El Congreso de la Nación aprobó la prórroga de la Emergencia Alimentaria. La ocupación de la avenida 9 de Julio aceleró los tiempos parlamentarios. Ahora la pregunta de fondo es: ¿La inseguridad alimentaria es un problema de recursos?
En el año 2015 realizamos, desde el Centro de Agronegocios de la Universidad Austral, un trabajo de investigación en asociación con la Facultad de Agronomía de la UBA y el Centro de Estudios sobre Políticas y Economías de la Alimentación.
Las preguntas que motivaron ese trabajo hoy siguen siendo válidas: ¿Por qué Argentina no logra aún superar las condiciones de inseguridad alimentaria en un sector de la población? ¿Cómo armonizar el potencial de Argentina como exportador de alimentos y garantizar, al mismo tiempo, niveles adecuados de Seguridad Alimentaria y alimentación saludable a su población?
En el trabajo citado aplicábamos el criterio de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y el Agro) para analizar la seguridad alimentaria (SE). Dicho criterio destaca que para que un país pueda garantizar la SE a su población necesita de cuatro pilares: 1) Disponibilidad de los alimentos, 2) Uso de los alimentos, 3) Acceso a los alimentos y 4) Sustentabilidad de la provisión de los alimentos en el futuro.
El análisis arrojaba como resultado que los dos pilares más escasos en el mundo y al mismo tiempo de más difícil procura son con los que cuenta la Argentina: pilares 1 y 4. Pero el país no logra cubrir aspectos que hacen al uso y acceso de los alimentos (pilares 2 y 3).
Un análisis más profundo nos permite concluir que varias porciones de la población de diversos estamentos sociales no cuentan con la debida información y criterio que les permita un consumo de una canasta saludable de alimentos. En algunos casos pudimos verificar que hasta la misma asistencia del Estado no cumplía con dichos pilares. Como ejemplo se puede citar el caso de los comedores de la escuela pública que no están proveyendo una dieta saludable a sus comunidades educativas.
Una vez hecho ese análisis la primera conclusión a la que arribamos fue que el problema de inseguridad alimentaria en la Argentina no es un problema de recursos, como el que trata de resolver la prórroga de la Ley. Es evidente que aumentar la disponibilidad de fondos para agrupaciones sociales o para los ciudadanos, no es una herramienta que necesariamente generará los cambios en los hábitos de consumo de la población hacia una dieta saludable.
El trabajo también analizaba el impacto de la política para preservar “la mesa de los argentinos”. Esta política consideraba que el nudo del problema radicaba en el encarecimiento de los productos agropecuarios que generaba alimentos “caros”. Las consecuencias de “atacar” a la oferta de productos por medio de medidas como las retenciones o los permisos de exportación (ROEs), terminaron generando un efecto contrario al deseado. Verificamos las consecuencias de las políticas sobre la oferta generando, entre otros impactos, la disminución en el stock de ganado vacuno, y la caída en la producción de trigo. A su vez esto daba el precio al consumidor más elevado de la región para algunos de los productos de la canasta saludable de alimentos.
Las enseñanzas de las consecuencias de atacar a la oferta (disminución de la producción y encarecimiento de los productos alimenticios al consumidor) parecen haberse aprendido. La intención de atacar el problema desde el lado de la demanda con la prórroga de la Ley intenta dar más poder de compra el consumidor en lugar de castigar a la oferta.
Pero votar la Ley que habilita la disposición de los recursos no garantiza que se resuelvan los dos pilares faltantes: uso y acceso. Si no se logra abordar el problema en toda su dimensión (los 4 pilares) no se lograrán avances.
Roberto Feeney y Bernardo Piazzardi
Profesores del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral
La emergencia alimentaria es nada más que un tópico de campaña, una referencia para decirle a la gilada que después de haberse mandado todas las cagadas durante los últimos treinta años la culpa de todo la tienen los que sólo estuvieron en el poder seis años en total. .Esto es como lo que le hicieron a Alfonsín en 1989, y como lo que le hicieron a De la Rua en 2001. Para su relato es como los 30000, sólo un tópico para su campaña de desinformación y propaganda. Ahora aprovechan y le quieren echar la culpa a Macri del resultado de todas las equivocaciones y abusos del gobierno de Cristina desde 2006 por lo menos, además de las propias falencias de Macri que principalmente fueron haber tenido demasiada indulgencia con las metas y garantías imposibles que dejó instaladas el gobierno anterior.
La emergencia alimentaria no se noto demasiado en medio de una cancha llena, de bote a bote, con entradas carisimas en el recibimiento a Maradona. Tampoco se nota el drama alimentario en los conciertos de rock, donde las multitudes colapsan, los buses se llenan de personas que van de aca para alla, nadie luce desnutrido, mal alimentado o carente de comida. Solo los verdaderos pobres, aquellos que ya buscan en los tachos de basura, sea por el impedimento de las drogas que lo conducen a extremos, o incapacidad mental, pero en su mayor parte la hambruna nunca ha golpeado en este pais como en Venezuela. Los barrios de pie, y aledaños, son todos en su mayoria gente joven, que cada prenda de vestir la tienen comprada y pagada por el estado. En esas inmensas multitudes nadie trabaja, nadie se gana el pan con el sudor de su frente. Todo lo exigen y piden, y los mas vergonzosos se tapan la cara con bufandas y trapos para no ser reconocidos. Resta pensar que pasa por la cabeza de esos jovenes que todo lo piden y que no les nace la idea de salir del mantengo, no les nace la idea de capacitarse en algo, de ser ambiciosos y saber ganarse el sustento. Ya lo viene diciendo Pichetto que hay que terminar con los planes. Viene otra epoca, asi que a pensar un poco por hacer algo por uno mismo. Cristina-Fernandez, si es que sale, esta vuelta no les va a poner plata en el bolsillo. No se podra. Se encontraran cun un pais desvastado, asi que deberan sacarse todas las bufandas, abandonar las mochilas, tirar las piedras al camino y salir a buscarse un laburo, algo en que trabajar. Gane quien gane, salga quien salga, sera el momento real de salir a trabajar, y buscarse el propio sustento.