La ex gobernadora de Tierra del Fuego Rosana Bertone dispuso el último día hábil de su gestión el pago de 2 millones de dólares para formalizar la compra del edificio donde funcionaba el casino de la ciudad de Ushuaia, propiedad de la firma Casino Club vinculada al empresario Cristóbal López. Las suspicacias estaban a la orden del día… ¿algún tipo de lavado o enjuague en la operación?
Bertone dejó el cargo el domingo 8 para jurar como diputada nacional, pero el viernes 6 concretó la adquisición del casino con forma de ballena ubicado sobre la costa del Canal Beagle, que cerró sus puertas en octubre de 2018 (cuando López estaba preso) y que el Estado provincial prevé convertir en un centro cultural, indicaron.
La operación inmobiliaria fue pautada en 9,1 millones de dólares, y los 7,1 millones restantes se cancelarán en los próximos 5 años, a través de 20 cuotas trimestrales de 355 mil dólares, señalaron las fuentes.
Es por eso que la operación fue cuestionada por el gobernador electo, Gustavo Melella, que asumirá el próximo martes 17 y que no estuvo de acuerdo, ni con la compra del edificio ni con el desembolso realizado por Bertone poco antes de dejar el cargo.
La ex gobernadora había logrado en diciembre de 2018 que la Legislatura provincial le autorizara un endeudamiento de hasta 10 millones de dólares para adquirir el casino, en un trámite legislativo en el que los legisladores aliados de Melella se opusieron a la aprobación.
Sin embargo, Bertone no apeló al crédito y realizó el pago de 2 millones de dólares utilizando fondos corrientes.
Según el entorno de Melella, la operación está “plagada de puntos oscuros”, que van desde el costo del edificio que “varió desde los 6 hasta los 10 millones sin demasiadas justificaciones”, hasta la oportunidad en que se lleva a cabo, “en medio de una crisis económica, comprometiendo la futura gestión y no siendo un tema prioritario”, dijeron las fuentes consultadas.
Casino Club cerró sus puertas en 2018 y dejó sin trabajo a unas 90 personas, incluyendo a las que trabajaban en otra sala de menor tamaño.
Al poco tiempo, dos adolescentes de 15 años iniciaron una campaña por Internet para transformar el lugar en un centro cultural.
Abril Gauna y Micaela D’annuncio juntaron más de 3.500 firmas a través de la plataforma Change.org, y lograron que el Gobierno fueguino se interesara en el tema.
El inmueble, ubicado en pleno centro de la capital fueguina, y en un sitio de fácil acceso para turistas y residentes, posee amplios espacios en desnivel, además de un sofisticado sistema de calefacción, doce baños, dos cocinas, un restaurante y un escenario, entre otras comodidades.
La firma llegó a emplear a más de 250 personas en el pico de su expansión en Ushuaia, y además de los juegos de azar se dedicó a organizar shows musicales y fiestas temáticas.
Tras el cierre de la sala, la empresa vendió sus concesiones de explotación vigentes hasta 2035, por $750 mil dólares, en una operación que también fue autorizada por el Gobierno fueguino.