El gobierno incita al delito, es una aberración en todos los sentidos, pero por desgracia, es una realidad. Incita al delito destruyendo la economía lo que deja a cientos de miles de personas sin trabajo. Incita al delito cuando no es capaz de desalojar tierras tomadas ilegalmente en Guernica y en el Sur.
En las tomas de la provincia de Buenos Aires hay una orden judicial de desalojo, orden que el gobernador pospone una y otra vez. Primero permitió la toma, infringiendo el artículo 181 del Código Penal, ahora desobedece una orden judicial. Le cuesta creer que es un delito.
Y lo es. Desde la Constitución Nacional, artículo 17, “la propiedad es inviolable, y ningún habitante de la Nación puede ser privado de ella”. Los constituyentes no tuvieron en cuenta la posibilidad de tener un gobierno “progre” y populista, decidido a repartir generosamente… pobreza.
En el Sur de país, es peor. Hechos. El pueblo mapuche (“gente de la tierra”) no existe. No hay documentos históricos donde se hable de ellos hasta bien entrado el siglo XIX. C. Darwin en su encuentro con Rosas en Carmen de Patagones, 1833, describió tribus patagónicas y no los nombró.
Ni el Comandante Luis Piedra Buena ni el Perito Moreno, grandes conocedores de la Patagonia, los nombran. Ni los muchos viajeros europeos que exploraron la Patagonia, de Norte a Sur, de la cordillera al Atlántico, los nombran. Aparecen alrededor de 1832 con Calfulcurá en Carué.
Llegan desde Chile, son araucanos. Y los “mapuches” argentinos, en su gran mayoría respetan las leyes del país, los símbolos patrios y se sienten ciudadanos argentinos de etnia araucana. Gente de paz que resguarda sus costumbres y su lengua, como cualquier otro inmigrante que se integra.
Estas tomas intempestivas de tierras, todas ellas muy bien ubicadas, Villa Mascardi es un paraíso, se deben a grupos que se proclaman mapuches, que reclaman tierras originarias y ancestrales (Mascardi nunca fue previamente habitada), eso dicen su chamán, la machi Betiana Calhuan.
Betiana no es un nombre mapuche. La machi tiene visones y mandatos del más allá. El grupito que maneja no es reconocido por las comunidades mapuches. Estos también vienen desde Chile y probablemente forman parte de grupos de izquierda muy radicalizados.
El 24/7/2019, en Caracas, República Bolivariana de Venezuela, una de las conclusiones del Foro de San Pablo fue la exasperación del indigenismo, para terminar con el consabido (sangriento y de dolorosa historia) “hasta la victoria siempre”. Más que mapuches son grupos castro/chavistas. La Gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, no puede con ellos.
Es imposible desalojar a 10 o 15 forajidos, encapuchados y violentos, que talan árboles, incendian cabañas, aterrorizan a los habitantes. Es imposible si la ministra de seguridad de la Nación mira hacia otro lado y el INAI que depende del ministerio de Justicia, apoya la toma.
El INAI, Instituto Nacional de Asistencia a Indígenas, cuyo vicepresidente es Luis Pilqueman, araucano, que fue detenido llevando una familia, araucana, en una camioneta del INAI (que pagan los impuestos del pueblo) hacia villa Mascardi. Nadie del INAI, ni la ministra de Justicia dijo nada. Pilqueman sigue en su puesto.
Con permiso del INAI una comunidad araucana, Millalonco Ranquehue tomó un predio de 700 has donde funciona la Escuela Militar de Montaña Tte. Gral Juan Domingo Perón. Presentaron la orden del INAI reclamando tierras ancestrales. El ministro de Defensa Agustín Rossi, NS/NC.
También empezaron talando árboles. Dicen que los pueblos originarios respetan la ecología. Una prueba más de que son “los revolucionarios del siglo XXI”.
Lo que aterroriza de todas estas tomas es la inercia, la falta de respuesta, la simpatía con que el gobierno nacional asiste a estos delitos.
¿Qué pasaría si cualquier argentino o extranjero con papeles falsos se presentara como descendiente de querandíes reclamando desde la Plaza de Mayo con la Rosada, la Catedral, el Cabildo y los ministerios, hasta la quinta de Olivos? ¿Tendría el gobierno la misma actitud complaciente?