Hay zonas urbanas donde el delito aumentó de manera exponencial y ese crecimiento prendió una luz de alarma en la Casa Rosada. En el círculo más cercano al presidente Alberto Fernández solicitaron una inmediata intervención y el cese de la tensión verbal entre la ministra nacional Sabina Frederic y su par bonaerense, Sergio Berni.
Así nació la iniciativa, de una necesidad imperiosa de prevenir una problemática que en tiempos de crisis muestra su peor cara. “Hagan algo ya, pero sobre todo dejen de mostrar esa grieta ridícula ante la sociedad”, se escuchó desde el entorno presidencial.
En este contexto adverso se presentó esta semana una división especial de la Policía Federal para actuar como prevención en el conurbano. La llamaron Fuerza de Respuesta Inmediata (FRI) y sumará en la zonas más calientes personal distribuido en seis grupos de entre 9 y 12 efectivos que se movilizarán por separado para impedir el avance de la delincuencia.
Las típicas modalidades delictivas como el ataque de motochorros y las “entraderas” a viviendas del conurbano crecen y se presentan con una mayor virulencia. Los delincuentes salen dispuestos a todo y las calles de la provincia, y algunas zonas de la Capital Federal, se convirtieron en territorios más violentos. La queja de los intendentes bonaerenses es recurrente. El personal desplegado en el territorio es escaso.
Esa semana, vecinos del partido de Merlo cortaron la ruta 200 para reclamar por el asesinato de un joven llamado Jeremías Montenuevo a quien en un intento de arrebatarle su moto Honda LXR le quitaron la vida. La víctima fue trasladada al Hospital Héroes de Malvinas, donde fue intervenido quirúrgicamente para luego fallecer por las lesiones sufridas.
Desde el municipio explicaron que sólo cuentan con 180 policías por turno para cubrir un territorio de 173 kilómetros cuadrados y darle seguridad a más de 700.000 vecinos.
La explicación se repite en todo el territorio bonaerense que limita con la Capital Federal. Las escenas habituales muestran bandas con un alto poder de fuego que desvalijan casas o delincuentes en motos que convierten el tradicional arrebato en secuencias de extrema violencia con personas arrastradas, golpeadas y hasta vecinos asesinados por no cumplir con el requerimiento delictivo.
Son varias las áreas de la Policía Federal Argentina que aportaron su recurso humano y sus conocimientos para la conformación de este equipo especial. Para el armado de la FRI fueron seleccionados especialmente unos 70 efectivos de la Superintendencia Federal de Intervención Territorial, Investigaciones Federales, Drogas Peligrosas, Seguridad y Custodia, Asuntos Internos e Inspectoría General, Dirección General de Coordinación Internacional y agencias y delegaciones federales.
Son hombres especializados que, si bien no conocen el terreno en su totalidad, van a poder contar con estrategias adaptadas a la necesidad del momento. La nueva fuerza deberá dar una respuesta rápida e inmediata. Es por eso que contará con móviles especiales, entre ellos motos, camiones y un blindado para intervenir en los lugares más peligrosos y frente a cualquier desborde social.
Según establecieron las autoridades, sus integrantes trabajarán en equipos diagramados especialmente y buscarán dividirse, según la necesidad de cada zona. No habrá retenes estáticos ni controles programados. Ese tipo de tareas ya las realizan otras fuerzas. La idea es que la FRI puedo desplegarse en el territorio con equipos que patrullen al azar las zonas más conflictivas buscando evacuar rápidamente cualquier tipo de modalidad delictiva que se presente.
Este grupo especial contará "con un vasto espectro geográfico para prevenir situaciones predelictuales, con una mayor presencia, proactividad y rendimiento de sus efectivos, quienes efectuarán tareas de patrullaje por avenidas y calles con mayor concentración de personas y paradas de colectivos", señaló un comunicado de la cartera de Seguridad.
En tanto, la ministra Frederic explicó que actuará “como complemento” de la Policía de la provincia de Buenos Aires, que es la fuerza que tiene “la responsabilidad primaria sobre la seguridad y los delitos ordinarios”.
La experiencia comenzó el miércoles en Caseros, partido de Tres de Febrero. Allí las brigadas especiales recorrieron el barrio Mercado donde los vecinos venían solicitando mayor presencia policial. Los próximos despliegues son un secreto guardado bajo siete llaves. “No queremos darle ninguna ventaja a los delincuentes”, explicaron desde el ministerio.