En este período en Argentina continuó el esfuerzo de
periodistas, medios de comunicación y entidades periodísticas por garantizar
la libertad de expresión a pesar de que la administración pública trató de
mantenerla bajo control.
En momentos en que el actual gobierno está cumpliendo sus últimos
meses, sigue manteniendo la discrecionalidad que le permite encasillar en amigos
o enemigos a dirigentes políticos, periodistas o medios de prensa. El
presidente Kirchner inauguró el 1 de marzo el último período de sesiones del
Congreso Nacional con un discurso en el que destacó sus logros económicos,
expresó duras advertencias hacia los medios diciendo que no les tiene miedo a
los que escriben y les pidió que hagan una autocrítica.
El 7 de marzo Kirchner criticó, durante la inauguración de
una oficina destinada a fomentar las inversiones extranjeras, el voluntarismo
malintencionado de algunos escribas y aprendices de economía, que desconfiaron
del índice de precios al consumidor dado a conocer por un organismo oficial.
El menosprecio hacia el papel de los medios de comunicación
quedó en evidencia cuando el secretario de Medios de Comunicación de la Nación,
Enrique Albistur, expresó que “es un acto de soberbia de algunos periodistas
decir que el presidente Kirchner se equivoca porque no brinda conferencias de
prensa. En realidad lo que les duele a los periodistas es que dejaron de ser
intermediarios necesarios”.
La pauta publicitaria del gobierno distribuida sin principios
sobre los cuales debería basarse una norma que garantice la transparencia,
evite la sospecha de favoritismos o de discrecionalidad y permita el control de
los fondos públicos destinados a tal fin, ha sido motivo de preocupación no
solo en ámbitos nacionales sino también internacionales. La Organización de
Estados Americanos, por medio de su relatoría Especial para la Libertad de
Expresión se sumó a reclamos varios de la SIP pidiendo el tratamiento de
proyectos de ley pendientes en el Congreso que procuran regular la asignación,
contratación y distribución de fondos destinados a la publicidad oficial.
El Departamento de Estado de Estados Unidos, en su informe
anual sobre los derechos humanos en el mundo, mencionó las interferencias del
gobierno sobre la libertad de prensa y sobre la distribución de las inversiones
publicitarias.
La Asociación de Derechos Civiles presentó al Congreso una
propuesta en la que reúne una serie de principios básicos para la regulación
en esta materia, entre los que se destaca la necesidad de que la publicidad sea
útil a la población, no promueva de manera explícita o implícita los
intereses del gobierno o de algún partido político.
Por su parte, el gobierno descartó tres proyectos de ley que
regulan la publicidad oficial y el presidente de la Comisión de Medios de
Comunicación y Libertad de Expresión, de la Cámara de Diputados, Guillermo
Jenefes, declaró que no es un tema legislable.
El diario de Río Negro sigue padeciendo una discriminación
en la pauta publicitaria, respecto de otros medios de la provincia de Neuquén y
también múltiples dificultades para acceder a funcionarios que pueden
proporcionar informaciones vitales y, en general, sigue siendo problemático
consultar fuentes gubernamentales como la de Hacienda, Educación y Banco de la
provincia de Neuquén.
El reclamo judicial contra la discriminación publicitaria
que inició el diario de Río Negro en el 2003, cuando informó de un hecho
grave de corrupción que salpicaba al gobierno de Neuquén, sigue sin definirse
luego de que fuera girado el expediente a dictamen del Procurador Nacional,
Esteban Righi, y se excusara de pronunciarse aduciendo que al no existir una
norma que establezca las pautas sobre las cuales realizar el control judicial,
la pretensión del diario Río Negro no puede prosperar.
El dictamen fue criticado ya que la ausencia de un marco
normativo que fije criterios básicos para regular la distribución de la
publicidad oficial no exime del control judicial a las decisiones estatales en
esta materia. Además, el funcionario no tuvo en cuenta que no está en juego
una infracción a una norma local sino la violación a los principios
establecidos en la Convención Americana sobre Derechos Humanos y la Declaración
Interamericana de principios sobre Libertad de Expresión. En el 2004 el
gobierno pautó 60.525 centímetros en el diario de la competencia, y 11.005
centímetros en el diario Río Negro, pese a la mayor tirada y penetración de
este último. También está pendiente de resolución el recurso de amparo ante
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos presentado a mediados del 2003.
En diciembre un hecho policial, despertó en los medios y en
el público la posibilidad de analizar el comportamiento periodístico. Se trató
de un crimen cometido en un “country” en la ciudad de Río Cuarto, provincia
de Córdoba que terminó con la vida de una agraciada y adinerada mujer, esposa
de un reconocido médico de la zona, y que sigue atrayendo el interés del público.
Los detalles de ese caso, según un editorial del diario La Nación, fueron
ventilados por algunos comunicadores con crudeza y liviandad, hurgando en la
vida privada, en la intimidad de la víctima, de sus familiares y allegados y
han desnudado con toda crudeza la necesidad que la ética periodística deje de
ser tan solo una formulación teórica y sea una práctica constante. La
senadora nacional Vilma Ibarra promovió una condena contra los medios de
comunicación en general por el tratamiento que habían efectuado de este
episodio.
Esta iniciativa se aprobó en el Senado, reprobando en general a
justos y pecadores y con la intención de generar regulaciones o censuras que
podrían afectar la libertad de prensa. La Asociación de Entidades Periodísticas
Argentinas, ADEPA, expresó que los contenidos de las publicaciones quedan
sometidos al juicio de los lectores y, si corresponde, al análisis de los
jueces.
Agresiones varias a periodistas de La Voz del Interior, T y C
Sport, Olé, Página/12 ocurrieron durante espectáculos deportivos y dieron
lugar a protestas de las entidades periodísticas ante la Asociación de Fútbol
Argentina, AFA, que deploró lo ocurrido y prometió redoblar esfuerzos para que
la violencia no deteriore la imagen de los acontecimientos deportivos.
Intimidación a funcionarios públicos que hablan con la
prensa ocurrió cuando la doctora Andrea Prodan, funcionaria del Ministerio de
Defensa, acordó una entrevista con la revista Noticias en enero último. Apenas
tres horas después que la revista circuló en los kioscos, recibió un mensaje
en su celular de que no se presentara más a trabajar.
El diario La Mañana de Córdoba sigue afrontando agravios y restricciones a
fuentes informativas provocadas por el intendente de la Capital, molesto por
informaciones acerca de irregularidades administrativas, presupuestarias que señalan
serias falencias en su gestión.
Todavía permanece esquiva una legislación sobre acceso a la
información pública.
Sociedad Interamericana de Prensa
http://www.sipiapa.org/espanol/pulications/informe_argentina2007ca.cfm