Coincido con todo lo dicho sobre Placidi. Sin embargo no coincido con la apreciación que hacen del cabezón. Yo creo que tanto el cabezón como Guillermo Moreno andan dando vuelta para sondear la reacción de la gente a la idea de que vuelve Cristina. Es decir, creo que tienen planeado que Alberto va a renunciar y dejar el sillón a la verdadera dueña del poder que se va a presentar como la salvadora al problema que Alberto no soluciona. La solución: una larga lista de acuerdos con China que nos dará un gran respiro pero también el establecimiento de la dinastía Kirchnerista. Piensen como son países como Cuba, Venezuela y Corea del Norte... bueno, algo así

Las cartas sobre la mesa: es preocupante ver en que medida y con que facilidad se puede, por desmemoria o por directa ignorancia de nociones básicas sobre derechos naturales inherentes a la realización de la vida, restar importancia y hasta negar legitimidad a la defensa de esas reglas esenciales, que hoy son escandalosamente agredidas con una clara intensión liberticida. ¿ Usted postula que deben tolerarse atropellos a esos derechos básicos, atropellos que implican la derogación de facto de esos derechos, que no existen para regir sólo a favor de los que tienen hoy y aquí, sino para todos los que lícitamente adquieran bienes partiendo, como fue común en una época de la Argentina, de la pobreza extrema?. Creo que debe reparar Usted en la premisa más esencial en lo que hace al marco jurídico para que pueda considerarselo sano: Nadie (nunca) por encima de la Ley; Nadie (nunca) por encima de la Constitución. Este principio fue violentado sistemáticamente, y con muchas ganas y naturalidad por gobiernos elegidos en las urnas. Para el caso, por todos los gobiernos elegidos en las urnas de 1983 a la fecha y sin excepción. A los cinco días de asumir Raúl Alfonsín suscribió dos decretos nos. 157 ( enjuiciamiento de terroristas) y 158/83 (enjuiciamiento de militares), en directa violación a lo establecido en el artículo 109 de la Constitución Nacional, que prohíbe al presidente de la Nación ejercer funciones judiciales. Como una consecuencia de esa violación, incumplió la observancia del artículo 18 de esa Carta Magna, lo que implicó de facto la derogación de la norma que establece garantías básicas que los tribunales deben hacer valer a rajatabla, sin excepción. En cinco días había dado por tierra con el Estado de Derecho. Para que nadie dude de su sentido democrático, el nombrado caudillo había sido ( quizás seguía siendo) principal abogado de Mario Santucho y del ERP, y principal referente de la entidad que durante el período posterior al golpe de 1976 se dedicaba a la defensa jurídica e ideológica ( ambas mediante la deformación y falseamiento de los hechos) de guerrilleros dedicados al secuestro, robo, asesinato y terrorismo en todas sus formas. Cabe agregar que así como los militares fueron sometidos a una farsa de juicio, los guerrilleros terroristas, todos ellos, corrieron la suerte inversa, intocables. La bochornosa parcialidad del "padre de la democracia" fue convenientemente cubierta por la propaganda periodística, siempre lista para ejecutar planes de ocultamiento de la realidad pasada; de los crudos hechos. Grandes acomodadores de relatos para el fácil sometimiento de la gente. Lo que expongo sirve para notar que el hombre desde el quinto día de su mandato materializó y confirmó su vocación por el privilegio propio, de sus seguidores y de los del resto de los partidos, lo que implicó e implica la consecuente degradación de la amplia mayoría de integrantes de la sociedad que es ajena a ese submundo. Es obvio que el privilegio quiebra el principio de igualdad ante la ley, favoreciendo a unos ( poniéndolos por encima de la Constitución y las leyes), y degrada a los otros convirtiendo en mera ficción sus derechos constitucionalmente garantizados. Esa precarización de los derechos de unos para generar el privilegio de la deliberadamente constituída casta de los otros, en este caso como sabemos corrupta y sin límite para el crimen, retrotrae a las nociones mas características de monarquías despóticas, necesariamente putrefactas por su corrupción esencial. Y sí creo que a esa mentalidad obedece el proceder que a la fecha pretenden hacer valer ante la ciudadanía estos desbocados amantes de la impunidad rampante. Con la pretensión de sostener y acrecentar sus descabellados y delictivos privilegios, aparecen arremetiendo contra toda institución que en pos de sanear perjuicios enormes, muchos irreparables, causados al conjunto de la sociedad, los pueda conducir con sobrado grado de justicia, lisa y llanamente a la cárcel. Para mayor precisión en cuanto al carácter delictivo innato, profundo y totalitario de estos gangsters hace falta reparar en lo señalado por Dardo Gasparre hoy en el diario la prensa. Ellos no vienen por la economía, vienen por las libertades. Todos sus "gobiernos" fueron un desastre, con terror, torturas y homicidios, culto fanático de la corrupción y economía hecha añicos Los atentados y los atropellos concretos y descabellados contra la propiedad privada son sus favoritos, sin dudas. En eso no distinguen entre pequeños y grandes propietarios. Sacando a los integrantes de la banda, nadie está libre de ser expropiado y perseguido. Los peronistas ejercieron esa "convicción". Castro en Cuba y Chávez en Venezuela fueron sus alumnos. Es en virtud de todos estos antecedentes, que son ellos los que deben ser detenidos y juzgados, muy seguramente por delitos de lesa humanidad, sin esperar suicida y puerilmente a que destruyan todo y priven definitivamente de su libertad a generaciones. Es lo que la Constitución manda. Pretender argumentar contra tan clara y definitiva evidencia oscila entre la extrema cobardía y el extremo desvarío. Ambas actitudes vacías de convicciones nobles.

