El dilema interno existe y pone de manifiesto las posiciones encontrados que conviven adentro del gobierno nacional. Las diferencias pasan por saber cuál debe ser el rol que le asignen desde el poder ejecutivo a las Fuerzas Armada en la pelea contra el flagelo del coronavirus.
El Presidente Alberto Fernández dio instrucciones a sus ministros para que los militares sólo se limiten a la contención social y no hagan controles en la calle por la cuarentena obligatoria. No quiere un solo militar armado recorriendo las calles de la Provincia.
Tampoco pretende que los soldados aparezcan mezclados con efectivos policiales en los retenes de acceso a la ciudad capital que los canales de televisión transmiten en cadena. De lo contrario sería una violación a la ley de seguridad interior que prohíbe que las Fuerzas Armadas se vean involucradas en tareas del control del cumplimiento de la cuarentena obligatoria.
A pesar de este fino límite jurídico, desde hace una semana sobrevuelan el cielo de la Capital Federal y el conurbano varios helicópteros del Ejército y de la Fuerza Aérea que buscan coordinar información con sus pares de seguridad.
Un acción indirecta que expone las miradas contrapuestas. Los militares desde el aire le van informando a las distintas fuerzas no sólo el movimiento vehícular en las autovías, como la Panamericana y el acceso Oeste, sino también todo lo que sucede en las calles internas de los barrios más postergados. “Logística y asistencia a lo más vulnerables, si”, responden las fuentes del gobierno pero rápidamente aclaran “que los militares no deben involucrase en cuestión de seguridad”.
Mientras tanto, el ejército se prepara para repetir en La Matanza la experiencia que ya puso en marcha en Quilmes. La decisión se terminó de tomar cuando el ministro de Defensa Agustín Rossi le reveló al presidente que los soldados del ejército fueron aplaudidos por los vecinos de la zona sur del conurbano cuando los camiones verdes fueron avanzando hacia las instalaciones del club Quilmes. Fueron escenas que emocionaron hasta al coronel Alejandro Liberatori, al mando de la operación.
Tres regimientos históricos como Granaderos, Patricios y el 1° de Artillería fueron los seleccionados para aliviar la situación de los barrios más populares. Dentro del ejército hablan de una “operación de protección civil”, aunque extraoficialmente reconocen que “la interacción con los policías es óptima y permanente”.
“Reconocemos que la presencia militar y sobre todo el patrullaje de los helicópteros ejerce un efecto disuasivo y preventivo sobre aquellos que no quieran respetar la cuarentena obligatoria”, reveló el ministro de Defensa Agustín Rossi al ser consultado por A24.com.
Después de una reunión entre el gobernador Axel Kicillof, la vicegobernadora Verónica Magario y su ministro de Seguridad, Sergio Berni, junto al general de brigada Martín Deimundo Escobal, comandante operacional de la Fuerza Armadas y el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, se decidió llegar al distrito más habitado del país, y uno de los que más barrios postergados tiene: el populoso municipio de La Matanza. La modalidad que se utilizará será similar a la experiencia de Quilmes.
Se llegarán con “cocinas centralizadas” para entregar bandejas de alimentos calientes elaborados por el ejército. Según pudo saber A24.com, el menú seleccionado contiene arroz con pollo y carne, guisos, fideos, una elección con alto poder calórico.
Los lugares seleccionados serían todos los que integran el cordón sur contenidos en Virrey del Pino como el barrio San Pedro o Esperanza. La semana pasada, el propio municipio estuvo realizando reparto de bolsones de comida en zonas muy carenciadas de Aldo Bonzi, González Catán y Gregorio de Laferrere.
Cuando la pandemia ni siquiera estaba declarada, el presidente Alberto Fernández remarcó el 21 de febrero, en un acto en Campo de Mayo, que el país podía sentirse orgulloso de que las fuerzas estaban totalmente integradas a la sociedad y que “todos los oficiales habían salido de la democracia”. El coronavirus pone de manifiesto cual debe ser el rol de las Fuerzas Armadas en los procesos democráticos.