Estimado presidente de la Nación Argentina Dr. Alberto Ángel Fernández, quiero dedicarle esta misiva a usted en su función de representante del pueblo argentino.
Me siento en la necesidad de comenzar asegurándole que no me siento sorprendido por su actuar prepotente y soberbio. Tampoco estoy asombrado por su falta de moderación. Pues mientras muchos vendían en campaña esa supuesta cualidad suya, éramos pocos los que descreíamos y nos aferrábamos a su pasado como jefe de Gabinete kirchnerista.
Si, debo admitir, me siento desconcertado por su solidaridad hacia la vicepresidenta de la Nación, pseudo doctora Cristina Elizabeth Fernández de Kirchner. Gastar ingentes recursos políticos para sostener una alianza inviable, para defenderla, protegerla y zafarla de cada una de sus imputaciones es algo que me tiene anonadado.
¿Cómo se remunera? ¿Con un simple cargo como el que demanda la primera magistratura cuyo poder es mínimo sobre todo teniendo en cuenta que los puestos claves los ocupa La Cámpora?
¿Puede usted ser tan egoísta de sumergir a la población argentina en la más férrea miseria –y no me refiero únicamente a la económica- sólo por su ego? ¿Simplemente para poder decir en un futuro “fui presidente”?
No se olvide, Dr. Fernández que, de continuar supeditado a las decisiones de la expresidenta, usted siempre será recordado como “el títere. La marioneta. El testaferro presidencial de Cristina.
¿No le da vergüenza querer reformar la Justicia Federal para favorecer a CFK y sus adláteres? ¿Por qué no reforma la Justicia ordinaria? Se trata, algo que usted conoce con claridad, de aquella que afecta a todo ciudadano entre comillas común.
Aunque, debo admitir, sus gestos resultan ser bastante elocuentes en referencia a la defensa del delincuente ¿Cómo puede ser que haya aceptado, bajo la orden la su vice, liberar a miles de presos que hoy mantienen a los ciudadanos de a pie enjaulados en sus casas?
Cómo es que tuvo la cara de sentar a su íntimo amigo, Hugo Sigman, a su lado y manifestar que éste será el encargado, a través de mAbxience, de producir la vacuna en Argentina. Le recuerdo que éste último ha sido uno de los mayores –si no fue el mayor- importadores de efedrina.
Aunque usted conoce la trama como nadie. Ello me evita explayarme sobre este tema.
Cómo es capaz de considerar “amigo” al jefe de Gobierno Porteño, Horacio Rodríguez Larreta y clavarle un puñal en la espalda por la supuesta falta de atención del PAMI en la Ciudad que, para colmo, depende de Nación.
¿Cómo puede ser que usted culpe a los ciudadanos argentinos por la grave situación pandémica referente al coronavirus y siga manteniendo a un inoperante como lo es el ministro de Salud Ginés González García, cuando éste no tomó las medidas necesarias a tiempo?
Sin embargo, hay una pregunta que es más importante que todas las aquí planteadas. ¿Cómo puede ser usted tan miserable como para criticar la gestión de Cristina y luego terminar brindándole su apoyo? ¿Será que acaso que le importa demasiado poco el ciudadano?
Señor presidente, le pido por favor que no sea necio, apenas comienza su mandato, aún le quedan 3 años y 4 meses de gestión. Aún está a tiempo de hacer las cosas bien…. Usted decidirá si quiere pasar a la historia como un gran mandatario o, por el contrario, como un pobre tipo, nefasto, que cuelga de las cuerdas que la titiritera maneja.
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