Juliano, Usted tiene razón, no entendió lo que escribí. Alfonsín comenzó el desbarajuste constitucional. La FFAA tenían la obligación constitucional de defenderla, lo habían jurado y lo hicieron. De no de defender las libertades amenazadas por los ataques terroristas, de no haberlo hecho hoy seríamos Cuba. Ganaron con las armas, perdieron con los medios. Alfonsín juzgando a las Juntas fuera de toda legalidad, por códigos civiles y no por el código militar que era lo que correspondía. "No hay delito sin ley previa", Alfonsín lo olvidó. A partir de ahí todo anduvo mal. Convenció que autoridad (sin la cual no hay gobierno posible) era autoritarismo. A la prensa el concepto le encantó. Y ganaron los que atentaron contra la libertad. Hoy los militares están presos y los terroristas en el gobierno, ellos o sus hijos. Manejan los destinos de algo que fue la Patria. Y el 6/9 osaron declarar el Día del Montonero en una solicitada en el diario Perfil (por la muerte en combate de Fernando Abal Medina), que firmaron 700 y ellos hablan de "guerra civil", reivindicando que no fueron "muchachos idealistas" que fueron militantes armados en una guerra. Pero los medios y las asociaciones de DDHH tuertos, lo niegan, reciben jugosas indemnizaciones, ellos, sus hijos y ahora reclaman los nietos. Mientras los que nos defendieron de ser un país comunista se pudren en las cárceles y mueren en ellas. Eso es lo que quise decir. Cualquiera que "atente" contra la "legalidad" de los votos, será acusado de actos de lesa humanidad. Y por supuesto que se cometieron errores, muchos, toda guerra implica cometer errores. Los terroristas sólo cometieron errores. Espero haber sido claro.

Las cartas sobre la mesa: coincidimos en el punto de vista y en el respeto e interpretación de los hechos. No hay nada que discutir. Pido disculpas si en algo fui ofensivo. Pasa que ver aplastada la CN al quinto día de un gobierno iniciado a finales de 1983, con la enorme mayoría convencida de haber recuperado libertades, es el origen del estado de cosas extremo que vivimos. Creo que la plandemia o fraudemia no llega a igualar la entidad que la farsa democrática. Durante 37 sembró, imparable, la devastación para todos nosotros. Incluyendo a los zurdos, chorros y asesinos que creen estar ganando. Saludos.

Gracias Juliano: es de caballeros reconocer. Cordialmente.