La idea que deslizó esta semana el presidente Donald Trump sobre la posibilidad de retrasar los comicios de Estados Unidos del 3 de noviembre, en los que buscará su reelección, insinúa la peligrosa perspectiva de no reconocer el eventual triunfo de su rival demócrata Joe Biden.
No parece haber duda de que el mandatario está tratando de armar una nueva estrategia política, por un lado para enfrentar a Biden, el exvicepresidente de Barack Obama y, por otro, para hacer frente a la pandemia del coronavirus y reactivar la economía de Estados Unidos.
Pero, para descontar alrededor de los ocho puntos de intención de voto que le lleva Biden, según la mayoría de las encuestas, el jefe de la Casa Blanca necesita además hacer una buena Convención Nacional Republicana a fines de agosto, y después lograr que en los debates el postulante demócrata cometa algunos errores.
Trump, claramente, está preocupado: Estados Unidos, con más 4,5 millones de casos y más de 153.000 muertos, es el epicentro mundial de la Covid-19, según informes de la Universidad Johns Hopkins.
A través de Twitter, el presidente estadounidense dijo el jueves que con la votación por correo para evitar contagios, las elecciones de noviembre serán las más "incorrectas" y "fradulentas" de la historia.
"¿Retrasar las elecciones hasta que las personas puedan votar de manera adecuada y segura?", se preguntó.
Sin embargo, el influyente senador republicano Marco Rubio y el líder de la mayoría oficialista en el Senado, Mitch McConnell, se pronunciaron en contra de suspender los comicios.
Muchos analistas creen que el magnate está preparando el terreno para cuestionar el desenlace electoral, pues su mensaje es claro: expresa desconfianza en el sistema de voto estadounidense.
Para Oscar Ugarteche, profesor e Investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el polémico tuit del mandatario "es una sugerencia unilateral" de Trump.
Solo el Congreso estadounidense, donde los demócratas controlan la Cámara de Representantes, está en condiciones de adoptar una medida de este tipo, nunca sucedió en la historia de Estados Unidos, ni siquiera durante la Guerra Civil (1861-1865) o la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
"Creo que Trump está dispuesto a hacer cualquier trampa para reelegirse.Tiene una economía real que se está desplomando, un número récord de muertos por el coronavirus y un fracaso de política exterior envuelta de unilateralsmo. Horrendo", señaló Ugarteche en declaraciones a la agencia de noticias Télam.
Según el Gobierno estadounidense, la economía se contrajo un 32,9% entre abril y junio, su peor caída en un trimestre.
Las actividades se detuvieron durante el confinamiento por la pandemia y Estados Unidos sufrió su primera recesión en 11 años, lo que puso fin la expansión económica más larga en la historia de ese país, según el mismo informe. Un ejemplo: entre enero y marzo, el Producto Bruto Interno (PBI) disminuyó un 5%.
El analista Bernabé Malacalza, doctor en Ciencias Sociales e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), dijo que a pesar de la diferencia que le otorgan a Biden las encuestas "no hay nada definido todavía".
"Hoy, Trump amenazó con la posibilidad de postergar los comicios. Esto no puede ser porque depende del Congreso. Sin embargo, se trata de una crisis del sistema de votación: una de mayor magnitud a la que hubo en 2000 en Florida".
Malacalza explicó que en aquella circunstancia los demócratas no quisieron dar pelea para que George W. Bush no ganara en el colegio electoral. "Esta vez, si ocurre algo parecido, Trump está dispuesto a ir a fondo", opinó.
En las elecciones de 2000, el exvicepresidente Al Gore y Bush obtuvieron alrededor del 49% de los votos en Florida, el estado del cambiante voto latino que otorga 29 electores en el Colegio Electoral. Este cuerpo es el que elige en última instancia al Presidente. Para ganar hay que lograr 270 de los 538 electores.
Tras varios días de recuento en Florida en medio de denuncias de fraude e irregularidades, y cuando Bush aventajaba por 327 votos a Gore, las autoridades de Florida suspendieron el conteo y dieron ganador al candidato republicano.
Gore apeló la medida ante la Corte Suprema de Florida. Pero, al día siguiente, la Corte Suprema de Estados Unidos dio ganador a Bush.
Para el analista Gabriel Tokatlian, dadas las características de Trump, "difícilmente podría aceptar una derrota electoral".
Entrevistado ayer por Radio con Vos, el vicerrector de la Universidad Torcuato Di Tella consideró que si la sugerencia de Trump de suspender las elecciones se llevara a la práctica, podría conducir a una "probable crisis institucional" en Estados Unidos.
A cuatro meses de las elecciones, Trump parece dispuesto a dar una larga pelea para retener la presidencia y continuar con su prédica de "Estados Unidos Primero".
Mientras tanto, el resultado de los comicios, a pesar de la buena proyección de Biden, es aún una incógnita.
a veces me sorprende Mr Donald ...se està Venezolando o mejor dicho se estò chaveztizando, copia algunos metodos del dictador anti democratico Nicolas Maduro. Manejar las elecciones dependiendo si las encuestas van a favor o en contra.
a veces me sorprende Mr Donald ...se està Venezolando o mejor dicho se estò chaveztizando, copia algunos metodos del dictador anti democratico Nicolas Maduro. Manejar las elecciones dependiendo si las encuestas van a favor o en contra.
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