Es uno de los mejores soldados que tiene Pablo Moyano en el Sindicato de Camioneros. Un hombre duro que se crío al calor de las batallas que emprendieron los gremialistas verdes en la búsqueda de más afiliados. Así fue escalando posiciones y haciéndose camino mientras reclutaba cientos de trabajadores logrando enrrolarlos como nuevos afiliados, aunque no necesariamente trabajaran manejando un camión.
Su nombre es Oscar Alejandro Borda y ocupa el cargo de secretario de la poderosa “Rama Loguística”, el mismo sector que planificó el bloqueo a Mercado Libre que por unas horas paralizó la entrega de miles de productos que los argentinos compraron en medio de la pandemia.
La medida de fuerza comenzó el miércoles por la noche con escenas de violencia que el propio Borda encabezó en uno de los centros de distribución asociados al gigante del comercio online. En las imágenes, a las que accedió A24.com en forma exclusiva, se advierte al sindicalista con un tapabocas verde con el logo de Camioneros arengando a cientos de trabajadores para que tomaran por la fuerza las instalaciones de Fast Track, una empresa de loguística que comenzó como un emprendimiento familiar en el 2002 y creció por las alianzas estratégicas con prestadores logísticos de primer nivel, entre ellos Mercado Libre.
Los pocos empleados que había en el interior de la sede ubicada sobre la Avenida Rivadavia al 77 en Valentín Alsina fueron sorprendidos cuando el grupo encabezado por Borda llegó hasta la puerta. Primero se hicieron ver con una fogata. Pero nadie les abrió la puerta. Más tarde comenzaron los aplausos y los cánticos para forzar el ingreso a las instalaciones. Luego fueron por más.
En las violentas escenas se llega a advertir como agreden a un encargado que sale a recibirlos pacíficamente, para finalmente copar el lugar entre corridas y empujones. El propio Borda, hombre de confianza de Pablo Moyano, fue quien quedó cara a cara con el primer encargado que salió al cruce. Al grito de “no hay olvido, ni perdón, al que traiciona al trabajador” los afiliados de la rama logística violentaron el ingreso y ganaron terreno tomando la empresa.
Cuando ya la situación estaba desmadrada fue el propio Borda quien logró retomar el control. En una asamblea improvisada el secretario sindical le pidió a los gritos a todos los afiliados que salieran a la vereda. “Salgan un cachito afuera (sic), estamos en una propiedad privada, quiero que la empresa entienda la situación que está pasando”, explicó mostrando -ahora- su costado más conciliador.
Sólo así los trabajadores que habían llegado impulsados por el propio Borda salieron del lugar junto a los trabajadores de la empresa privada para comenzar una asamblea en la puerta. La noche terminó con más arengas y cantos en favor Pablo y Hugo Moyano.
Lo extraño de la violenta acción sindical es que todos los empleados de Fast Track están enlorados en el convenio 40/89, el mismo que utiliza Camioneros para avanzar en distintas empresas con algún tipo de desarrollo de loguística.
El antecedente del conflicto se remonta a principios de 2019, cuando Mercado Libre abrió un predio de almacenamiento y distribución en el Mercado Central y suscribió a sus empleados en el convenio colectivo del gremio de Carga y Descarga que dirige Daniel Vila. Fue cuando Camioneros impulsó un reclamo que exigía el encuadre de los trabajadores dentro de su propio convenio.
Borda no perdió ninguna de las batallas que le encomendaron sus jefes Pablo y Hugo Moyano. Algunas vez fue, por el mismo propósito, a paralizar el centro de distribución del supermercado Coto de Monte Grande reclamando encuadrar a cientos de trabajadores en el convenio de Camioneros.
En el año 2013, fue uno de los imputados por el fiscal Martín Mainardi por el delito de coacción por bloquear los locales del mayorista Maxiconsumo en reclamo por el traspaso de los empleados de logística a su gremio. También logró en diciembre de 2019 la reincorporación de 40 trabajadores despedidos en el centro de distribución de Musimundo en Esteban Echeverría.
Borda es un soldado fiel que pone el cuerpo cuando más lo necesita su sindicato. En privado, le confesó a cientos de trabajadores que lo de Mercado Libre es la primera batalla de una guerra mucho más larga.