Este domingo, Horacio Verbitsky reveló en su blog “El cohete a la Luna” los detalles de una reunión entre funcionarios del gobierno y cinco poderosos empresarios argentinos.
Allí, según el periodista, “se abordaron con franqueza las perspectivas de la relación entre el peronismo en el gobierno y el patronato”.
De un lado, siempre según Verbitsky, se sentaron: un ministro del Poder Ejecutivo, una autoridad política del Frente de Todos y una representación institucional del Congreso de la Nación.
Del otro, formaron: “El líder de una de las más antiguas cámaras patronales, que observa con más interés que nadie lo que sucede con Vicentin y no porque le preocupe el interés nacional; un banquero representativo de buena parte de sus colegas locales, que ha sido convencido oficialista con todos los gobiernos que se sucedieron desde 1983; uno de los grandes petroleros con intereses en Vaca Muerta; un gran constructor que pasó una semana detenido en la Encuadernadora del Doctor Glock, hasta que confesó haber pagado para que el Estado le cancelara deudas por obras realizadas, y un inversor en emprendimientos energéticos, de intrincada relación con el ex Presidente Maurizio Macrì y sus negocios”.
La autoridad política habría dicho que el gobierno necesita empresas privadas fuertes, que contribuyan al crecimiento y a la creación de empleo, pero que los hombres de negocios necesitan de un Estado fuerte que fije y haga cumplir reglas del juego.
“Uno de los asistentes del otro bando expresó entre cuatro paredes la preocupación que el macrismo vocifera en público acerca del respeto oficial por la propiedad privada. —Si tuviéramos vocación por avanzar sobre la propiedad privada hubiéramos planteado la expropiación de Cargill, no de Vicentin, que es un agujero negro de deudas y estafas —fue la respuesta”, según El Cohete a la Luna.
Para Verbitsky, “sería excesivo decir que hubo grandes coincidencias o que se llegó a acuerdos de algún tipo. Pero la apertura de canales de diálogo es en sí significativa”.