Si te digo la frase “tratamiento de ortodoncia”, seguramente vienen a tu mente incontables visitas al odontólogo, ajustes de alambres, presión en los dientes y un proceso de larga duración.
Si bien la ortodoncia tradicional implicaba vivir esas experiencias, hoy en día, gracias a la tecnología aplicada a la salud bucodental, es posible realizarse tratamientos de aparatos más prácticos, menos dolorosos y con menores tiempos de ejecución.
Los brackets Damon se caracterizan por la ausencia de ligaduras para sujetar los alambres dentro de cada una de las piezas del aparato, permitiendo el libre movimiento de los dientes de forma más cómoda y sobre todo más rápida.
En este sistema, los brackets posee pequeñas pestañas integradas a la estructura. Estas reciben la tensión del arco, sin que sea necesario el uso de ligaduras.
Este tipo de ortodoncia es conocida como de “baja fricción” y tiene como objetivo evitar la extracción de piezas dentales sanas y el uso de aparatos auxiliares para abrir espacio en la cavidad bucal.
Las ventajas del sistema Damon son múltiples:
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Rapidez
Dado que la fricción dental es menor, en líneas generales se reduce el tiempo de tratamiento en comparación con otros sistemas de ortodoncia.
Si bien la duración depende de la complejidad de cada caso en particular y de la evolución de cada paciente, en promedio no suele demorar más de entre 12 y 24 meses.
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Higiene
La ausencia de ligaduras hace que la limpieza y el cepillado dental sean más sencillas de realizar, facilitando la llegada a cualquier recoveco en donde puedan acumularse bacterias y suciedad, responsables de la aparición de las caries.
A su vez, los brackets autoligables generan menos placa dental que los tradicionales, favorenciendo la higiene de la cavidad bucodental.
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Comodidad
La mayoría de las molestias que sienten los pacientes con ortodoncia tradicional deriva de la fricción interdentaria. Como consecuencia, aparecen llagas y roces en los tejidos blandos.
El sistema Damon reduce esta tensión, disminuyendo el dolor y los malestares.
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Menor frecuencia de visitas al odontólogo
Dado que no se necesitan ligaduras, se eliminan los desajustes de la ortodoncia. Como consecuencia, las visitas al profesional de la salud bucal se realizan cada 2 meses o 2 meses y medio.
Con la ortodoncia tradicional, las visitas son mensuales o incluso más frecuentes si hay problemas con los brackets.
Por otro lado, uno de los principales objetivos de este tipo de ortodoncia es no tener que recurrir a la extracción de piezas sanas para hacer espacio en la encía. De modo que también se reducen las visitas por intervenciones quirúrigicas de extracción y las consecuencias de este procedimiento, como dolor o molestias.
Agradecemos a la Dra Marta Alaya por brindarnos esta nota para nuestro portal.
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