¿Qué pasará en Argentina si en las próximas elecciones ganara la fórmula Fernández-Fernández? Todo es una verdadera incógnita, todo. Máxime cuando Alberto trata de mostrarse como moderado y por otro lado aparece Cristina -que también intenta lo mismo- dando a entender todo lo contrario.
Dentro de las incógnitas surgen dos, que son las realmente importantes. La primera es: ¿Gobernará realmente Alberto en caso de ser el próximo presidente o hará lo que Cristina le ordene? Y de esta se desprende una más: en caso de que Alberto sea un títere de CFK, como la mayoría cree, ¿qué rol tendrá La Cámpora?
Y la segunda: sea quien sea quien de las órdenes, el eventual gobierno del Frente de Todos, ¿será más de lo mismo que mostró el kirchnerismo durante 12 años o realmente piensan ser distintos y volverán más buenos y mejores, como ellos mismos dicen?
En realidad, por ahora existen dos propuestas, o si usted prefiere, versiones. Una es la que están pensando mostrar "en blanco", o sea, en público, y la segunda es lo que realmente piensan hacer si llegan al poder, que es a lo que aspira el núcleo duro del kirchnerismo. Veamos, en primer lugar, la "propuesta en blanco".
Como todos sabemos, una de las principales preocupaciones de cualquier argentino es el valor del dólar. En este sentido el plan hoy, es establecer un control de cambios para garantizar estabilidad y evitar corridas y suba del dólar. O sea, volveremos al "cepo".
La segunda problemática a resolver será la deuda con el FMI. Para ello, se piensa en una renegociación del capital de la deuda externa con el fondo y se garantizará sólo el pago de los intereses. De hecho, este planteo ya lo hizo Axel Kicillof a funcionarios del Fondo. Sería algo así como un "default blando", o "reperfilación", como se le dice ahora y se pedirá un período de gracia de cinco a ocho años, ya que Argentina tendrá que salir del plan del FMI que exige superávit fiscal, algo prácticamente imposible de cumplir.
También se piensa en una "emergencia social de jubilados y AUH", que constará en otorgar aumentos de las jubilaciones y asignaciones para recuperar el poder adquisitivo perdido en estos años. Tal es así que la misma Cristina sostiene que esta medida generará mayor consumo, trabajo, y recaudación "sin ajuste".
En cuanto a los servicios públicos, si bien en un principio se pensaba en realizar una baja de tarifas eléctricas y de gas en un 50%, esto luego se desestimó, pero se se ampliaría el alcance de la tarifa social. También se piensa en desdolarizarlas.
Otro punto en el que piensa el equipo económico de "los Fernández" es en aplicar un control de precios de los alimentos. Para ello se evalúa la creación de sucursales del Mercado Central en todo el país y ampliación de Precios Cuidados para bajar el aumento del costo de los alimentos. También se piensa en un control ("apriete") muy grande sobre los formadores de precios.
Respecto a las importaciones, se piensa en establecer un control muy estricto y restricción casi total. Con esta medida se buscará reactivar la industria nacional, proteger su competitividad, y evitar fuga de dólares en compra de productos en el exterior.
También se piensa en la creación de un "Banco de Desarrollo Nacional" para otorgar créditos accesibles a las empresas. De esta manera se piensa en reactivar las inversiones, generar mayor producción industrial y generación de puestos de trabajo.
Hasta aquí, aunque no se escuchen mucho, serían las medidas "en blanco" -o sea, lo que hoy dicen que piensan hacer- y pueden decir públicamente, pero también existen otras ideas, que no se comentan, o sea, el "plan en negro".
Son de público conocimiento algunas ideas, que como dijimos al principio, Alberto, en su rol de "moderado", tiene que salir a desmentir.
Más allá de lo que dijo el mismísimo candidato a presidente del Frente de Todos cuando afirmó: "Algún día Ercolini, Bonadio, Irurzun, Hornos y Gemignani van a tener que explicar las barrabasadas que escribieron para cumplir con el poder de turno", Mempo Giardinelli sostiene que "el sistema de justicia no debe ser un poder", junto a otros "intelectuales K" impulsan una nueva Constitución Nacional que, entre sus puntos, plantea la eliminación del Poder Judicial.
Seguimos con Horacio González, quien plantea que se revea la historia y cree en la necesidad de generar una "una valoración positiva de las organizaciones armadas".
Por último tenemos a Dady Brieva que pide una CONADEP del periodismo, mientras Grabois reclama una reforma agraria y expropiación de viviendas, y el ex Ministro de la Corte, Eugenio Zaffaroni propone la reforma de la Constitución.
Lo más factible, estimado lector, es que si Cristina -o como lo quieran llamar- vuelve al poder, todo esto y mucho más suceda; por ejemplo, declarar "presos políticos" y su posterior libertad a todos los ex funcionarios del kirchnerismo que hoy se encuentran detenidos mediante un indulto presidencial.
Los peronistas ya lo hicieron dos veces. La primera en 1973, cuando Héctor Cámpora, recién electo liberó a terroristas presos, y la segunda entre octubre de 1989 y diciembre de 1990, cuando Carlos Menem indultó a ex terroristas y miembros del proceso. ¿Será que no hay dos sin tres?
La realidad es que quieren volver al kirchnerismo, pero recargado, y lo peor de lo peor, es que una parte del electorado está de acuerdo con esas "políticas de estado".