Es un hecho: es más que probable que Argentina tenga que desembolsar al menos US$880 millones en subsidios este año para mantener a flote su aerolínea estatal, lo que lastraría aún más las finanzas del Gobierno tras el noveno incumplimiento soberano de la nación.
En tal marco, el presidente de Aerolíneas Argentinas, Pablo Ceriani, dijo que el déficit en el presupuesto de la compañía, que ha aumentado desde los más de US$680 millones del año pasado, persistirá hasta que la demanda se recupere, lo que no se prevé que ocurra durante un par de años.
La operadora probablemente tardará al menos cinco años después de eso en alcanzar la rentabilidad, dijo en una entrevista en la sede de la aerolínea en el aeropuerto Aeroparque Internacional Jorge Newbery, de Buenos Aires.
En ese contexto, comparar lo que cuesta al Estado la línea de bandera, ofrece un espectáculo irritante frente a lo que se gasta en otras áreas de un país en una crisis terminal. Datos para entender: