Mientras se discute en Argentina la eventual
responsabilidad política -y, por qué no, personal- de Isabel Martínez de Perón
respecto a los abusos criminales de la Triple A, una nueva amenaza se cierne
sobre la cabeza de la ex presidenta de los argentinos.
Y es que su cuantiosa fortuna personal corre riesgo de esfumarse en
sus propias narices debido al litigio judicial que desde 1991 la viene enfrentando con Mario Rotundo, ex hombre de confianza de su fallecido marido,
Juan Domingo Perón, al cual este le donara todos sus bienes.
La demanda es por el monto de 7,7 millones de dólares y las
últimas medidas judiciales no parecen favorecer a "Isabetila".
Veamos.
Perón, Perón que grande sos
La parte más jugosa de esta historia comenzó hace pocas
semanas, el día 12 de
marzo de 2007, cuando Isabel Perón faltó a su cita ante el Juzgado número 2 de Móstoles, en Madrid, al que debía presentarse para hacer frente a la demanda por 7,7 millones de dólares que realizó contra ella la Fundación
Funpaz del mencionado Mario Rotundo. Como excusa, el abogado defensor
de la ex presidenta presentó un informe médico en el que se asegura que sufre graves trastornos depresivos acompañados de “trastornos psiquiátricos y psicóticos al presentar bipolaridad en su personalidad”. Esta cita ante los juzgados españoles sienta un precedente que intentará ser utilizado por su defensa ante las dos demandas de extradición que la ex presidenta tiene pendientes con la Justicia argentina. Un trámite que se presenta
más que complicado para los abogados defensores, luego de que la administración de José Luis Rodríguez Zapatero diera a entender que no pondrá obstáculos al pedido de los magistrados argentinos.
En conversación con Tribuna de Periodistas, Rotundo
dio detalles del interminable litigio: "El abogado de Isabel -la demandada-, Antonio Hierro Echavarría,
presentó una serie de documentos, entre los
que se destacan: La nacionalidad 'española' de Isabel, que le fue concedida con fecha 18/09/2000,
certificados médicos (por la operación sin fractura) y de la clínica privada de
La Paz,
a cargo de la orden
de San Juan de Dios de Madrid. Uno de Enero que dice que 'se encuentra en tratamiento en este centro por padecer un episodio depresivo grave, en
el contexto del trastorno bipolar que padece, y que la imposibilita para el normal desarrollo
de sus actividades'.
El mismo documento deja constancia de que 'la paciente ha precisado ingreso hospitalario psiquiátrico en dos ocasiones (años 2002 y
2005)
por descompensación psicopatológica con sintomatología psicótica' y finaliza
diciendo que 'en el momento actual debe continuar en tratamiento psiquiátrico, no
encontrándose en condiciones
de someterse a situaciones de tensión ambiental que podrían agravar el episodio depresivo que
actualmente padece'".
Según Rotundo, el juicio diagnóstico evidencia un
"trastorno bipolar" en la figura de Isabel, que a su vez escondería
un episodio depresivo grave. Lo interesante, más allá del cuadro psicológico
de la ex presidenta, es que, según su abogado, esta desconocería que
existe un "pedido formal de
extradición" y sólo cree que se trata de
una campaña de prensa en su contra.
"Nosotros creemos que, en caso de que avance la justicia
argentina contra ella, Isabel alegará ser de
nacionalidad española", anticipa Rotundo.
Conociendo el paño, es seguro que esto sucederá.
Operando cual cirujano
Mario Rotundo sabe que ganará finalmente este litigio y se
enoja terriblemente cuando ve que Isabel Perón dilata los tiempos a más no
poder. "Lo que nadie se da cuenta es que, el mismo argumento que a ella le sirve como estrategia para los
juicios de extradición, se da de patadas con la
causa nuestra, ya que, si es real su estado de salud actual, no estaría en condiciones de administrar los
bienes que le estamos disputando. Que son en definitiva nuestros",
revela el
titular de Funpaz. ¿Cómo nadie se dio cuenta de semejante
contradicción?
