Las escuchas realizadas en una causa en la que se investigaba a dos hombres por venta de drogas en Rosario revelaron la presunta connivencia entre la policía y un grupo narco para no quedar involucrado en procedimientos a cambio sumas de dinero, informaron fuentes judiciales.
Los involucrados en esa causa por pago de coimas son el entonces jefe de la Brigada Operativa Antinarcóticos XVII de San Lorenzo, Cristian Acosta; dos sindicadas narcos, Jesús Magdalena Mansilla y su hija Zaira, y su abogado, Leandro Demichellis.
El policía y la mayor de las Mansilla se encuentran procesados por "cohecho" (pasivo y activo, repectivamente) y bajo una prisión preventiva confirmada en las últimas horas por la Cámara Federal de Rosario, mientras que el el abogado también está procesado aunque fue excarcelado.
La hija de Mansilla, en tanto, está procesada por "tenencia de estupefacientes con fines de comercialización" y también en este caso la medida fue confirmada por los camaristas Fernando Barbará y Aníbal Pineda.
La causa que dio origen a esta pesquisa es instruida por el juez federal 3 de Rosario Carlos Vera Barros y surgió de otro expediente en el que el mismo magistrado investigaba a dos hombres, padre e hijo, por comercialización de drogas en esa ciudad santafesina.
En ese marco, el 2 de agosto de 2018 el juez Vera Barros ordenó allanar una vivienda ubicada en Founier al 1.200, de San Lorenzo, donde se secuestraron 599 gramos de marihuana fraccionada, 30 gramos de cocaína y una balanza, según consta en la causa a la que tuvo acceso la agencia de noticias Télam.
El subcomisario Acosta dejó constancia en el acta de procedimiento que, mediante una comunicación telefónica con el juzgado, su secretario le ordenó detener a los principales cabecillas y liberar a los demás.
Así, un hombre llamado Antonio Luis Centurión y su hijo Manuel -quienes eran los inicialmente investigados- quedaron a disposición del juzgado junto a otra persona, mientras que las Mansilla recuperaron la libertad.
Pero de las escuchas de otra causa que también investigaba a Centurión como posible vendedor de drogas surgió la trama que desembocó en el procesamiento de las mujeres, su abogado y el policía Acosta.
La primera conversación que llamó la atención de los investigadores ocurrió el mismo día de las detenciones, cuando una media hermana de Mansilla, Yolanda "Yoli" Luna, contactó al abogado Demichellis, quien le dijo que "necesitaría aunque sea unos pesos" para poder moverse: "Y no voy a estar frenado, voy a tener que ir a la policía", le explicaba.
En esa charla, la mujer le preguntó cuánto y el abogado le respondió: "Diez mil pesos necesitaría para moverme".
En otra conversación, Demichellis le dijo a "Yoli": "Consígame eso y un poquito más, yo lo tengo todo solucionado. Estoy manejando para que la larguen dentro de un rato", y le explicó que el acuerdo era por ambas mujeres, madre e hija.
En las varias horas de grabaciones, Luna le refirió a un tal José que ya arregló, que juntó "diez" y que va a ver si juntaba "aunque sea veinte".
En otra conversación de "Yoli" con su abogado "éste dialoga en segundo plano con un masculino al cual menciona como Acosta, preguntándole si eran ellos los que estaban allanando en ese momento", de acuerdo al expediente.
"Si, ¿puede hablar Acosta?", pregunta el abogado y se presenta: "Eh Demichellis. Bien, ¿están allá?. Ah, ustedes están trabajando...bueno, bueno porque yo quería ir para allá, para ver el procedimiento".
Parte de la escucha
La propia involucrada, Jesús "Tapi" Mansilla, le contó días después de su liberación a una persona no identificada los pormenores de ese operativo:
"Tapi": Y el jueves, bueno, me cayeron los patas negras, estuve detenida como seis horas, tuve que pagar.
NN: ¿Que arregló, por guita, por plata?.
"Tapi": Sí, tuve que pagar si, puse abogado todo.
NN: ¿Mucha guita?.
"Tapi": Eh, cien mil.
NN: Bueno, pero ahora hay que tener cuidado.
"Tapi": Sí, hay que tener cuidado, pero no, ya arreglé con los milicos, ahora puede trabajar tranquila.
Sobre la base de las escuchas y otros elementos de prueba, el juez procesó a Mansilla madre e hija y al abogado Demichellis por cohecho activo, y al policía Acosta por cohecho pasivo, resolución que fue apeladas por los defensores.
Ahora, siempre según las fuentes, la Cámara Federal confirmó el fallo al señalar entre sus argumentos que "existen en autos conversaciones telefónicas que acreditan -en grado probable- tanto la existencia del hecho, como la participación de Acosta y Demichelli en su comisión".