De pronto, apareció un ex-agente del Mossad llamado Uzi Shaya, que nunca antes había hablado ni aparece en todo el expediente judicial de la muerte de Alberto Nisman pero que jura que ayudó al fiscal malogrado en la investigación que éste conducía sobre el atentado de la Amia.
Según el exespía, al retirarse del Mossad, trabajó para adelantar los intereses del fondo NML Elliot, el cual llevaba una campaña contra la ex presidente de Argentina Cristina Fernández de Kirchner.
“Días antes de la muerte del Fiscal, se encontraron Shaya y Nisman en Europa y, al parecer, le entregó Shaya información crucial que incriminaba a la presidente Kirchner. Nisman volvió a Argentina de urgencia para poner la denuncia en contra de la presidente y días después fue encontrado sin vida en su apartamento”, según las crónicas que todos los medios publicaron este jueves sin inmutarse y sin preguntarse cuánto tendría esto de cierto o de falso.
Desde el Fondo Elliot dijeron: “No tenemos conocimiento alguno de material informativo que fue le entregado al Fiscal Nisman”.
“El programa de televisión Israelí UVDA revelará por primera vez el testimonio del ex-agente del Mossad Uzi Shaya. En una entrevista a la presentadora del programa Ilana Dayan, revela Shaya que días antes de la muerte del Fiscal, él le había entregado un sobre lleno de archivos que supuestamente incriminaban a la presidente Kirchner de corrupción”, dice la misma crónica.
“Yo le entregue material que presuntamente mostraba transferencias de dinero entre oficiales argentinos de alto rango e Irán o autoridades en Irán”, dice el exespía.
Eso sí, jamás muestra los papeles que presuntamente le habría entregado a Nisman. ¿No sería oportuno que lo hiciera, ya que habrían sido los que provocaron el “asesinato” del fiscal especial de la causa AMIA?
Es curioso que se hablara de documentos reveladores, ya que en su denuncia Nisman no menciona nada de ello. De hecho, casi todo lo que relata en su presentación casi no le hace mella a Cristina. Sí a otros actores secundarios del kirchnerismo.
Habrá que ver qué se esconde detrás de esta nueva trama, que se suma a las desinformaciones sobre AMIA y la muerte del propio fiscal. Siempre motorizadas por EEUU, Israel y puntuales sectores de lobby político y económico locales. El tiempo dirá.