Representantes de organizaciones sociales, sindicales y de derechos humanos, entre los que se encuentran el dirigente Juan Grabois, de la CTEP, y Daniel Catalano, de ATE, fueron agredidos por fuerzas de choque civiles en el aeropuerto de Viru Viru, de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, según relataron a la agencia de noticias Télam miembros de una delegación de referentes argentinos para "llevar solidaridad, difundir información y recibir denuncias en relación al golpe de Estado" en ese país.
La Delegación Argentina en Solidaridad con Bolivia fue retenida, y catorce de sus integrantes fueron separados por las fuerzas de seguridad y sometidos a una indagatoria exhaustiva, en un contexto de hostigamiento, registrado en diferentes videos expuestos en las redes sociales (ver al pie).
Los hechos se sucedieron durante la madrugada de hoy y la delegación debió partir hacia La Paz y luego se refugió en El Alto, informaron integrantes de la comitiva a Télam.
Catalano contó a esta agencia que "dos compañeros fueron agredidos físicamente, pero ahora estamos todos bien, ya estamos en El Alto".
"Fue una situación que se generó cuando llegamos a Santa Cruz, la policía trato de generar un clima de tensión, en particular con Juan Grabois, y luego dividió al grupo en tres cuando tratábamos de salir de Santa Cruz", agregó.
"También -señaló Catalano- nos tenían preparada una patota con personas que nos insultaban y nos decían que teníamos que volver a nuestro país".
Por su parte, Grabois afirmó que "todo sucedió en el marco de la delegación en la que junto a un grupo de profesionales y dirigentes de movimientos sociales y ambientales vinimos a Bolivia a realizar un relevamiento de las grandes violaciones a los derechos humanos, desapariciones forzadas y torturas que se están produciendo en el marco del golpe de estado en Bolivia".
"En Santa Cruz nos recibieron las fuerzas de seguridad, nos llevaron a un rinconcito, y uno a uno nos fueron interrogando de una manera absolutamente arbitraria, y preguntándonos a quiénes veníamos a entrevistar. Información que por supuesto no dimos al resguardo de las personas con las que vamos a encontrarnos", aclaró.
Relató además: "Me dijeron que tenía prohibido emitir opiniones políticas en el país", algo que consideró como "un disparate dentro del orden público internacional debido a que si esto fuera una democracia, la prensa y las personas tendrían derecho a opinar".
"Esto se combinó con la aparición de una patota de provocadores que nos insultaban con cuestiones racistas y homofóbicas buscando amedrentarnos; sin embargo, la delegación está compuesta por hombres y mujeres que tienen muchas luchas, y sabemos que más temprano que tarde las dictaduras caen y los gobiernos vencen", finalizó Grabois.
La delegación, una vez en La Paz, se propone tomar testimonios de personas que hayan sufrido violaciones a los derechos humanos.
La comitiva está integrada también por Marisa Llanos Cruz y Marianela Navarro, del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL); la abogada del Frente Patria Grande, Gabriela Carpinetti; Pablo Graciarena, de la organización Xumek; Cristina Livitsanos, de la Asociación Americana de Juristas; Leo Pérez Esquivel y Pablo Pimentel, de APDH, e Ismael Hall, de Correpi, entre otros.
Quien banca a estos terroristas q quieren destruir las democracias en Latinoamérica???#BastaBaby @edufeiok pic.twitter.com/BrXZeej9kf
— Mary(@misbeln) November 29, 2019