En Twitter es viral una crítica al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta de la cuenta @Beatriz_Sarlo, publicada el martes 22 de agosto último, días después de que el Gobierno de la Ciudad decidió acatar el fallo de la Justicia porteña para que las personas mayores no deban pedir permiso para salir a la calle. Sin embargo, el tuit no le pertenece a la ensayista Beatriz Sarlo, porque esa cuenta es falsa, según confirmaron en 2019 a Reverso -la alianza de medios dedicada a desmentir desinformaciones durante las elecciones presidenciales- ella y su editor.
“Prefiero cenar una fuente de coronavirus antes que pedir autorización para salir de mi casa a un gobierno corrupto, protofascista y gerontofóbico”, dice el tuit, que el jueves al momento de la publicación de esta nota cosechaba 1.400 retuits y 6.900 “Me gusta”.
@Beatriz_Sarlo, a su vez, tiene 49.500 seguidores y funciona desde mayo de 2011, según información de la propia cuenta. En la biografía se define como “Ensayista” y de foto de perfil tiene una imagen de Beatriz Sarlo.
Qué dijo la escritora
En diálogo con Reverso, Sarlo confirmó que @Beatriz_Sarlo no es su cuenta de Twitter y que, por lo tanto, esos comentarios no le pertenecen.
“No es mi cuenta porque no tengo cuenta bajo ningún alias, ni en Facebook ni en Twitter. Pero no me pareció que fuera necesario que hiciera una cuestión ni jurídica ni administrativa en las plataformas para liquidar esa cuenta. No soy una persona muy dada al pleiteo administrativo, pero sí dije muy claramente, todas las veces que me lo han preguntado, que esa no era mi cuenta”, señaló a este medio en 2019.
La ensayista, que es especialista en la obra de Jorge Luis Borges y además escribe análisis políticos en diversos medios, dijo que @Beatriz_Sarlo adquiere verosimilitud porque el usuario que la administra “en vez de ser torpe es inteligente”. “Cita a Borges y ha leído mis notas de opinión. Quizás si esta persona quisiera más notoriedad, querría que le hiciera una denuncia. No me conducirá a ello”, insistió a Reverso.
Javier Calvo, jefe de Redacción de Perfil, diario donde la escritora publica sus columnas los fines de semana, también desmintió en Twitter la cuenta fake: “ALERTA SPOILER: Sarlo me pide que como su editor en @perfildiario aclare que esta cuenta es fake. Cumplo en informarlo”.
Twitter posee una política sobre las cuentas de parodias que establece que los usuarios pueden crear cuentas de este tipo siempre y cuando se ajusten a la siguiente regla: el nombre de la cuenta y la biografía de la misma deben indicar que no se trata de una cuenta oficial. La finalidad de esto es que los usuarios de la red social puedan identificar que la cuenta no está vinculada al tema que trata o la persona que parodia. En este caso, el usuario @Beatriz_Sarlo no aclara que es una cuenta no oficial, por lo cual puede inducir a error.
Qué opina Sarlo sobre la medida de Larreta
Aunque la cuenta en cuestión es falsa, la escritora criticó la medida del Gobierno porteño de exigir permisos especiales para un determinado grupo de la población -en este caso por edad-. “Es un estado de sitio selectivo”, dijo en el canal Todo Noticias (TN), y luego agregó: “Me pareció insultante, el carácter discriminativo es complicado para los que trabajamos”.
Por su parte, el constitucionalista Ricardo Gil Lavedra señaló en Twitter: “Las medidas están muy bien y es un gran esfuerzo en la dirección correcta. Pero el llamado NO PUEDE SER OBLIGATORIO, toda persona tiene derecho a elegir, sin interferencia del estado, cómo vive y cómo muere. Ese derecho es constitucional” (sic).
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Yo dije muchas veces que la vigencia y el prestigio de alguien que expresa lo que expresa Beatriz Sarlo, es una calamidad. Mi opinión no surge de lad redes sociales donde tampoco participo. Sin embargo, coincido con lo que dice su cuenta truchaven esta ocasión. Es máñs, he visto que no sólo Larreta sino gran parte de la "sociedad" tienen esas características. Me refiero e la caterva de androides que ocupan los espacios y los tiempos de la televisión local.
HIMMLER LA RATA ES corrupto, protofascista y gerontofóbico