No fueron pocos los que dieron un respingo al leer la nota publicada en el diario venezolano “El Universal”, en su edición de este jueves 22 de febrero, firmada por Nelson Bocaranda Sardi -de mucho prestigio en su país y a quien se considera habitualmente bien informado- quien en su columna titulada “Runrunes” afirma que el presidente Hugo Chávez –el Gran Expropiador- acaba de sugerirle a su par argentino Néstor Kirchner, de visita en Venezuela, que expropie “una de las empresas petroleras extranjeras que operan en la Argentina”.

    Según el columnista, el consejo de Chávez se habría producido en la reunión que ambos mandatarios sostuvieron a solas en la madrugada del miércoles en la residencia presidencial, donde hablaron “a calzón quitao de lo humano y lo divino; desde la sucesión argentina con su esposa Cristina hasta el salvamento de la empresa lechera Sancor con billetes venezolanos”. Y todo indica que el punto más importante, según cuentan “allegados al presidente argentino”, fue esa idea sugerida por Chávez.

    En tal sentido, éste le habría dicho a Kirchner: “Sería un gran golpe nacionalista y ayudaría no sólo a tu gobierno, sino que empujaría a Cristina más arriba en las encuestas. Exxon, Texaco y Chevron son gringas; Shell es inglesa y las Malvinas son argentinas”. Con lo cual directamente apuntó con el dedo. De acuerdo al periodista, Kirchner escuchó con atención y habría insinuado que de proceder con esa idea debería ser “con una empresa europea”, para no buscarse “más broncas con Bush”.

    En otro orden, Bocaranda Sardi señala en su columna que a Kirchner “lo tienen caliente las molestias con su par brasileño Lula”, ya que “si antes se irritó con el anuncio de la visita de Bush a Brasilia, su desagrado se incrementó cuando supo que Lula fue invitado oficialmente a visitar Washington y a pasar una noche en la residencia presidencial de Camp David, para que el diálogo que comienza en Brasil se reafirme amistosamente con esa invitación tan personal”. Especula además con que “a Brasil le pesa demasiado el volumen de negocios con el Norte, el atractivo de la inversión multinacional yanqui y el deseo brasileño de ganarse un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU”.

    Ahora bien, puede estimarse que  Kirchner no debe haberse sentido muy cómodo con la delirante sugerencia de Hugo Chávez, ya que la Argentina no es Venezuela y, si bien está exhibiendo cada vez más un régimen semi-dictatorial, no se llega al punto de tentarse con encarar expropiaciones, nacionalizaciones y otras demostraciones “socialistoides” de ese tipo. Por lo que se desprende del comentario, Kirchner se sacó de encima el consejo chavista diciendo que en todo caso lo pensaría “con una empresa europea”, y que se sepa la petrolera europea que opera en el país es la española Repsol. Con lo cual podrá deducirse también que el gobierno pingüinero no tiene ningún deseo de atraerse las broncas de los españoles, con los que además ha firmado recientemente nuevos acuerdos de inversión.

    De cualquier forma, Kirchner está habituado a jugar “a dos puntas”, y así lo está haciendo en estos momentos con Hugo Chávez y con George Bush, a quien tampoco desea incomodar. Uno de los motivos sería el apoyo –casi una amistad- que la glamorosa primera dama ha sabido conseguir de parte de otra seria candidata a la presidencia estadounidense, Hilary Rodham Clinton, quien aunque sea demócrata cuenta con poderosos contactos en la administración republicana.

    En tanto, el caricaturesco presidente venezolano continúa bailando al son cubano, intentando imponer a toda costa su tan promocionado “socialismo Siglo XXI” y hablándole continuamente de sus “ventajas” a sus amigos del Cono Sur. Los cuales no dejarán de bailar sus propios ritmos. Antes, claro, que terminar bailando en el Titanic.

Carlos Machado