interpretar que es lo que quiere decir Alberto Fernández cuando hace declaraciones, más allá de que sean ideas suyas, de Cristina, o de quien lo esté asesorando.