Balances que no cierran, empresas que apuestan a dos candidatos, aportes anónimos y partidas fantasmas son algunos de los hallazgos preliminares que surgen de la rendición de ingresos y gastos que presentaron los partidos políticos tras las elecciones presidenciales del 27 de abril.
A cinco meses de la primera vuelta electoral por la presidencia, el flamante cuerpo de auditores de la Cámara Nacional Electoral comienza a analizar el dinero de los búnkeres electorales, pero ya surgieron los primeros interrogantes.
¿Cuánto, cómo, dónde y en qué gastó cada equipo electoral? ¿Cuánto dinero recaudó cada candidato? ¿Quién aportó a cada campaña?
Los "inspectores" analizan al presidente Néstor Kirchner, pero también a Carlos Menem, a Adolfo Rodríguez Saá, a Ricardo López Murphy, a Elisa Carrió y a los restantes ex postulantes. En rigor, a quienes rindieron cuentas.
"De las 19 candidaturas presidenciales se presentaron unas quince rendiciones, el 70 por ciento. Hay una enorme actitud reactiva de la clase política ante los inspectores, porque no hay que olvidar que esto surgió luego de las cacerolas de diciembre de 2001", comentó a La Nación un camarista electoral.
El cuerpo de auditores cuenta con sólo siete miembros. Uno coordina, tres se dedican a la provincia de Buenos Aires y a la Capital Federal y los otros tres se encargan del resto del país. Eso atenta contra sus objetivos, dicen. "La premisa es verificar si la información aportada por los candidatos es consistente y, en lo posible, completar el informe para marzo de 2004. Es lento, pero aun así es un avance", admitió el magistrado.
Hallazgos
De los primeros hallazgos surge:
* Los responsables de la campaña menemista detallaron que sólo dos personas aportaron fondos -Francisco de Narváez ($ 42.000) y Osvaldo Villamea ($ 500)- y atribuyeron otros $ 1500 a "bonos de contribución".
* Menem detalló gastos por $ 1,2 millón, pero no informó desembolsos por publicidades televisivas. La ley 25.600 de financiamiento de los partidos exige que se deben detallar los gastos, aun cuando hayan sido abonados por "otra persona en su favor".
* Rodríguez Saá tampoco detalló publicidades televisivas. "Consignó que el 42 por ciento de sus gastos fue a la impresión de boletas y otro 38 por ciento a pagar catering y movilidad", dijo Javier Zelaznik, de la Fundación Poder Ciudadano.
* La empresa Arcor aportó $ 42.000 a la campaña de Rodríguez Saá, al tiempo que también figuró con $ 10.000 para la candidatura de López Murphy. Una vocera de la empresa explicó que "las sumas corresponden al pago que efectuó el personal de Arcor en desayunos y cenas que ofrecieron los candidatos para exponer sus propuestas de gobierno y su incidencia en el ámbito empresarial".
* La firma de alimentos Quickfood también ayudó a esos dos postulante. Entregó $ 3500 a Rodríguez Saá y $ 11.000 a López Murphy. "Los aportes se hicieron, eso no hay por qué negarlo", confirmó a LA NACION el vocero Miguel Gorelik. Quickfood tiene una planta industrial en San Luis.
* La tabacalera Massalin Particulares también hizo lo propio: entregó $ 200.000 a Menem y $ 140.000 a López Murphy. Consultada, la firma confirmó que efectuó "aportes para la campaña presidencial a los candidatos orientados hacia la economía de mercado que lo solicitaron".
* Empresas concesionarias de servicios públicos -Edenor y Transportadora de Gas del Norte (TGN), entre otras- figuran con aportes por un total de $ 34.000 a López Murphy, lo que está vedado por el artículo 34 de la ley de financiamiento.
Todas las firmas consultadas matizaron esos datos. "Los 16.000 pesos no son un "aporte", ni jamás participamos en una campaña. Sólo se compraron tarjetas para concurrir a cenas, a las que se fue para conocer las propuestas", explicó Alberto Lippi, vocero de Edenor.
Domingo Sandoval, de TGN, firma que puso $ 5000, fue más lejos. "Los directivos fueron a título personal a cenas de López Murphy, como también han concurrido a eventos de Mauricio Macri y Aníbal Ibarra."
* Uno de los ejes de la recaudación de Rodríguez Saá fueron las empresas radicadas en su provincia por el régimen de promoción industrial. Al menos 26 hicieron aportes por $ 106.500 a su campaña.
* ARI informó que desconoce quiénes depositaron $ 1290 en su cuenta bancaria, cuando la ley de financiamiento estipula que ninguna donación puede ser anónima.
* "Los aportes para Kirchner figuran como posteriores a la renuncia de Menem a competir en la segunda vuelta, cuando debieron ser registrados por la fecha real de cada aporte", subrayó Zelaznik, lo que viola el artículo 45 de la ley en cuestión.
Poder Ciudadano destacó otra curiosidad de la campaña presidencial. "Pasaron muchas cosas entre el primer y el segundo informe que debió presentar cada fórmula. Menem declaró menos gastos en su segundo informe que en el primero, por ejemplo", especificó Zelaznik.
Los responsables de esa campaña previsionaron que los gastos al 27 de abril ascenderían a $ 6,9 millones, pero su informe final registró egresos por sólo $ 1,2 millón.
La Cámara Nacional Electoral restó dramatismo, de todos modos, a los primeros datos. Un camarista consultado por La Nación fue enfático: "Todavía se está en la discusión previa a la irrupción de un escándalo sobre, por ejemplo, cuál fue el tope real de cada campaña. Las sanciones, si caben, las decidirá cada juez electoral".
Hugo Alconada Mon
Diario La Nación