Estamos frente a la primera pandemia por coronavirus, una pandemia que puede ser controlada. Todos los países están a tiempo de cambiar su curso.
Las naciones deben preparar el plan de respuesta a la pandemia centrados en cinco áreas claves:
1. Detección temprana de casos de coronavirus.
2. Reducir la transmisión de la enfermedad.
3. Salvar vidas, minimizando los efectos sobre la mortalidad.
4. Mantener los servicios básicos de Salud.
5. Brindar información a la comunidad en cada etapa, sobre los riesgos y medidas de protección.
Si los países deben centran sus esfuerzos en la detección temprana, realización de pruebas diagnósticas, aislar a los casos sospechosos, rastrear a los contactos, y movilizar a su población en la respuesta, aquellos que tengan unos pocos casos pueden evitar que estos se conviertan en esos grupos den paso a la transmisión comunitaria.
La intensidad con la que se implementen las medidas dependerá en gran parte de si existen casos en el país. En una pandemia la aparición de casos en todos los países se considera virtualmente casi inevitable.
Por eso, cuando la OMS declara al COVID-19 como una pandemia lo hace con la meta de reducir al mínimo las repercusiones de la misma y de instar a los países a cumplir con las medidas recomendadas.
Cuando el 30 de enero, la OMS declaró que el brote del nuevo coronavirus constituía una emergencia de salud pública de importancia internacional, nuestro país comenzó con la preparación para dar respuesta y poder en primer lugar detectar oportunamente la llegada de personas enfermas con el virus a la Argentina. Con la identificación del primer caso en la Argentina (4 de marzo), se inició la fase de contención del virus con el objetivo de detectar casos de manera temprana, permitiendo la atención adecuada de los pacientes y la implementación de las medidas de investigación, prevención y control tendientes a minimizar la transmisión de la enfermedad evitando la diseminación del virus en la comunidad, preparar y fortalecer los sistemas de salud para dar respuesta al brote.
Con la confirmación de la OMS de que se trata de una pandemia, la responsabilidad ya no es solo de China, se tiene que implicar todo el mundo y todos los países tienen que tomar medidas. Argentina así lo hizo y el 15 de marzo el presidente Alberto Fernández anunció medidas que se sabe fueron efectivas en los países que lograron contener al virus: suspensión de clases, prohibición del ingreso al país de personas extranjeras no residentes para minimizar la posibilidad de ingreso y la propagación del virus al interior, cancelación de aglomeraciones y suspensión de actividades no esenciales con el objetivo principal de reducir el contacto y la transmisión viral y por último licencia laboral para los mayores de 60 años, embarazadas y personas con condiciones de riesgo.
Estamos frente a una pandemia y tenemos la ventaja de la experiencia de otros países, debemos tomar el ejemplo.
Hoy hay más de 500.000 infectados con más de 25.000 muertes a nivel mundial, en China, donde inicio la epidemia, país más afectado con más de 80.000 casos y 3000 muertes ya está logrando contener el brote disminuyendo la propagación del virus. La situación en Europa es totalmente distinta con una gran escalada de casos, a la fecha son más de 220.000 casos y mas de 11. 900 muertes, y solo hace una semana tenía 74.000 casos y 3000 muertes. Son especialmente Italia y España, los países con más casos.
En Argentina coexisten las estrategias de contención y mitigación de mortalidad y transmisión. Se han confirmado más de 580 casos, la mayoría tienen antecedentes de viajes a países con zonas con transmisión comunitaria, se detecta transmisión local en conglomerados (contactos estrechos de casos confirmados) y se identifica el inicio de trasmisión comunitaria en la región de AMBA. Los pacientes fallecidos por coronavirus son 13 a la fecha, en su mayoría pacientes mayores de 60 años y con comorbilidades.
Las únicas jurisdicciones que aún no han informado casos son Catamarca, La Rioja, San Juan, Formosa y Chubut.
Tratándose de una enfermedad infecciosa, respiratoria, que no tiene tratamiento específico y no cuenta aún con una vacuna para prevenirlo, la mejor forma de hacerlo es siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Salud. El distanciamiento social es hoy esencial para limitar la trasmisión comunitaria.