Según dos fuentes consultadas por quienes escriben este
artículo, existiría un motivo "dinerario" para que algunos
periodistas no hayan profundizado en el tema o, aún peor, para desvirtuar la
realidad de lo sucedido.
Tal parece haber sido el caso de Oscar Guisoni, periodista de
Página/12, quien publicó un artículo totalmente alejado de la verdad
de los hechos. Una de esas fuentes hasta puso en duda la identidad del
periodista, al asegurar que su nombre es seudónimo de otro hombre de prensa que
suele "operar" para diversas personalidades.
Sea como fuere, es interesante leer lo que escribió Guisoni
el 13 de marzo de 2007: "Aunque el abogado defensor de Isabelita, el ex juez del Tribunal Supremo español Adolfo Hierro Echaverría, no hizo declaraciones a la prensa, Mario Rotundo utilizó los argumentos presentados por la defensa para justificar que la ex presidenta
'no se encuentra en condiciones de administrar sus bienes', intentando ganar un argumento para su causa. De todos modos, la demanda de Rotundo tiene pocas probabilidades de prosperar, no sólo porque la documentación presentada ante la Justicia española, según fuentes consultadas por
Página/12, no es lo suficientemente fuerte, sino porque su fundación no parece tener una gran credibilidad internacional. Allegados a la ex presidenta ya habían afirmado la semana pasada que la Funpaz tiene varios procesos por estafa,
incluidas un par de demandas en su contra presentadas en su momento por Zulema
Yoma, la ex esposa de Carlos Menem, y el ex cardiólogo del general Perón, Domingo
Liotta".
Rotundo desmiente lo publicado: "Con Zulema Yoma no hemos estado enfrentados, ni hemos tenido causas judiciales como pretenden
irradiar, se lo podés preguntar a ella misma". Dos sencillos llamados
telefónicos han sido más que suficientes para chequear la veracidad de los
dichos del presidente de Funpaz
y la falsedad de lo publicado por Página/12.
Lo urgente y lo importante
Más allá de cómo siga el litigio entre Rotundo e
Isabelita, hay un dato que ha pasado por alto la Justicia argentina y que
podría servir para echar luz sobre la eventual participación de la ex
presidenta en el marco político de los crimenes de la Triple A.
Y es que a mediados de febrero de 2007, Rotundo puso a disposición de
jueces argentinos el archivo personal de Isabel.
En una entrevista concedida el 21 de febrero a la agencia de noticias EFE,
el presidente de Funpaz afirmó que en su poder está, como parte de su legado, el archivo familiar de Perón, "que se remonta a la época de Evita y se extiende hasta la fecha en que se transmitió la titularidad de los bienes muebles en 1990". Rotundo aseguró que, en caso de ser citado a declarar por la Justicia,
"pondremos este archivo a disposición de los jueces, con la información relacionada con María Estela Martínez
Cartas".
Este dato puntual fue pasado por alto no sólo por los jueces
vernáculos sino también por el periodismo ídem. Parece que a nadie le importa
avanzar en el esclarecimiento de lo que podría ser el detonante de la violencia
de los años 70.
Un ofrecimiento como el de Rotundo no se da todos los días y
sería más que interesante saber con qué datos cuenta en su poder. Podría ser
-o no- el velo que descorra la venda que tapa la tuerta mirada de quienes hoy
nos gobiernan y sus adeptos.
Más allá del desinterés comentado, Rotundo finalizó la
entrevista con dos conceptos muy interesantes referidos a su juicio con Isabel,
que anticipan las jugadas que vendrán:
-"En su exposición, el abogado (de Isabel) mintió como un marrano en todo. Se lo notaba nervioso,
a diferencia de otras veces.
A la salida, ya en la calle, donde lo siguió el periodismo, se negó a hacer
declaración alguna, y evidenció sentirse
molesto con ellos".
-"Pareciera ser que en la causa de extradición, (Isabel
y sus abogados) repasaron y piensan utilizar algunos de los argumentos que en su hora fueron
utilizados para el caso Pinochet".
El tiempo, sólo el tiempo, dirá si esto es real....
Christian Sanz y Carlos Forte